Aprendiendo a querer

Diálogos


¡Me voy a convertir en una prostituta!

     ¿Alguien puede ayudarme a entender qué es lo que me está pasando?
Tengo 27 años, soy profesional, trabajo muy a gusto. Al parecer no me falta nada, porque tengo al hombre que quiero sólo con mirarlo a los ojos, y ya está. Más si aún lo beso... y si paso una noche con él...
Es increíble, pero todos dicen que tengo un imán que atrae a la gente y principalmente a los hombres, tal vez es por mi signo: soy Tauro.
No se qué es lo que me está pasando. No soy una persona que pase así nomás por desapercibida, pero aún así no soy linda. Desde niña siempre atraje mucho a la gente, tengo ojos azules/grises y cabello oro viejo.

Tengo miedo que ésto cambie mi vida y me la pase deslumbrando a hombre que encuentro por ahí y deje pasar mi vida sin tener a alguien con el que funcione en serio nuestra relación. No quiero perderle el sentido al amor. Pienso que es lo más maravilloso del mundo. Y a este paso voy a pensar que todos me aman y me quieren y que yo también puedo sentir lo mismo y así me voy a convertir en una prostituta.

     Comprendo lo que sientes...

¿Sabes qué te digo?: que es mejor tener corazón que no tenerlo, aunque alguna vez nos engañe, y nos duela.

Pero el amor humano es algo más que atractivo y goce sexual. El sexo sólo es verdaderamente humano cuando es la expresión de una donación del propio cuerpo, abierta a la procreación.

Otra cosa: cuando se encuentra un amor de verdad, no se cambia por nada. Es un tesoro. Y donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.

Hace muchos años, hice una excursión con un grupo de alumnos. Estábamos sentados en unas rocas, a orillas del mar Mediterráneo. El Sol estaba a punto de ponerse, habíamos pasado un día maravilloso juntos y se acercaba la hora de regresar a la ciudad.  La chica que estaba frente a mí dijo: "Háblanos del amor..."
Silencio, sonrisas...
Hay ocasiones en que las palabras más bien estorban.

La vida le dió una oportunidad de amar y no la desperdició: Pasado algún tiempo, aquella alumna se casó con uno de sus compañeros de clase. Y, poco después, su marido se vió afectado por una parálisis progresiva. Desde entonces, siempre ha estado a su lado.
Tengo que ir un día a verlos, para aprender...

¿Me explico?

     Gracias, Antonio. De verdad, muchas gracias. Tus palabras me hacen mucho bien y me gustaría mucho encontrar el tesoro del Amor,  que para mí es un "milagro"... Pensé que lo había encontrado, estuve con él seis años y hace muy poco terminamos. Me sentía muy feliz con él y creí que él era todo para mí, pero alguien aparecía en mi vida y le era infiel y eso me hacia dudar mucho, porque "no hay amor infiel para quien ama de verdad", ¿no?

     ¿No?...
Lamentablemente, la tentación de la infidelidad es corriente.
La infidelidad es una prueba de que el amor es egoísta: un deseo de satisfacer las propias ansias de felicidad, no las del 'otro'.
¡Si supieras qué es amar de verdad!...
Un amor no es "de verdad" porque se sienta muy fuerte, sino porque supera todas las pruebas, porque es fiel, porque acepta el sacrificio, porque es más fuerte que la muerte.
Amar es vivir por otro, para otro. Lo propio, estorba. Lo que agrada al otro es lo único que cuenta.
Un amor es un regalo de Dios, pero también es una prueba de Dios, una pregunta de Dios: ¿sabes amar? ¿o sigues pensando en tí misma?

Cuando sacamos a relucir 'una lista de agravios' en un momento de irritación, ¿no lo hacemos por despecho, por que el amor propio herido se revuelve como una vívora? ¿Merece el nombre de amor ese sentimiento?
Cuando pretendemos cambiar el modo de ser del 'otro', su comportamiento en una circunstancia determinada, ¿no lo hacemos por darnos gusto? ¿Acaso eso es amor?
Cuando se ama de verdad, hasta los defectos nos parecen simpáticos.

Veo que te apoyas mucho en tu aspecto físico como 'gancho' para conseguir el amor de un hombre... Mira, hay hombres de muchas clases. Unos sueñan con encontrar la mujer de su vida, la madre de sus hijos. Otros sólo buscan satisfacer el objeto de sus deseos, un 'plan' lo menos incómodo posible. ¿Tú qué quieres ser en la vida? ¿un animal doméstico?

     Tengo muchas dudas, pero, bueno, estaré bien.

