Al terreno devoniano de La Perruca, á la
cuarcita, suceden unas pizarras de poca extensión é inmediatamente,
ya en el tercer túnel, aparecen las calizas del terreno carbonífero
que ocupa todo este horizonte. Hay en él grandes crestones de calizas,
duras y resistentes areniscas y muchísimas laderas de
suelo falso, de agrupamientos de altos detritus, formados de tierra corrediza
y piedras sueltas, que la capa vejetal recubre y sostiene, pero que en cuanto
se ponen al aire y son recorridas por las lluvias resbalan y ruedan al fondo
de los valles, sin que sea posible contenerlas. Esta clase de terrenos ha
ofrecido muchas dificultades y peligros en la construcción de las
obras.
La vía se dirije hacia el N. por la derecha de la cuenca, atravesando
una serie de avances de la indicada cordillera. En el valle de Las Piedras
se abre el túnel del
Estillero debajo del Canto del mismo
nombre. Tiene 236 metros de longitud, en curva y sale sobre el valle de
Las Llamargas. Inmediato se proyectó otro túnel, el de la
Llana del Oso, pero la naturaleza del terreno es tan suelta y floja, que
hubo de suprimirse y convertirlo en paso abierto. Los derrumbamientos de
este suelo vienen desde lo alto y ha sido preciso hacer grandes obras de
contención para que no inutilicen el paso. Los terraplenes de la
Llana tienen considerable altura y vertiente sobre la carretera general,
que se desliza al pié. Inmediato cruza la vía por una alcantarilla
el torrente Rodrigario, delante de la boca del túnel de
La Pallariega,
sobre la cual se alzan en descompuesto orden erizadas rocas calizas, que
indican la mala disposición de los estratos que forman este paso.
En el valle de Las Piedras ha estado durante la construcción, el
punto de partida del
Tranvía ó ferro-carril auxiliar
exterior, que construyeron los contratistas señores Buergo y Regueral
y que tan útiles y numerosos servicios les ha prestado en las obras.
Este tranvía vá de boca á boca de todos los túneles
y circunvala la mayor parte de las colinas y cantos ó picos en que
están perforados. La vía, que tiene 16 kilómetros de
longitud, es de 70 centímetros de anchura, y sus trenes se componen
de una pequeña locomotora Cockerill y de varios wagones de diversas
clases, para todo género de trasportes. Con este gran elemento de
trabajo, que funciona á la misma altura del trazado, se ha ahorrado
el empleo de carros y otros medios malos y costosos de trasporte y se ha
conseguido tener siempre en las bocas, en el interiorde los túneles
y en todo el trayecto los materiales, objetos y gente necesarios para la
prosecución constante y regular de los trabajos. Es un viaje delicioso,
mucho más ameno bajo el punto de vista pintoresco que el de la vía
férrea, el que se ha podido hacer por este tranvía, contorneando
las colinas, sobre el borde de fuertes laderas, y desde cuyas vueltas se
distinguen el precioso relieve de toda la bajada del Puerto y el trazado
y obras del ferro-carril, en una extensión de bastantes kilómetros.
Llega este tranvía hasta el túnel del Salguero limite de los
trozos de construccion primero y segundo que ha ejecutado el señor
Regueral.
Está el túnel de
La Pallariega en el kilómetro
60, y bajo el cerro de su nombre y de las Carvás de Monío;
es recto y tiene 964 metros de largo, con una pendiente de 0,018. A la salida
hay un fuerte barranco por el cual desciende el arroyo de Pajares de las
laderas de la derecha, y pasa la via sobre él por un hermoso puente
de hierro, fundado sobre arrogantes pilares. Al lado opuesto está la
boca del túnel de
El Corollon, en curva, de 318 metros, y apenas
se sale de él se penetra en el de
Peña-Negra, en curva
también y de 298 metros. Al pié del trazado en ese, que forman
ambos y de las colinas que atraviesan, está la villa de PAJARES, primer
pueblo que se encuentra en la bajada del puerto y que le ha dado nombre.
