LA FORMULA INMORTAL

Hace cien años, en una enorme mansión, habitaba un viejo sabio chiflado, que poseía la formula de la inmortalidad. A cien millas de allí, un ladrón y un gángster se unieron para robar la fórmula. Una noche mientras el sabio chiflado dormía, entraron y le robaron la fórmula secreta.

Al día siguiente, cuando se despertó el viejo, al no ver la fórmula, de la rabia se transformo en una bestia. I fue corriendo a buscar a los supuestos impostores.

Cuando los encontró, los mató a arañazos. A la mañana siguiente un hombre pasó y vio los cadáveres y contrató a un detective profesional. I todo se arregló al encontrar a la bestia.

DALMIR

EL ROBO DEL CASTILLO

Pues yo os voy a contar una historia de un astuto gángster y un malvado ladrón. Esa historia empieza cuando los dos delincuentes, se encontraron en un día de lluvia. El ladrón le preguntó al gángster si le quería ayudar a robar una cosa muy interesante: la máquina de buscar cosas valiosas, con su detector de metales, del sabio chiflado, que vivía en su castillo y se llamaba Renal.

El gángster, por supuesto que dijo que sí! Él, pero, propuso que la máquina sería para los dos, y que a partir de ahora serian socios. Los dos aceptaron y cogieron el camino hacia el lejano castillo que se encontraba en la cima de la montaña más tenebrosa y oscura del mundo: "Ántiblack"!

Los dos, pues, se encontraron una camioneta vieja y destrozada para hacer de músicos con sus falsas fundas de violín, ya que el gángster le había dado una al ladrón.

Al cabo de dos días, llegaron al viejo castillo. Tocaron el timbre y al poco rato de esperar, salió un hombre bajito y delgado. EL sabio les preguntó que querían y ellos le contestaron que querían que les dejara entrar en el castillo, para refugiarse. El chiflado, les dijo que le tenían que dar cada uno un poquitín de saliva para hacer músico a una asquerosa rata de cloaca. Ellos, dijeron que si y entraron. Cuando el viejo fue a buscar el "cojesalivas", los dos falsos músicos se sacaron dos ametralladoras de la funda y… cuando se giró el sabio, TRRRRRRR… Suerte que como el armario era grande y el viejo sabio era pequeño, se quedo cerrado dentro del armario.

Como tenía el teléfono con su guía dentro del armario, llamó a un detective. Al cabo de un rato, apareció el detective, pero no encontró, a los ladrones! Ellos, los vivos, que lo escucharon todo, se habían puesto dentro de la máquina de hacer locos a las personas. Lástima que pusieron el pie dentro del líquido que tenía el profesor, que habían derrumbado ellos. Con las huellas, los encontró i los llevó a la prisión y al sabio al manicomio por hacer máquinas y experimentos tan peligrosos.

JÈSSICA

DURMIENDO Y ROBANDO

Había una vez en Brasil un sabio chiflado que inventó un experimento que haría que los muertos resucitaran.

El sabio hacia pruebas y pruebas y no le salía. A la mañana siguiente un gángster fue a casa del sabio y le dijo que le ayudaría a hacer el experimento i le dijo que si se podía quedar a dormir. A la tarde se pusieron manos a la obra. Al final, a las nueve les salió el experimento y después se pusieron a dormir.

El día siguiente el sabio se despertó y el gángster no estaba y el experimento tampoco. El sabio llamó a un detective y lo investigó, mientras el gángster se dirigió a su casa y cuando llegó se encontró con un ladrón y le pilló el experimento.

El detective encontró una pista y supo quien era: Antonio Banderas el gángster más peligroso del mundo. La policía acudió en busca del gángster y al encontrarlo, no dudo en preguntarle dónde estaba el experimento. El gángster confesó a la policía que un ladrón le robó el experimento.

