Giotto. Crucifixión (Rímini, Templo Malatestiano). 1310-1317. En el arte gótico la imagen del crucificado fue derivando, en parte por influencia de los franciscanos, hacia una fórmula más humanizada y, atenta en consecuencia, al sufrimiento de Cristo: ojos cerrados, expresión de dolor, sangre en la llaga del costado, etc... Esta tendencia se fue acentuando a en el final de la Edad Media, de tal modo que algunos pintores del siglo XV tendieron a expresar con un intenso dramatismo la imagen de Cristo en la cruz.