Esta población estuvo colocada sobre el primitivo camino, que atravesaba
esta cordillera y debió su nombre á los depósitos de
paja y heno que se establecieron en ella para las numerosas caballerías
que se empleaban en este difícil tránsito. Tiene 496 habitantes
y pertenece al concejo ó ayuntamiento de Lena.
Cien metros separan al túnel anterior del de el
Canto de los
Galanes, en cuyo claro pasa por entre las frondosas hayas el arroyo de
Mataredonda. La longitud de este túnel es de 413 metros. A su salida
se encuentra la
ESTACIÓN DE PAJARES en el
k. 62,700 y á 1.157 metros sobre el nivel del mar. Dista bastante
este punto del pueblo de su nombre, no en línea recta, sino en altura,
por lo cual es muy fatigosa la subida. La estación es sencilla y está
muy bien dispuesta y adornada en su caprichosa decoración, como todo
cuanto se debe á los trabajos del entendido é infatigable ingeniero
de esta sección don Javier Sanz. El edificio, que no presenta más
que un solo piso sobre la via, tiene otros dos, más inferiores en
la fachada trasera, á donde el viajero puede asomarse, para disfrutar
del gran panorama de la mitad del puerto. Ábrese á los pocos
pasos el túnel en curva, de 224 metros, llamado
Corro de la Tienda
y poco después el de
El Serrón, de 288. Al pié
del trazado sobre la carretera, entre las pintorescas revueltas de las colinas
cubiertas de vegetación, quedan el barrio de Flor de Acebos y el Posadorio,
y al otro lado del rio Pajares, en la opuesta vertiente, dominando un ensanche
del terreno se vé el pueblo de Llanos de Someron, que según
las gentes de este pais cosecha los mejores guisantes ó arbejas de
España y tiene 253 habitantes.
La via penetra por debajo del pico de
Las Nieves formando el túnel
de su nombre en curva, de 245 metros, y al pié de cuya colina hay
una ermita en que se venera á la Virgen de esa advocación. Desde
este punto el trazado se repliega con la cordillera hacia el N. E. en una
extensión de algunos kilómetros. El panorama qué se
descubre desde el tranvía en la vuelta de
Las Nieves es delicioso,
alcanzándose á ver gran parte de la sinuosa linea que el ferro-carril
forma, su marcha y desaparición por detrás de las colinas y
la estación de Puente los Fierros, que está á 620 metros
por bajo de este punto de observación. El pueblecito más cercano
entre la carretera y la base de esta estribación es Romía,
que se esconde entre las arboledas del valle. Otro túnel de 388 metros,
en curva, salva la altura de
Canto de la Laguna, poblado de hermosas
hayas, para salir sobre el pendiente barranco de Entrambos rios, cuyas aguas
vienen saltando en pequeñas y múltiples cascadas, desde las
altas cumbres, y en planos de una inclinación de 60 grados. Como la
vía corta estas colinas á media ladera, aún se vé
en los claros el curso de estos barrancos en la parte inferior, cubierta
en sus revueltas y sinuosidades de grandes masas de hayas. En este mismo
paisaje de Entrambos rios, y pasado el arroyo Fandeta, se abren el túnel
del
Bescon de 132 metros, el bonito valle de Pandoto, con su casita
de los contratistas y el túnel de
Pandoto, en curva, debajo
de la colina de este nombre. Siguen en muy breve trecho el arroyo Romeron,
el túnel del
Romeron, de 164 metros, el arroyo de La Roza á
Conforcon y el túnel del
Topeal, en curva, de 331 metros. Todas
las faldas que se atraviesan se ven cubiertas de hayas, y el resto del suelo
aparece con el verdor perpetuo de las argomas, brezos, retamas y heléchos,
que con sus variados tonos esmaltan de diversos colores estas vertientes.
Allá en el fondo de los barrancos hay bastantes acebos, algunos fresnos
y sinuosas líneas de avellanos. Según se ha dicho ya, obsérvase
en estas alturas que la parte de las colinas que mira al N. y que recibe
el tibio soplo del aire del océano, tiene vegetación frondosa
de gran arbolado, mientras que todas las faldas y laderas expuestas al Mediodía
están peladas, y solo muestran el fino yerbin, el brezo y el argoma
raquíticos.