La policía no se creía la confesión y se lo llevaron a comisaria. Al cabo de unos días, encontraron el ladrón con el experimento, lo detuvieron i lo encerraron en las mazmorras con el gángster.

NARCÍS

UNA COSA DE LISTOS

Había una vez un sabio chiflado que vivía en una gran mansión en las afueras de un pueblo. Su aspecto era descuidado, con pelo largo canoso, bata blanca de innumerables manchas y unas gafas de aumento que más bien parecían prismáticos. Siempre pensativo calculando y recalculando sus fórmulas descabelladas más bien inútiles y sin sentido práctico.

Su vecino, el más cercano, con el cual tenía muy buena amistad, era un hombre más bien bajo, cara gruesa, ojos grandes y cuatro pelos en la cabeza que se podían contar. Su carácter aparentemente tranquilo y educado despistó a nuestro sabio para que nunca pudiera sospechar. Se trataba de " EBARISTO " el ladrón más súper listo que había en el lugar; especialista en joyerías y en fórmulas científicas para adelgazar.

El único mangante " EVARISTO " era como él también listo y se dedicaba al dudoso oficio de matar.

Por suerte el sobrino de nuestro sabio Rufino que fue a visitar, este sí que tenía buen oficio, era detective y muy fino. Encontró en casa de su tío innumerables pistas de las intenciones malas de los hermanos listos hasta que siguió los rastros y los encontró. Los llevo a la cárcel pero el gángster sacó una metralleta y empezó a tiros. Por suerte no tocó a nadie y los enviaron a la carcel para muchos años.

JOANA REVERTÉ ARQUES

LOS CUATRO SE VAN A NUEVA YORK

En esta historia os vamos a hablar de cuatro personajes que son: El ladrón llamado Bruno, el sabio llamado Sabichif, el detective llamado Buspinte y el gángster llamado Santeiro. Espero que os guste mucho.

Era una vez Bruno, Sabichif y Buspinte, que se encontraron en una avión con destino a Nueva York. Cuando llegaron a Nueva York les tocó la misma habitación a los tres, y no tenían más remedio que hablarse.

Entraron en la habitación, dejaron las maletas y vieron que estaban todos en la misma. El ladrón no podía estar con el detective porqué no podría robar, y se escapó. Entró en una habitación que estaba el gángster Santeiro i le dice: - tú, qué haces aquí !!

Estoy aquí porqué en la habitación que estaba antes no podía estar, y hablando de eso como te llamas?

¡O que nombre más bonito!

¿I tú?

Yo me llamo Bruno i soy ladrón

A… sí… pues esta noche podríamos robar.

El ladrón le responde que sí i le cuenta todo porqué se ha ido de aquella habitación etc.

Cuando llegó la noche el ladrón i el gángster se fueron a la habitación del dueño del hotel NEVUAYA a robarle dinero. Una vez ya le habían robado, se fueron a la habitación con 500.000 pesetas. Por la mañana el dueño del hotel fue a buscar las 500.000 pesetas i no las encontró. Llamó al detective Buspinte i al sabio chiflado, para que buscaran a los ladrones. Buscando… buscando… i rebuscando…el ultimo día por la tarde se tenían que ir i encontraron a los ladrones. Los ladrones se escaparon i subieron en otro avión que no tenían que subir. En este avión que subieron se le rompió una ala i se estrelló.

El ladrón i el gángster se murieron i toda la vida podremos estar tranquilos.

I aquí se termina la historia

NOELIA FELICIDAD

UN GRUPO DE INDIVIDUOS CHIFLADOS

Érase una vez, un viejo sabio que diríamos que está chiflado. Se encontraba en el pico de una montaña. El viejo bonachón, por lo que decía la gente, era muy, pero que muy rico. Él se mantenía del dinero que había heredado de su padre. No tenía hijos ni esposa.

