Milagro de la palmera. Muy Ricas Horas del duque de Berry (Chantilly, Museo Condé).  Hacia 1416.

Cuenta el evangelio apócrifo del Pseudo Mateo que durante el viaje a Egipto la Virgen María, fatigada y hambrienta por el viaje, al ver una palmera, comenta a San José que le gustaría comer alguno de sus frutos. Sin embargo la altura del árbol le impide llegar a ellos. En ese momento interviene el pequeño Jesús ordenando a la palmera que se incline:

Entonces el niño Jesús que plácidamente reposaba en el regazo de su madre, dijo a la palmera: "Agáchate, árbol, y con tus frutos da algún refrigerio a mi madre". Y a estas palabras inclinó la palmera su penacho hasta las plantas de María, pudiendo así recoger todo el fruto que necsitaban para saciarse

Evangelio del Pseudo Mateo, XX

En esta miniatura se combina este milagro con el del trigo, representado en la parte inferior de la página.