EL ROMANTICISMO:
El Romanticismo es un movimiento cultural que tuvo su apogeo durante la primera mitad del siglo XIX. Se originó a finales del siglo XVIII con el Prerromanticismo como reacción contra el Neoclasicismo y el racionalismo. Frente al imperio de la razón, los románticos defienden la libertad creadora y la fuerza del sentimiento. Uno de los escritores fundamentales para el impulso del Romanticismo fue el alemán Goethe(1794-1832). Su obras más importantes son Wherter y Fausto. La primera es la historia de un fracaso amoroso cuyo protagonista acaba suicidándose. La segunda es un extenso poema dialogado que desarrolla una vieja leyenda medieval: la del viejo que vende su alma al diablo a cambio de que le devuelva su juventud.
Características del Romanticismo:
Subjetivismo
Fuga del mundo circundante
Nacionalismo
Actitud contra el Neoclasicismo: en contra de este movimiento, los románticos plantean:
-Ruptura de las fronteras entre géneros literarios
-Negación de las tres unidades
-Libertad creadora y temática. No se ajustan al criterio de buen gusto de los neoclásicos.
Penetración del Romanticismo en España: el Romanticismo llegó tarde a España y lo hizo por Andalucía y Cataluña. En Cádiz, el cónsul alemán Böhl de Faber publicó unos artículos en un periódico entre 1818 y 1819. Ello dio origen a una polémica que contribuyó a difundir la ideología romántica.
En Cataluña, la revista barcelonesa "El Europeo"(1823-24) en la que, junto con redactores extranjeros, colaboraron Bonaventura
Carles Aribau y Ramon López Soler, combate el Neoclasicismo desde un Romanticismo moderado.
Sin embargo, no fue hasta 1833, año en que muere Fernando VII, cuando el Romanticismo penetró de forma definitiva en España debido a que regresaron muchos de los escritores exiliados, entre ellos, Martínez de la Rosa, Ángel Saavedra y Espronceda. Estos exiliados estuvieron durante su exilio en contacto con el Romanticismo europeo, por lo que su regresó es fundamental para la difusión y el desarrollo del Romanticismo en España.
La prosa: durante el Romanticismo se cultivaron tres importantes géneros en prosa: el cuadro de costumbres, la novela histórica y el artículo periodístico, cuyo gran maestro fue Mariano José de Larra.
Aproximadamente entre 1820 y 1870 se desarrollan los cuadros de costumbres, pequeños cuadros coloristas que reflejan con donaire modos de vivir, costumbres populares o tipos humanos representativos. El cuadro de costumbres tiene a veces carácter satírico. El género costumbrista, de origen francés, tiene notables antecedentes españoles como Miguel de Cervantes. Un destacado autor de cuadros de costumbres es Ramón de Mesonero Romanos. Ambienta sus cuadros en Madrid (Escenas matritenses). Otro destacado costumbrista es Serafín Esteban Calderón, autor de Escenas andaluzas (1848). A pesar de su origen extranjero, el cuadro de costumbres desarrolla una cierta exaltación de lo nacional y una sátira contra las formas de vida afrancesadas. Los costumbristas contribuyeron con sus burlas a frenar el alud de extranjerismos que entraban en la lengua castellana.
En cuanto a la novela histórica, cabe decir que triunfó en España gracias a la influencia del inglés Walter Scott.
Los artículos de Larra: Mariano José de Larra nació en Madrid en 1809 durante la ocupación francesa. Era hijo de un médico militar que sirvió al ejército de Napoleón
Su obra consta de una novela histórica titulada El doncel de don Enrique el doliente y el drama Macías. También compuso poesías de tipo satírico. Pero Larra destaca sobre todo por sus artículos periodísticos, de los que escribió más de doscientos.
En sus artículos Larra se adapta a las circunstancias políticas cambiantes, así es más satírico y agresivo cuando la censura lo permite. En sus artículos Larra critica aspectos de la organización del Estado y de la vida política. También critica aspectos de la sociedad y de la vida familiar. Escribió también artículos de crítica literaria.
La poesía: la mayoría de los poetas románticos comenzaron a escribir bajo la influencia del Neoclasicismo.
No es hasta 1840 cuando empieza a desarrollarse la poesía romántica en España.
Tres tendencias:
-Poesía histórica: recrea temas históricos y legendarios del pasado. Predilección por la Edad Media. Visión, en general, conservadora de la historia.
Acabar introducción.
José de Espronceda: (1808-1842): consultar biografía
Espronceda cultivó los principales géneros literarios de su época: el poema épico, la novela histórica y el teatro, además de la poesía lírica. Recogió sus poemas en el libro Poesías (1840)
Sus dos obras más destacadas son dos poemas narrativos: El estudiante de Salamanca y El diablo mudo.
Destaca la influencia de la poesía de Byron en la obra de Espronceda, así como la influencia que éste ejerció en escritores posteriores a él como Rubén Darío y Manuel Machado.
Gustavo Adolfo Bécquer: (1836-1870) consultar datos biográficos.
Bécquer escribe ya en la época realista, cuando el fervor romántico ya ha concluido, a pesar de que quedan algunos poetas que siguen escribiendo poesía romántica. Algunos de ellos son seguidores del estilo de Espronceda. