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3 i 4 de La Vanguardia de 30-06-1914
EN RIPOLLET
En la pintoresca población de Ripollet se celebró ayer
con gran solemnidad la inauguración del edificio destinado a
Escuelas nacionales, donado al Ayuntamiento
por los filantrópicos señores doña Encarnación
Buxó, en sus calidades de propietaria y usufructuaria de los
terrenos que cedieron, doña María Torras, viuda de Almirall,
que ha pagado el edificio y el señor Roviralta que ha cedido
la uralita necesaria para al tejado de aquél.
La mayor parte de los invitados salieron de Barcelona en el tren que
parte de la estación del Norte a las 9'55 de la mañana.
A las once menos cuarto llegó a Ripollet, en su automóvil,
el rector de la Universidad, doctor don Valentín Camila, al que
acompañaban el jefe de sección de primera enseñanza,
don Rafael Vidal, que ostentaba la representación del gobernador
civil y el inspector provincial de primera enseñanza don Dimas
Fernández. Poco después llegaron en otro automóvil
el diputado a Las Cortes por el distrito, señor Turull y el concejal
de este Ayuntamiento, señor Vidal y Valls.
Las autoridades y los invitados se reunieron en la Casa Consistorial
de Ripollet.
Entre los allí reunidos, aparte de los ya citados, recordamos
al alcalde de Ripollet, don Miguel Clós Miret; a los concejales
de aquel Ayuntamiento señores Roca, Gorchs, Novinés, Vila,
Nebot, Font, Ramón, Navinés Gobern y Corominna, y el secretario
señor Torras; el juez municipal, don Ernesto Sales; el fiscal,
don Francisco Magriñá; el maestro,don Francisco de P.
Comenge; el inspector de zona de primera enseñanza, señor
Xandrí; el alcalde de Sardañola, señor Altimira,
y el teniente de alcalde, señor Fatjó; el secretario de
Ripollet, don Rodolfo Camprubí Víntró: la maesira
daña Concepción Misarach.; la de Sardañola, doña
Francisca Servelló; las señoras vocales de la Junta, doña
Eulalia Parellada y doña Francisca Mutjé; el médico,
don Mario Capella; el presidente de la Asociación de Maestros
de la provincia de Barcelona, señor Martorell; los señores
Roviralta, Fatjó y Caballé, y otros que sentimos no recordar.
A las once y cuarto se organizó la comitiva en el Ayuntamiento
y precedidos por los niños y niñas de las escuelas nacionales,
con sus estandartes y una banda de música se dirigieron los reunidos
a la iglesia en busca del rector de la parroquia, Rdo. don Eduardo Cusco.
Este, revestido con los ornamentos y asistido por el vicario Rdo. Canas
y por el reverendo Bagueres para escolapio de Sabadell, presidió
la procesión que se organizó y que recorrió las
principales calles de la población hasta la calle del Sol, donde
están emplazadas las nuevas escuelas.
Las campanas fueron echadas al vuelo y muchos balcones de las casas
ostentaban colgaduras.
Presenció el paso de la comitiva casi toda la población.
Al llegar la procesión a las nuevas escuelas, el cura párroco
bendijo al edificio. Este
es magnífico, de planta baja con dos
espaciosos locales independientes para niños de ambos sexos,
contando con dos hermosos patios.
Lo mismo la orientación que su esbeltez y distribución
merecen todo género de elogios.
En el local destinado a niños se celebró el acto de la
inauguración, ocupando la presidencia el rector de la Universidad,
doctor Canilla, quien tenía asu derecha á los señores
Turull, Gassó y Vidal y Vidal y Valls y a su izquierda alos señores
don Rafael Vidal, don Dimas Fernández y al alcalde don Miguel
Clós.
A su alrededor se sentaron las demás autoridades ó invitados.
También ocupaban sitio preferente junto al estrado, las gentiles
señoritas Josefina Vandellós, Mercedes Vila Miserachs,
Pepita Comenges, María Coral, Paulina Vila, Conchita Vandellós,
Enriqueta y Lolita Martínez, Lolita Vila y Dolores y Francisca
Canals y las distinguidas familias de Garcés, Vila, Martínez,
Camprubí, Hernández, Mañosa, Fatjó y otras.
Comenzó el acto leyendo el ilustrado majestro de la población,
don Francisco de P. Comenge un notable discurso enorgulleciéndose
de las nuevas escuelas fue se inauguraban y felicitándose de
que hubieran terminado en Ripollet aquella serie de luchas que en otro
tiempo tanto le perjudicaron y cuya prueba
más latente de la próspera senda emprendida era la inauguración
que en aquellos momentos se celebraba.
Dedicó, además, entusiastas elogios á los filántropos
donantes y al diputado á Cortes por el distrito Sr. Turull á
cuyas gestiones se debía la concesión por el gobierno
de parte del material pedagógico necesario para el debido funcionamiento
de aquellas escuelas.
Terminó indicando que los niños acostumbraban á
ser fieles imitadores de las acciones buenas ó malas de sus antecesores
y que el ejemplo dado con aquel hermoso acto necesariamente habrá
de dar un satisfactorio resultado en el día de mañana.