     Tienes un problema, y hasta que no lo soluciones no estarás bien.
El tiempo para responder es limitado: ¿sabes amar?

     Yo soñaba siempre con casarme y tener un hijo. Creo que es lo que me realizaría como mujer, pero me siento tan decepcionada que estoy dejando de soñar. Realmente me siento muy mal, y se me juntó todo en mi vida: mi trabajo, el departamento (tengo que cambiarme) y muchas cosas más.

     La tristeza es un veneno del alma. Procura no "juntarlo todo". Ya sé que es difícil, pero procura hacer bien tu trabajo, aunque te encuentres fatal. Si lo crees conveniente, haz saber a tus 'jefes' que estás pasando una temporada algo difícil. Pídeles disculpas por si te notan algo 'rara'. Y si te fijas un poco, y eres capaz de sonreir a pesar de tu pena, verás que todos tienen su corazoncito, y sus heridas. Te hará bien escucharles. Compartiendo las penas de los demás, las nuestras parecen más llevaderas. Es paradójico: el 'truco' para encontrar la felicidad consiste en renunciar a conseguirla a toda costa, en procurar que sean felices las personas con las que convivimos.
Si puedes, piensa siempre en el amor que puedes dar, no el que esperabas recibir. Serás mucho más feliz, y te dolerán un poquito menos las 'traiciones'.

     Me siento un poco perdida. Tengo amigos que podrían tal vez ayudarme, pero es difícil. La única persona en quien realmente confiaba era en mi "ex".

     Hay una frase en Jeremías que me pone los pelos de punta: "¡Maldito aquél que confía en el hombre!"
Y añade algo así como: "un doble crimen ha cometido mi pueblo: abandonarme a mí, fuente de agua viva, y construirse cisternas agrietadas que no pueden retener el agua" . Pon tu esperanza, tu confianza, sólo en Dios. Si te ves como un un callejón si salida, o como en un pozo, dile aquello que se lee en la Biblia: "de profundis clamo ad te, Domine!", ¡Señor!, ¡sácame de este abismo!

No te tortures. Cuéntale tus penas a Dios; haz oración. El consejo es de San Pablo: "¿Está triste alguno entre vosotros? Que haga oración".
Prueba.
Jesús dijo: "Venid a Mí los que andáis cansados y agobiados, que Yo os aliviaré"

     Pues sí: todas las noches le rezo a Jesús.
Hace tiempo, estuve cinco años trabajando de maestra de Religión con niños. Es increíble transmitir el Amor de Dios a los demás. Gracias a Él estoy viva y sigo el camino que me ha puesto. No tienes idea la fuerza que me transmite.
Acepto que estuve un poco perdida y dejé de confiar en él, pero después me doy cuenta de que siempre estuve, estoy y estaré en sus manos, que mi vida la guia él sobre todo, que me da a elegir e ilumina mis decisiones. Es maravilloso el amor que siento por él. Siempre estuvo conmigo y sigue estando. Es por él que decidí no dejar caer los brazos y continuar.
 
 


     Creo que la mano de Dios ayudó... fue apartando a todos.
Cuando llegue o vuelva el "verdadero amor", estaré preparada para recibirlo con todo el corazón y no a medias, compartiendo.  yo estoy muy bien, aprendiendo día a día la lección, y creo que ponto pasaré la prueba.
¿Sabes? Veo la vida, creo yo, con otros ojos, a toda la gente con la que me cruzo por la calle, en la oficina, la veo distinta, como si pudiera leer sus mentes, y me nace un gran cariño por todas...
Reza por mí ¿vale?

     ¿Verdad que el mundo cambia cuando cambiamos?
"Siembra amor donde no hay amor, y recogerás amor".

     Quiero olvidar, Antonio, pasar esta etapa, esperar tranquila a que la vida me demuestre que nací para amar y ser amada, ya no pensar tanto, no tener dudas, no creer que estaré perdiendo el amor de mi vida y que no existe nadie más y que mi destino es estar sola. ¿Tú crees en el destino?