Al salir del Topeal crúzase el arroyo ó torrente de Navedo,
cuyas blancas cascadas y saltos se perciben en la altura, rompiéndose
en las oscuras rocas que se esconden en la sombra del bosque de hayas, y
por cuyas resbaladizas orillas solo podrán ascender los corzos y los
lobos. En lo profundo del barranco, allá á 200 metros de la
vía, se ven entre los avellanos y castaños, los tejados del
pueblo de Navedo, último rincón de la tierra, cubierto de preciosa
vejetacion en el verano y de espantosas nieves en el invierno. Sobre una lomita
más lejana se alzan la iglesia y campanario de Cabezón, que
con Navedo reúne 98 habitantes.
Muy próximo se abre el gran túnel de
La Pisona ó
de Piedrafita de Orria, debajo del monte de Los Penedos y de las pendientes
de Collado muerto, que dan sobre los profundos valles y desde las cuales
se distingue un precioso panorama. Este túnel es recto, tiene 1.046
metros de longitud, con una pendiente de 0,019 y está en el kilómetro
67. Termina sobre el fuerte barranco de La Reguerona, y, pasado un hermoso
puente de tres tramos, construido por la fábrica de Mieres, que salva
las desigualdades, corrimientos del terreno flojo y un arroyo, se pasa el
túnel de
La Reigosa, debajo de la colina del Tejo, en curva
y de 248 metros de largo. Fuera del túnel atraviésase el barranco
Mayainos y se distinguen en la ladera del inmediato monte Ranero el edificio
oficina de construcción de la Reigosa, ó casa del simpático
Niceto Garro, el cuartelillo de la guardia sivil y el telégrafo,
que allí se instalaron durante las obras. Sobre el alto del Ranero
hay también grandes puntos de vista, desde los que se percibe en
extensa zona ó faja á media ladera el desarrollo de la vía
férrea con sus túneles, trincheras, vertederos y revueltas
en una gran extensión Tiene el túnel
Ranero 480 metros
en curva, y sale sobre el vallecito de su nombre. A continuación
se abre el de
Los Troncos, que forma con el anterior un semicírculo
completo y que dirije la linea de N. á S. Tiene 334 metros. Córtanse
inmediatamente fuertes trincheras, que terminan en el barranco
Cuchitin
y sobre éste se abre el túnel del mismo nombre ó de
Manga del Pozo, de 541 metros, en curva, para dirigir la linea
hacia el S. E. No hay apenas más que un breve trecho de cielo abierto
al salir de él, al cruzar el barranco
Establon, cuando se
penetra en el túnel recto, así llamado, de 435 metros, y en
cuyo extremo, tras de otro segundo de luz al pasar el arroyo Fueyas, se recorre
el túnel de
Mudriello, en curva, de 337, y tras de otro rapidísimo
claro sobre el barranco Fierros, viene el túnel en ese de
La Gramea,
de 667 metros, que cambia de nuevo el trayecto general hacia el N. Esta
sección de los cinco últimos túneles, con pronunciadas
y simétricas curvas que constituyen casi un solo túnel, entre
los repliegues de aquel abrupto y solitario terreno, forma en los planos
una figura como la de la base de la caja de una guitarra, por cuya causa
se la ha denominado durante las obras:
La Guitarra.
Termina el último sobre el arroyo de la Polea y siguen tres túneles
cortos: los de
La Polea, Navidiello y
Carrascal de
88, 263 y 131 metros, situado el primero bajo las Carvas de Piedrafita y
terminando en el arroyo Llascaron; y el segundo que concluye en el arroyo
Cabanafiesto. Entre su boca N. y la S. del tercero está emplazada
la estación de:
PARANÁ Ó NAVIDIELLO..
(73 kil, á 960 metros sobre el nivel del mar.) Dista este punto en
línea recta 2
k,500 del pueblo de su nombre, que se recorren
al bajar en hora y media, y al subir en cerca de tres. Hay de diferencia
de nivel entre la estación y el pueblo unos 420 metros, y para cuando
la vía férrea en su sinuoso trazado llega más adelante,
cerca de Parana, en la boca S. del túnel del Capricho, ha tenido
que recorrer 20 kilómetros. Paraná es un pueblo muy pequeño,
situado en pintoresco paisaje, en las orillas del riachuelo de su nombre,
con 368 habitantes, y cuya principal industria es la fabricación
de almadreñas de haya.
