En el retablo de Santa Ana de la iglesia de Sant Miquel de Cardona el Cristo-Juez se rodea de ángeles portadores de los instrumentos de la Pasión y, en primer término, de la Virgen y San Juan Evangelista implorando, arrodillados, la misericordia de Cristo para los que van a ser juzgados.

 

Con frecuencia las figuras de ambos intercesores se magnifica, como es el caso de esta tabla de Lochner en la que los elementos visuales dominantes en el centro de la composición son la figura de Cristo, y las de la Virgen y San Juan.

 

De la importancia que se otorga a la presencia de La Virgen y San Juan da cuenta también el hecho de que en algunas formulaciones sintéticas del Juicio Final se prescinde de la mayor parte de sus elementos, pero no de ambos intercesores reclamando la misericordia de Cristo.