La escultura románica representó con una cierta frecuencia la historia de Sansón, ya que los teólogos de la Edad Media veían en ella una prefiguración de la Pasión de Cristo.
En este capitel del claustro de la catedral de Gerona puedes ver como es Dalila la que, directamente, maneja la tijera.
Lo mismo ocurre en la interpretación del tema que hace el pintor holandés Gerrit van Honthorst. El dramatismo de la escena se acentúa a partir del recurso al claroscuro, típico de la pintura de la primera mitad del siglo XVII.