Desde el Carrascal, y pasado el arroyo Conforceo, la vía se dirije
al N. E. bajo los montes de Cueva y de la Yera, atravesándolos con
el túnel de
Valvenir, de 641 metros, para salir en una angostura
sobre los barrancos de la Sera y de la Sarrona al pié de peladas
y eminentes laderas. Cambia después rápidamente al N. en las
Cangas de Boronil formando el extenso túnel de
Ventanoso de
759 metros, y se encorva antes de terminar, hacia el O. bajo el alto de las
Plantas, abriéndose de nuevo la vía sobre el angosto valle
del Conforceo. Detrás de estas elevadas vertientes del Ranero están
los solitarios rincones de Santibañez, con su gran cueva en la peña
caliza, de Murías y de Nembra, y repasando las otras cumbres que los
dominan está el valle de Aller, con sus numerosos pueblos y sus ricos
criaderos carboníferos. Por este valle se proyectó hacer pasar
esta gran vía de Pajares, en uno de los estudios preparatorios.
La siguiente Carba de las Cuestas se atraviesa con el túnel de
El
Salguero, de 171 metros, y para contornear sobre los vallecitos del
Parana la eminente altura de Peñas Agudas y los arroyos y barrancos
que bajan de ella, se pasan: el túnel de
Peñas Agudas
bajo el canto de Los Llanos de 264 metros; el de
Valdecales recto
de 250 sobre el pueblecito ó barrio de San Andrés de Paraná;
la barrancada de La Llaneza y la gran vuelta ó túnel en ese
de
Llanticon ó de la Sorda, que cambia la dirección
N. O. que trae la línea hacia el N. E. y N., cuyo trozo de vía
comprendido entre la estación de Parana y el túnel de Peñas
Agudas se le ha denominado
El Guitarrillo, por su forma especial.
Cruza el túnel del
Llanticon el valle del Espinal y termina
en el de Bobia, sobre el barranco de la Sorda, y formando de nuevo otra
revuelta al O. al replegarse en la montaña, entra la vía en
el túnel de
Bosnacil, en el kilómetro 78, con una longitud
de 225 metros, para salir sobre la hondonada y el arroyo de su nombre,
cruzar la fuerte trinchera de la colina de Los Tintones, pasado el arroyo
de Las Cerezas y entrar en el túnel de
Boteto, de 210 metros.
El gran collado de
Congostinas, que se alza sobre el estrecho y retirado
vallecito de este nombre, se atraviesa con el túnel así llamado,
curvo, de 328 metros. Debajo de él, casi en la misma vertical y á
la profundidad de 242 metros, pasa la vía por el túnel del
Capricho, formando una especie de lazo, como el tan conocido de Brañuelas,
en la línea de Galicia. Revuelve el trazado en la montaña,
con dirección al N. y cruza los dos túneles de 135 y 167 metros,
que salvan con un pequeño claro el barrancal de
La Roza, para
pasar después las grandes trincheras que se abren sobre los caminos
y el rio de Congostinas, entrando después en el gran túnel
curvo-recto de Congostinas, de 1.154 metros, que dirige el trazado hacia
el N. O. terminando en el kilómetro 82 sobre el arroyo
Linares,
que tiene inmediato el túnel de este nombre, de 60 metros. En una
horizontal de 300 metros, que empieza en el arroyo de San Pelayo, se encuentra
la escondida estación de:
LINARES, kilómetro 82,200,
á 777 metros sobre el nivel del mar. Cambia la vía al Sur para
revolver al E., en los túneles de
Las Rozadas, de 222 y 245
metros, y asoma sobre el estrecho valle de Buron, desde cuyo paso se vé
al frente, á muy corta distancia y á la profundidad de 130
metros, la vía férrea, que después de dar la gran vuelta
de Malvedo, baja por la ladera de Los Picos de Navedo hacia el túnel
del Capricho, recorriendo entre estos dos puntos tan cercanos un desarrollo
de siete kilómetros. Pásanse en aquellas angosturas los dos
túneles de la collada de
Colombiello, de 165 y 42 metros, dejando
al barranco Periones entre ellos, y después el pintoresco vallecito
de
Via Caballos, el túnel de este nombre, de 170, el arroyo
de la Tejera, una fuerte curva en una trinchera al pié de Cimadevilla
y sobre el arroyo Agua del Rio y el túnel de
La Raza de las Cruces,
de 375 metros, debajo del camino de Casórvida.
