Hans Memling. Crucifixión. Detalle (Budapest, Museo de Bellas artes). Finales del siglo XV.

Y el centurión que estaba frente a
él, viendo que después de clamar había
expirado así, dijo: -- ¡Verdaderamente
este hombre era Hijo de Dios!

Marcos 15, 39

La tradición artística ha tendido a representar al centurión convertido a caballo a los pies de la cruz. Normalmente se suele expresar su convicción de que Cristo era en efecto el Hijo de dios a través del gesto, como en este caso, o incluso a través de alguna inscripción con la frase que pronuncia.