Un buen día, como cada día acostumbraba a darse una vuelta por aquellos montes. Un gángster que rondaba por allí, subió al tejado, y cuando el viejo chiflado, que era así como le llamaba la gente se marchó, entró por la chimenea un poco asustadizo, se le ocurrió coger unas cuantas cosas. - ¿ I que cosas ? – se preguntó el mismo – bueno pues empezaré por la comida de gato, seguiré por la de perro y luego si me sobra tiempo cogeré la mía.

Pero, él no era el único que había entrado a robar. El ladrón fue a abrir la luz, tropezó con un cable de la televisión y cayó encima de él. Vaya lío que armaron!!! Vino el viejo chiflado, tropezó también con el cable de la televisión y se cayó encima de ellos. Los tres gritaron, los tres sé volvieron a caer, y los tres llamaron a la policia.

Que desastre!!!

Al cabo de cinco minutos vino allí la policía, pero allí no había nadie.

Sé habían fugado! Los tres culpándose, permanecieron en una cueva y es allí donde pasaron el resto de su vida.

El caso de la policía se cerró, después de haber llevado al detective " Jarrinson Mendo " un detective muy popular de los " Estados Unidos " al manicomio, y no era el único!. Delante de él había un montón.

Al viejo chiflado, se le dio el nombre: ( el profesor chiflado y loco ).

ROMINA

¡QUIÉN NO CORRE VUELA!

Érase una vez un niño que era huérfano. Su madre murió a los pocos minutos de nacer él. El padre de Juan, que así se llamaba el niño, murió cuando tenía doce años, así que el niño se quedó solo. Juan, como no tenía para comer, se puso a robar, y cada vez robaba cosas más valiosas.

Un día, fue a robar a casa de un sabio chiflado, que había inventado una poción mágica, que hacía que las personas se volviesen jóvenes. Juan, cuando vio la poción, la cogió y se la puso en la bolsa. Al salir a la calle, se topó con un gángster, que llevaba un maletín. El gángster vio que Juan llevaba la poción de rejuvenecer la gente y se la quitó.

El gángster se puso a correr por la acera y Juan detrás de él. Pero Juan que era muy astuto, pasó por la calle de al lado y se topó de cara con el gángster. Juan vio la poción que el gángster llevaba en las manos y sé la quitó, entonces echó a correr, directo a su casa. Al llegar a casa, Juan se encerró con llave y con todos los cerrojos que encontró.

Una vez encerrado, escondió la poción en el soterrando, la puerta del cual estaba escondida debajo de la alfombra, y después él se encerró en su habitación. Al poco rato oyó la puerta y se puso nervioso pensando que era el gángster que venía a buscar la poción. Entonces, Juan sin pensárselo dos veces, cogió la poción del soterrando y se fue por la puerta trasera. Al salir a la calle, se acordó que cerca de allí tenía una amiga y se fue corriendo a su casa.

Cuando llegó a su casa, subió arriba, y su amiga le ayudó a esconder la poción y entonces Juan sacó la cabeza por la ventana. Al sacar la cabeza vio al gángster y su chófer que sé iban con el coche y Juan se fue a casa por fin tranquilamente. Y desde entonces Juan ya no ha vuelto a robar.

Tatiana

LA NARRACION:

LA RABAL

Hace muchos años, en un barrio que se llamaba la Rabal, hubo un atraco en una sucursal bancaria.

Los ladrones tenían aspecto inofensivo y bonachón, luego vino un detective para investigar las huellas, no avían huellas porque los ladrones llevaban guantes y bolsas en los pies y parecían payasos porque iban vestidos muy ridículos, llevaban un gorro de color fosfórico amarillo, un jersey rosa con flores de colores, unos pantalones de pata de elefante de color verde claro con pedazos y los zapatos con tacón.

El detective iba con ropa de ricos iba con gafas de sol negras y una bufanda que le llegaba asta la nariz, una gabardina marrón oscuro y los pantalones negros. Luego vino la policía para buscar a los ladrones, los encontraron en el KOFI y allí los detuvieron y se los llevaron a camisaria

AROA