El Mundo 18/10/2002

El salón ecológico y rodante

Los fabricantes de automóviles y motocicletas se volvieron a reunir, para mostrar, probar y debatir sus últimos avances en tecnologías limpias, en la competición anual organizada por Michelin.

Pablo Díaz

Parece lejano, pero cada vez está más cerca. El futuro de los fabricantes pasa por reducir el impacto medioambiental de sus productos y por olvidarse de la dependencia del petróleo como combustible. Así, en 2008 la gama de cada marca tendrá que registrar una media de emisiones de 140 gramos de CO2 por kilómetro. Ante ésta y otras medidas venideras, los constructores ya han empezado a poner soluciones.

No se asusten. No crean que los diseños van a cambiar a excepción de la evolución lógica que marquen los tiempos. Donde sí notarán transformaciones será cuando levanten el capó, si es que su vehículo todavía lo conserva.

Para ir adecuando estas permutas, el fabricante de neumáticos Michelin, impulsa desde 1998 una competición en la que se prueban las energías del futuro. En esta edición, los más de sesenta vehículos participantes se vieron sometidos a análisis de emisiones, ruidos, seguridad, consumos, pruebas de frenado, aceleraciones y seguimiento de sus rendimientos. Después, se llevó a cabo una carrera, que en 2002 transcurrió por los 700 kilómetros que separan el circuito alemán de Hockenheim y París. El ganador, el más regular en los test y en la prueba en carretera, es lo de menos. Lo importante son las conclusiones acerca de las nuevas fuentes de energía, aunque en este caso las presentes ya eran conocidas.

Así, los motores diesel siguen pareciendo los mejores para cumplir algunas de las normas futuras en cuanto a emisiones, aunque sea simplemente porque consumen menos que los de gasolina.

Alternativas

Respecto a los menos tradicionales, los vehículos híbridos, que combinan dos motores, uno eléctrico y otro de gasolina, mostraron ser un producto en crecimiento, avalado incluso por las ventas, como en el caso de Toyota, con el Prius, y Honda, con el Insight. Además de ambos, la Challenge Bibendum contó con el Toyota Estima y los prototipos Mercury Sable y un Ford Focus que combina electricidad y pila de combustible. Sus resultados en cuanto a emisiones fueron de los más destacados.

La otra alternativa seria, aunque todavía en evolución, es el hidrógeno. En la cuarta edición del salón rodante de Michelin, sólo Mercedes aportó una furgoneta Sprinter con pila de combustible, obteniendo las mejores calificaciones en emisiones y ruido, pero la peor en aceleración y frenado. La gran novedad fue de Aprilia, quien presentó un scooter movido con hidrógeno que posee una autonomía de 100 kilómetros, una velocidad máxima de 60 km/h y un peso de sólo 100 kg.

Las previsiones de mercado para vehículos con esta energía y accesibles al público se alargan hasta 2010, aunque las principales ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona, podrán ver antes de finales de año autobuses propulsados con hidrógeno por sus calles.

En los eléctricos, por su parte, el problema sigue estando en aumentar la autonomía, ya que los bajos niveles de ruido que producen son casi insuperables y su nivel de polución también es muy escaso. Otro de sus inconvenientes son las prestaciones que ofrecen, aunque, en principio, podrían funcionar como alternativa para coches pequeños y urbanos, ya que en el 26% de los viajes se recorre menos de un kilómetro y el 52% menos de tres.

Gas natural comprimido, gas líquido del petróleo, neumáticos con más resistencia al rodamiento, técnicas de conducción ecológica, cajas de cambio que mejoran los consumos, patinetes eléctricos, Todas las iniciativas verdes para el automóvil caben en la Challenge Bibendum.