Sobre el arroyo de Valdetocino y pasando los caminos de Malvedo y el arroyo
Reija, describe la vía una curva á cielo abierto, al pié
de Yandecales, y á muy corta distancia de la estación de Malvedo
y del pueblo de este nombre, que están á 56 metros por debajo
de este punto y para llegar á los cuales recorre la vía 3 kilómetros,
dando la gran vuelta circular de la cañada de Bustiello, la más
septentrional y escondida de todo el trazado, al pié de las cimas del
Ranero y sobre la linea de Campomanes, por donde pasaremos, después
de dejar atrás á Puente los Fierros. El túnel de
Bustiello en recta-curva, y de 879 metros, vá desde el arroyo
de Yandecales al de la Valluga con una pendiente de 0,02, y después
se atraviesan el vallecito de este nombre, punto el más septentrional
del trazado; el túnel de Sierros de 130 metros; la curva de Llamas,
con sus tres barrancos en el valle asi denominado; los términos de
La Braña y Terrona y el túnel curvo de
La Corrada, de
285 metros; el claro del barrio de La Caseta en el valle de
La Laguna
y el túnel de este nombre, de 110 metros, que termina sobre el barranco
de La Forcada ó Reya, inmediato á la estación dé
MALVEDO: kil. 88 a 668 metros sobre
el nivel del.mar. El pueblecito de Malvedo está situado á corta
distancia de la estación, entre las arroyadas de Valdetocino, Reya
y Yandecales, que bajan de la ladera que hemos atravesado en la vía
hace un momento, y cuyo paso superior se distingue perfectamente por entre
los cortes de las trincheras. El trazado, en este paso inferior y en un trayecto
de más de tres kilómetros sigue casi paralelamente, en dirección
contraria, las sinuosidades que arriba describe, pasando por el túnel
de
Val de Haces, de 245. metros; el arroyo y valle de Casórvida,
correspondientes al lugar de este nombre, que tiene 190 habitantes; el arroyo
de San Sebastian y el camino de Linares; las fuertes trintreras del
Carbayo; el valle de vía Caballos y el arroyo Periones, que ya hemos
pasado 6 kilómetros antes; los dos túneles de los
Picos de
Navedo, de 62 y 110 metros; el camino de Casórvida á las
Riviellas, Collada de Pando y Buelles; el túnel de
Riviella Buron,
de 42 metros, y los fuertes barrancos y trincheras de
Turrientas, hasta
el arroyo de Congostinas, al pie del cual, y á la izquierda de la
vía, se alza este pueblecito, que tiene 155 habitantes. Atraviésase
el macizo y collado de Congostinas, por debajo del monte de Tacon redondo,
con el gran túnel del
Capricho ó de
Congostinas-Parana,
recto, de 1.809 metros y de una pendiente de 0,019. Hay á su salida
una plazoleta formada por muchas casas de operarios, en medio del hondo paisaje,
que se extiende hasta el riachuelo de Parana; y desde aquel punto se distingue,
en lo alto, la bella perspectiva de las colinas, cerros y montes, cuajados
de hayas, que acabamos de atravesar, y en los que, á trechos, se perciben
las escombreras de los túneles, los terraplenes y las lineas que cortan
las laderas, á cerca de 300 metros de altura sobre nuestras cabezas.
