Vivir es un «arte»...
y en cuanto tal puede y debe ser objeto de aprendizaje.
Y cuál es el aprendizaje más importante en la vida: el relativo al arte de «ser» y de «vivir».
Hace falta toda una vida para aprender a vivir.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir.
La mayoría de la gente existe, vegeta, eso es todo. (O. Wilde 1854-1900)
La vida de cada ser humano es una obra personal,
cuya realización no debe someterse a mandatos ajenos.
Existen posibilidades para que cada uno llegue a vivir su propia vida de un modo verdaderamente humano.
Para ello, aunque disponemos de mucha técnica, tenemos poca sabiduría.
El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive.
(F. Dostoievski 1821-1881)
Lo realmente importante no es vivir, sino vivir bien.
Y vivir bien significa vivir de acuerdo a nuestros propios principios.
La manera más grande de vivir con honor en este mundo, es ser lo que uno pretende llegar a ser.
(Sócrates 469-399 A.C.)
Tan sólo por la educación el hombre puede llegar a ser verdaderamente humano.
El ser humano no es más que lo que la educación hace de él (E. Kant 1724-1804).
En nuestras sociedades la exaltación de la personalidad ha conducido a unas cotas asombrosas de necedad: se trata de aparentar ser «alguien». Se exalta la fama, se nos vende una determinada idea de libertad, de progreso, de bienestar, de felicidad... (M. Cavallé, filósofa)
En la era de la «posverdad», debemos denunciar la manipulación y la mentira, fomentar el afán por lo verdadero, estimular la actitud crítica y dotarnos de criterios para contrastar la realidad.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
La libertad está en ser dueños de la propia vida.
El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo.
Frente la frenética vida del consumismo, la degradación y la dispersión son necesarios estilos de vida cada vez más sanos, más auténticos y más armónicos con la conservación de la Casa Común.
La sofisticación es el umbral de la degradación.
Nuestra integridad no pasa por responder a las leyes del mercado.
La verdadera sabiduría viene a cada uno de nosotros cuando nos damos cuenta de lo poco que entendemos acerca de la vida, de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Nuestra gran tarea como seres humanos:
Desde el trasfondo bíblico estas son las dos grandes tareas humanas: Habitar en el mundo y buscar a Dios.
Más allá de la satisfacción de nuestras necesidades para la supervivencia:
avanzar, crecer en la comprensión del mundo, de la vida, de las acciones de los seres humanos.
Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
(L. Tolstoi 1828-1910).
Quien quiera mover al mundo, debe moverse primero a sí mismo.
Retírate dentro de ti mismo, sobre todo cuando necesites compañía.
Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. (Sócrates)
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Hay quienes, aunque miran no ven, y aunque oyen no escuchan. Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
(Proverbio árabe).
Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón. (Confucio 561-479 A.C.). En tu corazón brilla la estrella de tu destino. (F. von Schiller 1759-1805). El ser humano debería procurar ante todo evitar los reproches de su propio corazón.
Vivir de manera buena, bella y justa es una sola cosa.
La Vida Buena es un estilo de vida marcado por la sencillez, la honestidad, la frugalidad en el consumo, la solidaridad con los demás, con el medio ambiente. Es también una vida de dedicación al trabajo, el servicio a la sociedad, el cultivo de la inteligencia espiritual y la alegría de vivir.