Y gira, y gira, y gira...
Mauricio Luque Ortiz
Hace ya un año que en una noche de junio me tumbé en una butaca mirando al cielo y reconocí la Osa Mayor (bueno, sólo el Carro) y siguiendo las dos últimas estrellas del carro (ahora sé que se llaman Merak y Dubhe o algo así) llegué a encontrar la estrella polar. Como las noches de verano se prestan a ello, me quedé un rato contemplando maravillado por lo que se me acababa de presentar ante mis ojos e intentando descubrir algo más. Nada.
Me compré un libro de bolsillo sobre el cielo nocturno; mi hermana me prestó un telescopio que tenía arrumbado; ma apunté a Internet y descubrí esta magnífica lista; acudí a un par de conferencias divulgativas en el IAA. ... Con tan corto bagaje, me lancé a explorar el Universo (¡!).
Ahora reconozco las principales constelaciones, he visto los anillos de Saturno, he visto evolucionar los satélites de Júpiter, he visto el borrón de Andrómeda en mi telescopio, me he inflado de Hale Bopp, he aprendido el valor de unos prismáticos, he descubierto que jamás podré comprender por qué e=mc2, conozco al dedillo las misiones a Marte, ...
Pero el caso es que con el año tan lluvioso/nuboso que hemos tenido, el frio del invierno y demás imponderables tenía abandonadas las noches en la terraza. Y anoche me subí otra vez. Y me volví a encontrar el mismo cielo estrellado de la primera vez. Se me encogió el pecho y me sentí insignificante bajo ese cielo girando majestuosamente y tuve las mismas sensaciones y me hice las mismas preguntas y tuve las mismas ansias de aprender que la primera vez.
Imagino que los más veteranos ya habrán superado esta sensación al volver a ver cada año el mismo firmamento (bueno... doy por supuesto que la tuvieron) pero, se lo aseguro: es algo maravilloso.
O sea, que es verdad que gira ¿no?
Mauricio Luque Ortiz
Abogado Cádiar (Granada) mlo@arrakis.es
Aparecido en la lista Astro el 15 de junio de 1997