Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Allí se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía. Entonces Moisés se dijo: "Iré ahora para contemplar esta gran visión, por qué causa la zarza no se quema". Cuando Jehová vio que él iba a mirar, lo llamó de en medio de la zarza:

-- ¡Moisés, Moisés!

-- Aquí estoy -- respondió él.

Dios le dijo:

-- No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es (...) Dijo luego Jehová:

-- Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto (...) El clamor, pues, de los hijos de Israel ha llegado ante mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel.

Exodo, 3:1-10

 
Boticelli. Episodios de la historia de Moisés. Capilla Sixtina (Vaticano). 1481-1482.

 

En el fresco de la Sixtina, Boticelli nos muestra en la parte izquierda de la imagen a Moisés quien, siguiendo el mandato divino, procede a quitarse el calzado. En el otro extremo Dios, bajo la apariencia de un anciano de larga barba blanca, se dirige, en medio de la zarza ardiente, a Moisés.

Este es un episodio representado con frecuencia por el arte cristiano:

 

Biblioteca Nacional de Holanda. Manuscrito  MMW, 10 B 21. Hacia 1332. En este manuscrito holandés del siglo XIV vemos los mismos elementos iconográficos que utiliza Boticelli en la pintura del Vaticano: el rebaño que Moisés pastorea, éste último quitándose el calzado y la zarza con la imagen de Dios en ella.

 

El pintor italiano Doménico Fetti (s. XVII) recurre también a la imagen de Moisés descalzándose, pero prescinde, sin embargo, de la figura de Dios en la zarza ardiente.
Domenico Feti. Moisés ante la zarza ardiendo (Viena, Kunsthistorisches Museum). 1613-1614.