En un repliegue del terreno hacia el S. está el pueblecito dé
Parana; más arriba, en la oblicua rasante que baja de Peñas
Agudas, se vé el barrio de San Andrés, entre las arboledas de
enfrente; al otro lado del arroyo se esconde Villar, y pasado, en una curva,
el arroyo de la Sorda; en el barranco del mismo nombre se atraviesa el hermoso
Viaducto de Parana, por cuyo fondo corren las aguas del riachuelo
así llamado, á más de 30 metros de profundidad, á
unirse con las del rio Pajares, á muy corta distancia de aquel punto.
Estamos ya en término de Puente de los Fierros; pero necesitamos
bajar aun 55 metros para llegar á la línea de su estación,
cuyo desnivel se salva recorriendo un trayecto de tres kilómetros:
por las alturas que rodean á este pueblo, pasando por una curva, al
descubierto, desde la cual se descubre en un segundo el bello panorama del
curso de Pajares, hacia Campomanes; por el túnel de
la Parra de
91 metros, abierto sobre la carretera que une á Puente con Veguellina;
por la barrancada de Orria, que da frente á Veguellina y á la
estación y por los dos túneles que forman casi un círculo:
el de Orria de 1032 metros, en pendiente de 0,02 y sobre cuya boca de salida
cruza la carretera de Pajares, en su extremo inferior, y el de El Batan, que
empieza en el rio Pajares y termina en la hondonada de Veguellina, á
unos 100 metros de la estación de:
PUENTE DE LOS FIERROS, k. 96, á
515 metros sobre el nivel del mar. La Veguellina es un lugar de 140 habitantes,
muy aumentado en estos últimos años, á
consecuencia de ser el punto de emplazamiento la estación. Extiéndese
por ambos lados de la carretera general de Castilla,, en
la angostura que forman los altos de Orria y del Fresnedo, por entre los que
corre; el Pajares. Para asentar la estación y sus dependencias,
almacenes, oficinas de las obras, fonda y otros edificios ha sido necesario
robar á las colinas un gran trecho, esplanándolo sobre la orilla
izquierda del rio y afianzándolo con un colosal muro de sostenimiento.
En este rincón de La Veguellina, es donde durante mucho
tiempo se han detenido los viaijeros de los trenes de Asturias para
tomar los coches que hacían la travesía del Pajares. Aquí
también han estado las oficinas de la dirección facultativa
de las obras de los trozos 3 ° y 4.°, últimos del trazado
del puerto, de que ha sido contratista general el reputado ingenieno Sr.
D. Eduardo Calleja, é ingeniero encargado el Sr. D. Rogelio Inchaurraudieta.
Para la mejor y más rápida ejecución de los trabajos,
construyeron estos señores un tranvía, un puente colgante de
alambre y un plamo inclinado, que debian subir los materiales desde
el nivel de Puente de los Fierros al de las obras, sobre el Collado de Congostinas,
para distribuirlos en todas las labores de perforacion y revestimiento de
aquella zona. El puente y el plano constituyen uno de los detalles más
curiosos de las obras del Puerto.
Desde la estación emplazada en La Veguellina parte un tranvía
de 0,50, cuyos wagones se arrastran con caballerías. Al llegar al barranco
del Pajares, por el cual pasa la carretera general, se salva este con un
atrevido y esbelto puente colgante, suspendido á 40 metros sobre el
nivel del rio, formado por 250 hilos libres de gran resistencia, que sostienen
el tablero dispuesto en arco, de un metro de flecha y cuya longitud es de
98 metros. Los cables que le suspenden se apoyan en dos muros de bastante
elevación, alzados sobre las rocas de ambas orillas. El aspecto de
esta obra, vista, ya desde el pueblecito, ya desde la carretera á
cierta distancia, ya desde los bordes mismos de las laderas es sorprendente
y casi fantástico, puesto que se destaca á grande altura, delineado
con singular lijereza, en medio de un hermoso cuadro de vegetación
al que parece servir de marco superior y que contiene en su centro el rio,
la carretera, las casas, un puente de piedra, una ermita, grandes macizos
de castaños, otro viaducto de la vía y un concurso animado siempre
de gentes, que se mueven en todos estos accidentes del panorama. Fué
construido este puente por la acreditada fábrica de Moreda y Gijon,
de Gijon. Desde el extremo derecho del puente parten dos vías: una
á la derecha, al túnel de Parana-Congostinas y otra la izquierda,
al pié del plano inclinado, que se encuentra á corta distancia.
