San Francisco de Asís
De todos los santos es tal vez el que ha generado una mayor cantidad de obras de arte en torno a su vida y milagros. Nacido en la ciudad italiana de Asís en una familia de mercaderes ricos, decidió hacia los veinticinco años de edad abandonar el bienestar familiar y seguir una vida de imitación de Cristo basada en la humildad y en la pobreza. Enseguida algunos otros jóvenes se decidieron a seguir su ejemplo y se unieron a él formando así el núcleo de lo que acabará siendo la orden franciscana. El Papa Inocencio III que, al principio veía a Francisco y sus seguidores con desconfianza debido a su radical planteamiento en torno a la pobreza, acabó aprobando su regla con lo que la orden de San Francisco será una realidad a partir de 1210. Las diferentes escenas de su vida fueron representadas en numerosas ocasiones, siguiendo las biografías que habían redactado Tomás de Celano, poco después de la muerte del santo, y San Buenaventura. El primer ciclo amplio dedicado a él lo pintó Giotto en la basílica de San Francisco de Asís. En él podemos asistir a los hechos más significativos de su vida que, posteriormente, muchos otros pintores van a reproducir, como el momento en que renuncia a la riqueza, la predicación a los pájaros, el sueño de Inocencio III, el belén de Greccio, la expulsión de los demonios de Arezzo o la muerte del santo. Con todo la imagen que más veces se va a repetir en las obras dedicadas a él va a ser la de la recepción de los estigmas:
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Según sus biógrafos estando retirado en meditación en el monte de La Verna, el día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se le aparece Cristo crucificado. Como consecuencia de ello Francisco recibe en su cuerpo la impronta de las llagas de la Pasión (los estigmas). En este fresco Giotto representa el acontecimiento a través de los rayos que, saliendo de las llagas de Cristo, impactan en el cuerpo del santo. |
Se le suele representar con el hábito franciscano, apretado a la cintura mediante una sencilla cuerda con tres nudos, símbolo de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, y con los estigmas, incluido el del costado, visible a través de una abertura en el sayal.