Biblioteca Nacional de Holanda. Manuscrito KB, 76 G 9. Finales del siglo XV.

Por regla general se suele representar tanto a los dos discípulos, como al mismo Cristo vestidos de peregrinos y, por tanto, llevando el manto y el bordón o bastón característicos. En este caso Cristo va descalzo, pudiéndose ver en consecuencia, las llagas de los pies.

En algunas ocasiones el tema es utilizado como excusa para pintar en realidad un paisaje.