Una grúa, situada en el extremo inferior de este, coje un wagón
cargado y lo coloca sobre la plataforma de los carrilles del plano. El teléfono
avisa á la estación alta de la Collada, donde se pone en movimiento
la máquina de vapor, y el wagón sube arrastrado por un cable
de 15 milímetros, mientras otro baja, caminando ambos por una sola
vía con cruce en su centro, y por una pendiente de 22° á
40º salvando en breve tiempo, la altura de 350 metros. Otra grúa
saca el wagón de los carriles en lo alto y se hace la descarga, trasportándose
los materiales por diversos procedimientos hasta la línea férrea,
Con estos ingeniosos elementos han conseguido los señores Calleja
é Inchaurraudieta poner en la elevada línea del nivel de gran
parte de las obras de los últimos trozos los grandes acopios de materiales,
que han sido precisos para que no se detuviera el trabajo ni un solo dia;
como los señores Regueral y Sanz han empleado á su vez el tranvía
general exterior, para la perfecta ejecución de los primeros trozos
del puerto. El tranvía, puente y plano han venido á costar
un millón de reales.
El pueblecito de Puente de los Fierros que cuenta unos 80 habitantes en
tiempos normales, lleva con justicia el verdadero nombre que tiene:
Los
Puentes, porque situado en la confluencia de las cuencas del Parana y
del Pajares y de los caminos que por ellas hay trazados, ostenta numerosos
pasos de puentes en breve espacio. Hoy, con las obras de la vía férrea
este número ha aumentado, y es seguro que en el trecho de unos 500
metros se pueden contar hasta 10 puentes de todas clases. También
esta población, como la de Busdongo, está destinada á
perder mucho de su actual importancia, desde el día de la apertura
total de la linea ya que sólo quedarán ambas reservadas, como
especiales puntos de parada, para cuando las grandes nieves cierren ó
dificulten en algunas ocasiones escepcionales el paso de los trenes.
Estos angostos desfiladeros de Puente fueron fortificados y defendidos en
la campaña de la Independencia, por el general don Francisco Javier
Losada, cuando habiendo evacuado á Asturias el general francés
Bonnet, volvió este a invadir el pais con dos divisiones, una de las
cuales, mandada por él, avanzó por el Pajares, resistiendo el
nutrido fuego de las avanzadas españolas que mandaba el coronel Treviyano.
En su retirada sobre el Narcea, ordenó Losada á lo más
aguerrido de su división asturiana que se sostuviese y defendiese
en Puente de los Fierros, mientras su ejercitó se replegaba en buen
orden, y así lo hicieron los animosos montañeses, impidiendo
al general Bonnet que entrara en el pueblo, que fue valerosamente defendido
por aquellos, hasta que se unieron á sus compatriotas, puestos ya en
salvo. (5 y 6 de Noviembre de 1811.)
En Puente de los Fierros termina la travesía del Puerto, de los famosos
montes Víndicos, aunque no acaban aun las difíciles obras que
tiene como complemento hasta llegar al valle de Lena. Titánica y admirable,
digna de ser siempre recordada con justísimo aplauso, ha sido la campaña
realizada en estos últimos años por la Compañía
de los Ferros-Carriles de Asturias, Galicia y León, bajo la sabia y
discreta dirección del Excmo. Sr. D. Ángel Clavjjo, para terminar
las dos grandes vías de Galicia en 1883 y de Asturias en 1884, que
ha puesto en directa comunicación y contacto á estos países
tan ricos, productivos, interesantes y pintorescos con el resto d»
la Nación.