Fue muy aplaudido al terminar.
Seguidamente los niños Miguela y Atilano Carrascosa recitaron
inspiradas poesías y la niña Josefa Uñó
pronunció un hermoso discurso de salutación y de agradecimiento.
El señor Gassol y Vidal, en nombre y representación de
las señoras doña Encarnación Buxó y de doña
María Torras, viuda de Buxó, esposa, y tía respectivamente
del orador, en sentidas é inspiradas frases ofreció al
ayuntamiento de Ripollet los terrenos del edificio, indicando que le
obligaba á hablar la modestia de las donantes ya que lo habían
hecho en forma tal, que ni en la escritura decesión figuraban
para nada sus nombres.
Terminó abogando porque en las nuevas escuelas se dieran sanas
enseñanzas, con objeto de lograr en su día formar hombres
de verdadero provecho para la patria.
El diputado á Cortes señor Turull pronunció á
continuación un elocuente discurso, enalteciendo el acto míe
se celebraba y ofreciéndose al pueblo de Ripollet para cuanto
pudiera sedundar en pro de su bienestar, cultura y prosperidad.
El rector de la Universidad, doctor Carulla, comenzó diciendo
que la única vía del progreso era la cultura y que ésta
se engendraba en la escuela, por lo que el acto que en aquellos momentos
presidia no podía ser para él ni más grandioso
ni más simpático.
Añadió que de nada servían los desvelos de los
maestros si sus enseñanzas no podían desenvolverlas en
locales adecuados y que reunieran las debidas condiciones.
Dijo que cuando visitaba una población, su primera curiosidad
consistía en ver si á la sombra del alto campanario de
la iglesia se alzaba una escuela que reuniera las condiciones adecuadas,
ya que entendía que no bastaba el que sus habitantes fueran buenos
y religiosos, sino que era preciso que además fueran cultos.
No llegaremos al completo perfeccionamlento y engrandecimiento de la
patria, dijo, hasta que se logre que todos sus ciudadanos sepan leer
y escribir.
En inspirado párrafo hizo resaltar que el que los ayuntamientos
no contaran con medios suficientes, no podía servir jamás
de excusa para que la enseñanza no fuera debidamente atendida,
ya que, añadió, nunca faltan hijos predilectos como los
que hoy tenemos el gusto de admirar, que con su filantropía y
omor á la cultura de sus conciudadanos realicen actos tan hermosos
como el de estos señores.
Anadió que el cuadro que siempre le había Conmovido en
la vida, era el que presentaban al niño de corta edad que lee
los libros ó los periódicos á sus padres o abuelos.
Dijo que al nombrarle rector de la Universidad no faltó quien
le manifestara que lo que le había de dar más disgustos
eran los asuntos referentes á la primera enseñanza declarando
que precisamente era lo único que no le había dado ninguno.
Hizo un cumplido eloerio de los maestros de esté distrito, indicando
que lo mejor que podía decirse en su favor, era que en vez de
preocuparles el aumento de sus sueldos, la mayor parte de sus peticiones
consistía en remesas de
material pedagógico para poder mejor enseñar.
Terminó su elocuente é inspirado discurso el doctor Carulla,
felicitando al pueblo de Ripollet, á los generosos donante"
y á los maestros de aquellas escuelas, ofreciéndose á
cooperar en las gestiones que en favor de la cultura tan acertadamente
viene practicando el diputado á Cortes por el distrito señor
Turull.
También pronunciaron elocuentes discursos el señor Vidal
y Valls, que como hijo de la población dio las gracias por el
donativo del nuevo edificio y dedicó un cariñoso recuerdo
al que fue antiguo maestro señor Torras, al cual, dijo, deben
muchos hijos de Ripollet el poseer una carrera, y el inspector de zona
señor Xandri, que anunció que aquella escuela que hoy
era mixta se convertiría en breve en graduada, y terminó
proponiendo que se colocara en las escuelas una lápida
con el nombre de los generosos donantes para que se perpetuara su memoria.
Todos los oradores fueron muy aplaudidos.
A continuación se repartió á los niños unas
bolsas con bombones y luego cantaron aquéllos el "Himno
de la bandera," con lo cual se
dio por terminado el acto.
Las autoridades é invitaos recorrieron después detenidamente
los locales " poco después de la una, en el departamento
destinado á niñas, fueron obsequiados con un banquete
sentándose á la mesa 50 comensales.
La presidencia fue ocupada por el doctor Canilla, quien tenía
á la derecha á don Rafael Vidal, don Dimas Fernández,
alcalde y cura párroco, y á su izquierda á los
señores Turull, Gassó, Vidal y Valls, Roses y Xandri.
Al descorcharse el champaña pronunciaron elocuentes brindis los
señores Turull, cura párroco, Gassó y Carulla.
La mayor parte de los invitados regresaron á esta ciudad en los
trenes de la tarde muy complacidos de la fiesta que acababan de presenciar
y de las atenciones de que acababan de ser objeto.
Nosotros, debido á, la galantería del diputado á
Cortes señor TuTuti, regresamos en su automóvil á
esta capital, con lo que pudimos hacer una travesía mucho más
cómoda y menos calurosa.