La transfiguración

 

Es en cierto modo el momento culminante de la vida pública de Cristo. En compañía de los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, sube a un monte en el que se transfigura adoptando un aspecto resplandeciente:

(...) Jesús tomó a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con él (...) Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd".

Mateo 17, 1-5

 

La representación del tema adopta casi siempre una configuración tendente a la simetría con dos grupos de tres. En la parte superior Cristo (con el rostro radiante y vestiduras blancas como indica el texto) flanqueado por el profeta Elías y por Moisés y, en la inferior, uno de los apóstoles (por regla general Pedro) flanqueado por los otros dos. Así lo vemos en esta pintura de en la que su autor, hace gala de un espíritu de clarificación al identificar con inscripciones a cada uno de los protagonistas de la escena (adicionalmente Moisés se acompaña de las Tablas de la Ley). Incluso en la parte superior, sobre la cabeza de Cristo, es visible, entre ángeles, una inscripción con las palabras de Dios Padre.

En algunos casos se representa a Jesús levitando sobre el monte.

Lorenzo Lotto. La transfiguración de Cristo (Recanati, Pinacoteca Comunale). 1510-1512.