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A la creación del hombre y la mujer vuelve a referirse el Génesis más adelante:
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2: 7)
Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis, 2: 21-22)
La imagen anterior muestra, en efecto, a Adán dormido y a Eva saliendo se su costado, tal como consta en el texto bíblico.
En las imágenes que siguen puedes ver, esta vez en sendos relieves escultóricos, esos dos momentos por separado:
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.
Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
También refiere el Génesis como al crear Dios a los animales los presenta ante Adán para que éste les ponga nombre, expresando con ello la supremacía del hombre sobre los animales:
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo
Génesis 2: 19-20