Diumenge, 19 de novembre del 2000

EL PAÍS

La plataforma contra el vertedero de Cruïlles logra 4.000 firmas para cerrarlo


GERARD BAGUÉ, Girona

La plataforma ciudadana contra el vertedero de residuos industriales no orgánicos de Cruïlles (Baix Empordà) ha conseguido reunir hasta el momento unas 4.000 firmas contra la instalación que el pasado mes de septiembre obtuvo la autorización de la Junta de Residuos para iniciar sus actividades.

Los opositores al vertedero aseguran que crece la concienciación de los vecinos y han anunciado que cada sába­do se manifestarán para pedir el cierre de la planta. La plataforma se siente engañada por la actuación del consistorio, puesto que se les prometió que en el paraje de Vacamorta sólo se enterrarían escombros.

La empresa promotora, Recuperación de Pedreres, combate la repulsa que ha generado su instalación con diversas medidas tendentes a proteger el medio ambiente. Ayer anunció la apertura de un centro de investigaciones especializado en medidas medioambientales que analizará de manera continuada los residuos recibidos para estudiar su composi­ción y su posible recuperación o reutiliza­ción. Los datos obtenidos de este estudio servirán para una planta depuradora hecha a medida de las necesidades del depósito, que acabará de completar el ciclo de depuración. La empresa asegura que este centro, que tratará las sustancias complejas con el disolvente adecuado para obtener la parte soluble de ellas, costará más de 250 millones de pesetas y entrará en servicio en un plazo máximo de un año.

Otro de los proyectos de la empresa es rellenar de tierra del enorme agujero en el que ya ha empezado a verter residuos. Recuperación de Pedreres piensa cubrirlo progresivamente y convertir la zona en un espacio de ocio y de conocimiento de la naturaleza.

La empresa asegura que es respetuosa con el entorno y que dispone de un protocolo de seguridad muy estricto para los residuos que no pue­den ser verificados visualmen­te. Según la empresa, estos vertidos son analizados in situ y deben aportar un certifica­do emitido por un laborato­rio homologado por la Junta de Residuos.