Aprendiendo a querer

Diálogos


OVNI

     Hace ya veinte años que, realizando un trabajo de Topografía en el desierto de "Altar", estado de Sonora, México, vi acercarse una luz en el cielo, luz que se hizo más grande y que se estacionó casi en el cenit de donde estábamos (dos personas). La luz fue descendiendo y pudimos ver que era un objeto redondo. La luz era emitida desde la parte superior del objeto. Aquel aparato, al estar a una distancia aproximada de 150 m horizontales y una muy probable distancia vertical al suelo de 50 m, quizá menos, encendió luces color blancas-amarillosas potentísimas en la parte inferior, con lo que pudimos ver el perfil de aquello: era un aparato volador de aproximadamente 25 m. de diámetro con el clásico domo que dibujan a los platillos voladores. Esta máquina en ningún momento hizo algún ruido propio de motores.

     La falta de sonido, en el caso de meteoros, suele ser indicio de que el fenómeno se produce a gran altura. De todos modos, la distancia a un objeto de ese tamaño a sólo 150 m de distancia parece fácil de evaluar.

     Como acto reflejo de seguridad, y preso de gran temor a lo desconocido, encendí los faros de mi Pick Up como para advertirles que ahí había gente, que se fueran.

     Sorprendente reacción. Ante lo desconocido y amenazador, casi todo el mundo procura quedarse lo más quieto posible y en silencio, casi aguantando la respiración, para pasar inadvertido.

     Pensé que quizá era un objeto no terreno, que ellos procuraban no ser vistos (de hecho es un paraje desolado), que si nos descubrían una vez que hubieran aterrizado quizá ya no habría marcha atrás... Tuve miedo, y tal vez hice lo correcto: darles oportunidad de aterrizar en otro lugar, evitando tener un enfrentamiento.

     Quizá perdiste la oportunidad de tener un encuentro en la tercera fase (Close Encounters of the Third Kind). ;-)

     Tras esto, apagaron la luz inferior realizaron una maniobra increíble: levantaron en vuelo el plato a una velocidad de relámpago y a una determinada altitud volaron horizontalmente en dirección Noreste para cambiar la dirección a Sureste (90 a 80 grados), intempestivamente, sin acusar problemas de inercia, y a una velocidad que sólo una película de ficción puede exhibir.

     Sorprendente...

     Esta experiencia me ha marcado toda la vida. Me hago preguntas y nadie tiene respuestas, como no sean burlas escépticas.
¿Qué es posible pensar de estos fenómenos desde un punto de vista humano, y religioso?

     Desde el punto de vista religioso, nada. Aunque Dios es espíritu, tiene muchos medios de comunicarse con nosotros, a través de nuestra conciencia y de los sucesos de la vida ordinaria.
       Desde el punto de vista "científico", nada, pues de una observación puntual, irrepetible, no se suele poder extraer conclusión alguna.
       Y desde el punto de vista "humano", ¿qué te voy a aconsejar que no hayas experimentado ya? Si contamos a cualquiera experiencias que son emocionantes o entrañables para nosotros, nos exponemos a que se burlen.

     Tengo la duda de que ese aparato, por sus características, no fuera terreno. Obviamente alguien lo construyó, alguien lo operaba. Me pregunto cómo contempla la religión ortodoxa la posibilidad de la existencia de criaturas no terrenas, qué lugar les daría en la creación, podría ser un plano superior de vida  después de la muerte?

     Vista desde el lado de acá, la muerte es la demostración suprema de la miseria humana. Del "más allá" sólo tenemos el testimonio del Nuevo Testamento:

Después de la muerte, el juicio. (Hebr. 9, 27-28)
Ya no hay tiempo. (Apoc. 10, 6)
"Llega la noche, en que nadie puede trabajar." (Juan 9, 4)
"Quienes sean dignos de la resurrección, ya no se casarán, sino que serán como los ángeles." (Lucas 20, 35)

A veces se ha pretendido interpretar la frase de Jesús: "Tengo otras ovejas que no son de este redil" como un indicio de la existencia de extraterrestres. En la misma frase, sin embargo, afirma que su deseo es que haya "un sólo rebaño y un sólo pastor", lo cual apunta más bien a "un sólo planeta".
 



Te escucho.
Si puedo, te daré un consejo.
En cualquier caso, rezaré por ti.

Escríbeme.



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