Aprendiendo a querer

Diálogos


¿Eres sacerdote?

     ¿Sabes? tengo una duda, ¿tú eres sacerdote o algo así?
¡Estoy un tanto confundida sobre tu persona!

     Soy católico, pero no sacerdote, ni religioso.
San Pedro, al dirigirse a todos los bautizados, les llamaba "gente santa, escogida, con un sacerdocio real".
Procuro comportarme como hijo de Dios, sirviendo a todos. Procuro unir mi lucha a la ofrenda que Cristo hizo en la cruz, que se renueva continuamente en la Santa Misa. Esa es mi Misa, mi sacerdocio.
No te fijes en mí. Atiende sólo al mensaje. El sobre no tiene importancia: se tira.
Actúo como un espejo, que te pueda ayudar a conocerte tú misma. Eso es todo.

     Discúlpame si te molesto por ser tan curiosa.

     ¿Cómo me va a molestar, si yo mismo he provocado tu confidencia?...
Lo hice por si necesitabas ayuda, para hablar de mi Amor, por acercarte a Dios.

     Y lo has logrado. Me has acercado a Dios, a ese Dios que siempre he sentido cercano. Siempre le pido guíe mis pasos, que ponga sabiduría en mi mente y en mi corazón, y que me acompañe en todo lo que hago. Así suelo comenzar el día.

     Mientras lo leía, te acompañaba, rezando esa oración por ti.

     No te imaginas la alegría que me causa saber que le importo a alguien, aunque sea al otro lado del mundo, que es hasta capaz de rezar por mí. Es muy hermoso eso.
 
 



Te escucho.
Si puedo, te daré un consejo.
En cualquier caso, rezaré por ti.

Escríbeme.



Aprendiendo a querer