Portada.Historia.Tecnología.Sociedad.Enlaces
Instalaciones de transporte 
4.   Aparatos combinados

Al hablar de los elevadores corrientes de cangilones se dijo que para la carga de estas máquinas se necesitaban de 3 a 4 hombres. Las disposiciones que aparecen en las figuras 91, 91 a, 91 b y 91 c constituyen una excepción, ya que en ellas el elevador, que penetra por su propio peso en la barcaza, no necesita personal para la carga, a excepción del final de la operación, en que los restos deben ser amontonados para su carga por el elevador. Otro tanto ocurre con los transportadores de cinta. Hay, sin embargo, máquinas que no precisan personal para la carga y este es el caso del aparato que describiremos a continuación, construido por Heinzelmann, el que, como puede observarse en la figura 100, está provisto de unos transportadores de tornillo sin fin que recogen y acumulan los materiales delante de los cangilones. Esta máquina se compone de las siguientes partes esenciales (véanse figuras 99 y 100): Un carretón, que está provisto de orugas para su desplazamiento, soporta un armazón, sobre la que se apoya el elevador de cangilones. El elevador está provisto del aparato de carga automática de que se habló anteriormente. Un motor, que puede ser de gasolina o eléctrico y de una potencia de 10 ó 12 CV., pone en movimiento el elevador por medio de una transmisión de cadena. El elevador vuelca los materiales sobre un transportador de cinta, montado sobre un bastidor que puede oscilar libremente en todas direcciones.

Fig. 99
Un solo motor mueve todos los elementos de la máquina, que por medio de sus orugas puede circular por terrenos desiguales.


Fig. 100. Carga de gravilla sobre un camión.
Sus aplicaciones son muy variadas. Puede servir para retirar rápidamente los materiales descargados por el equipo de camiones basculantes de que hablábamos en el n.° 39, párrafo 4. En obras muy extensas puede descargar en una larga cinta de transporte; en otras puede descargar en una tolva.

Fig. 101
En la figura 99 la distancia de transporte es 7,7 m. ; el ancho del carretón alcanza 2,8 m. Cuando las distancias de transporte son de más de 100 m., conviene descargar en silos o tolvas, provistas de bocas de descarga del tipo de las representadas en las figuras 102 y 103, y descargar estas tolvas en vagonetas.

Fig. 102


Fig. 103
Respecto del resultado económico de esta clase de máquinas, dice la oficina de transportes municipales do Göttingen:

« El aparato empleado para la carga de gravillas para hormigón no necesita más que un solo hombre y absorbe 30 amperios a 220 voltios de tensión, lo que es equivalente a 8 C.V., con un coseno de fi en la red de 0,85. Anteriormente tres hombres cargaban 3 m.3 de gravilla en 25 minutos; la máquina con un solo hombre necesita 5 minutos, lo que supone un ahorro de dos obreros y de un 400 % de tiempo. El consumo de energía por cada 3 m.3 es de 1 1/2 kw. Aunque el valor de la mano de obra varía con las localidades, puede apreciarse la importancia del ahorro obtenido».

El rendimiento horario de la máquina es, por consiguiente, de 3 . 60 : 5 = 36 m.3. Esta cifra, sin embargo, parece demasiado elevada.

Fig. 104
En las figuras 104 y 105 se representa una máquina semejante más ligera, construida por C. Eitle, de Stuttgart, trabajando en combinación con un transportador de cinta. Esta máquina es sencillamente un elevador de cangilones autocargador que puede oscilar en un ángulo de 60° sobre el carretón en que va montado. Este aparato, fácilmente transportable, tiene una capacidad horaria de unos 20 m.3; está especialmente estudiado para trabajar con arenas, gravillas y gravas, pero no es apto para mover materiales en grandes trozos, tales como piedra partida gruesa.

Su funcionamiento  es como sigue :

Se lleva la máquina al material que se desea elevar y se coloca el transportador de cinta bajo la boca de descarga de éste. Una vez puesto en marcha, el aparato recoge por sí mismo el material, a cuyo fin los cangilones están provistos de dientes semejantes a los de las excavadoras. Un obrero le hace oscilar a la derecha o a la izquierda según convenga. Como la descarga está colocada precisamente en el punto de giro, la descarga se realiza siempre en el mismo punto y no es preciso mover el transportador de cinta. Cuando la máquina ha agotado el sector en que estaba trabajando se le hace retroceder sin que sea preciso alterar la posición del trasportador, previsto que se haya elegido uno cuya tolva de carga sea lo suficientemente larga. A este fin conviene que la tolva de carga del elevador sea de tal longitud que permita movimientos del elevador hasta de 1,5 m. En estas condiciones y trabajando en montones de unos 5 m. de altura sólo es preciso mover el transportador al cabo de haber cargado 25 m.3.


Fig. 105. Aparato para cargar gravas de Eitle, Stuttgart.

Naturalmente, cabe realizar combinaciones semejantes con un elevador de cangilones transportable como el de la figura 92 a y un transportador de cinta.


"La práctica del hormigón armado"  Dr. Ing. Luz David (Arquitecto Jefe de la Municipalidad de Berlín)
Editorial Labor S.A. , Barcelona, 1933