En este libro, pues, único hasta hoy publicado respecto á
la descripción detallada de esta vía férrea, es de justicia
el consignar los distinguidos nombres de los infatigables obreros de la civilización,
que con su inteligencia y su actividad, han contribuido principalmente á
la ejecución y terminación de estas grandes obras, secundando
las órdenes y propósitos del respetable Consejo de Administración
de la Compañía, compuesto de los Excmos. Señores Duque
de Sexto presidente, D. Práxedes M. Sagasta y M. Armand Donon vicepresidentes,
marqués de Pidal, conde de Morphi, conde de Esteban Collantes, D. Ángel
Clavijo, don Francisco Sepúlveda, D. Ernesto Polach, don Juan Fontan
Rodríguez, D. Arcadio Roda, don Sabino Armada y Valdés, D.
Pedro Sofolongo y D. Manuel Quiroga Vázquez.
Han dirigido y ejecutado las obras del paso difícil del puerto de
Pajares los señores siguientes:
CONSTRUCCIÓN.
Ingenieros directores:
Don José Oliva, ingeniero en jefe, constructor de importantes lineas
de Italia.
Don Narciso Aparicio, ingeniero jefe de la división de Asturias.
Don Francisco Javier Sanz, ingeniero de los trozos primero y segundo.
Don Rogelio Inchaurrandieta, ingeniero de los trozos tercero y cuarto.
Don Carlos Ángulo.
Don Amoldo Sizzo.
CONTRATISTAS EJECUTORES.
Don Francisco de Buergo y el ingeniero Don Salustiano Regueral, de los trozos
primero y segundo.
Don Eduardo Calleja, autor del estudio de todo el trazado, ingeniero, contratista
de los trozos tercero y cuarto.
VÍA Y APARATOS.
Don Vicente Valagussa, ingeniero jefe.
A sus órdenes:
Don Huberto Vighi.
Don José Smolinski.
Don Ramón Cuétara.
SECCIÓN DE PUENTES.
Don José Sangiorgio.
A fin de que el lector siga con facilidad los detalles de los túneles
del Puerto, que van perfectamente consignados en el croquis gráfico,
se completa la descripción con la siguiente lista:
Nombre de los túneles.
La Perruca....................3.065
Canto del Estillero.......... 236
La Pallariega. . . .........964
El Corollon......................318
Peña Negra.......... . . . 297
Canto de los Galanes.......406
ESTACIÓN DE PAJARES
Corro de la Tienda. ... .224
El Serron......................277
Las Nieves...................215
La Laguna....................374
El Bescon..... . . . .132
Pandoto...... . . . . 314
El Romeron. ...... . . .164
El Topeal...................... 331
La Pisona... . .
.1.053
La Reigosa....................249
El Ranero......................495
Los Troncos...... . . 338
Manga del Pozo... . ..541
Establon.......................435
Mudrielo......................376
La Gramea.......... . 667
La Polea.........................88
Navidiello.....................263
ESTACIÓN DE NAVIDIELLO
El Carrascal....... . . .131
Valvenir..........................634
Ventonoso.................... 741
El Salguero........ . . . 171
Peñas Agudas.... . . . 264
Valdecales................ 250
Llanticon . . . .
.1.072
Bosnacil.................... 225
Boteto....................... 210
Congostinas.. . .
328
La Roza.................... 135
La Roza.................... 167
Congostinas II... . 1.154
Linares.......... . .
60
ESTACIÓN DE LINARES
Las Rozadas. . . . .
222
Las Rozadas. . . .
245
Colombiello. ..........
165
Colombiello. ...........
42
Via Caballos. .......... 170
Rasa de las Cruces. . 375
Bustiello..................... 879
Sierros....................... 130
La Corrida................. 285
La Laguna.................. 110
ESTACIÓN DE MALVEDO
Valde Haces. . . .
245
Picos de Naredo. . .
62
Picos de Navedo. . . 110
Riviella Buron...... . .
42
Capricho.................... 1.809
La Parra....................... 91
Orria.......................... 1.032
El Batan...................... 325
ESTACIÓN DE PUENTE LOS FIERROS
"Caminos de Hierro de León,
Asturias y Galicia - De Palencia a Oviedo y Gijón, Langreo, Trubia
y Caldas", Ricardo Becerro de Bengoa
Cronista de Vitoria, Catedrático de Física y Química,
Académico correspondiente de la Historia, etc.
Palencia, 1884, Alonso y Z. Menendez, Editores, D. Sancho, 13.