     Buena pregunta.
Ni los más grandes sabios han sabido contestarla.
Sólo Dios sabe cuál es tu destino. Pero no olvides que el destino depende en buena medida de tu libertad... y de la de los demás. Lo importante es aprender a amar: no necesariamente al hombre que tú imaginas, que puede morir, preferir a
otra... Amar a las personas concretas que comparten la vida contigo: familiares, colegas, amigos... y enemigos. ¡Y qué difícil es vivir de ese modo si no se ama a Dios sobre todas las cosas y sin la ayuda de los Sacramentos!
Me viene a la memoria un nombre: Candi. Fuimos compañeros de estudios. Un buen día declaró su amor a César - un amigo común -, pero él "le dió calabazas", y se casó con otra. Candi le dijo que le esperaría siempre...
La esposa de César se mató en un accidente de esquí cuando todavía no habían abierto los paquetes con los regalos de boda. Le pregunté por Candi, que aún "esperaba", y me dijo claramente que, sintiéndolo mucho, podía esperar toda su vida. Más tarde, conoció a la que ahora es su mujer. No sé que hizo Candi, hace años que no la veo, pero es posible que todavía
esté "esperando".
Es posible que pienses que César actuó como un monstruo, o que Candi se comportó como una tonta de remate. Pero no me negarás que hay algo hermoso en la actitud de ella. Ambos fueron sinceros, y actuaron en consecuencia con sus sentimientos. Él dijo que no y siempre fue que no, y ella dijo que sí y siempre fue que sí.
Creo que Jesucristo mismo alabaría el proceder de ambos, pues dijo: "Sea vuestro sí, sí, y vuestro no, no. Todo lo que añadáis a esto, de mal procede."

     Creo yo que todos hemos nacido con un camino a seguir, que todo esta escrito. Dios sabe qué vamos a hacer,
a donde vamos a llegar...
Todos vamos a llegar a un punto pero nos pone dos caminos y nosotros elegimos por cuál ir. Ambos caminos están llenos de problemas, alegrías, penas, momentos felices, tristes, etc., y nos da esa capacidad de elección, de llegar al mismo punto de una u otra manera... ¿Has visto que a veces queremos una cosa y por más que luchemos no se dan y que otras aparecen solas? Cuando fuerzas las cosas terminas sufriendo más.
Al final llegaremos al mismo lugar "al que pertenecemos"... ¿qué piensas tú?

     Eso que dices es muy peligroso, porque puede conducir a la presunción o a la desesperación, a pensar que, hagamos lo que hagamos, da lo mismo.
Es innegable que Dios elige personas desde la eternidad, para que colaboren con Él. Pero se pueden negar a hacerlo. ¿Recuerdas a Judas Iscariote? Fue elegido apostol, y fue traidor porque quiso, pudiéndolo haber evitado. Si lees con
detenimiento los evangelios, podrás comprobar que Cristo hizo todo lo que humanamente era posible por corregirle. Cuando le entregó, por ejemplo, le dijo: "Amigo..."

Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Somos obra de Dios. Pero también podemos participar en su Obra: en la Creación y en la Redención, porque somos libres.
"De que tú y yo hagamos lo que Dios espera de nosotros, dependen muchas cosas grandes".

     El domingo voy a ir a confesarme a la Iglesia antes de entrar a misa. Hace mucho que no lo hago y me había olvidado de lo bien que me sentí la última vez.
Lo más importante del cambio es que ya no siento esa necesidad de complacer a ningún hombre. Creía que un contacto físico podría hacer feliz a los chicos y después la que se sentía mal era yo, me sentía vacía.
 


     Lo primero que quiero comentarte es que por fin me confesé. Lo hice el sábado, y el domingo comulgué en la misa. Es increíble lo renovada que me siento, y en paz.
El padre era un poco frío. Al principio no me daba confianza. Le expliqué que hacía siete años que no me confesaba y que no sabía por dónde empezar. Él me dijo: Por lo que más te pese.
Me escuchó atento, y no se espantaba de las cosas que le decía. Me tranquilizó con que Dios siempre perdona, pero te dice que no vuelvas a pecar si quieres ser sanada.
Me siento mejor Antonio.
Recibir el cuerpo de Cristo y sentir que fui digna de recibirlo me ha hecho mucho bien.

UN BESO GRANDE, y gracias por existir.

     Me das una gran alegría ¡He rezado tanto por tí!

     ¿Tú crees que yo pueda hacer feliz a algun hombre?.

     A cualquiera. Pero, pudiendo elegir, elige al que te quiera más, sea más listo, más guapo, más honrado, más sincero y más fiel. Y añado: soltero y sin compromiso, porque si se lo robas a otra, tendrá el corazón dividido, y no lo podrás hacer feliz. No habrá sido fiel y, probablemente, tampoco será muy listo, ni honrado, ni sincero...

No hay metedura de pata que no tenga arreglo en esta vida, si se quiere arreglar...



Te escucho.
Si puedo, te daré un consejo.
En cualquier caso, rezaré por ti.

Escríbeme.



Aprendiendo a querer