Ictíneo
El año 1859 Narcís Monturiol efectua, en el puerto
de Barcelona, la primera prueba con éxito de su submarino Ictíneo,
fabricado en los talleres Nuevo Vulcano de la Barceloneta. Se hicieron
dos modelos; en el primero la impulsión de la helice se hacía
mediante la fuerza muscular de algunos de los seis tripulantes de la nave
que tenían que respirar siempre el mismo aire (lo que limitaba las
inmersiones a tres cuartos de hora); en el segundo modelo se disponía
de una máquina de vapor para la navegación en la superficie
y de un sistema de purificación del aire, que permitía hacer
inmersiones de más de siete horas de duración.