Fernando Gallego. La flagelación de Cristo (Salamanca, Museo Diocesano). 1506.

Tradicionalmente en la escena de la flagelación se ha tendido a representar a Cristo atado a una columna y, en torno, a dos o tres verdudos que descargan sobre Él los azotes. En ocasiones la escena acontece en presencia de Pilato y varios otros espectadores adicionales (supuestamente judíos).

Es frecuente la representación de Cristo, sin más personajes, atado a la columna tras haber sido flagelado (recibe el nombre de Cristo a la columna).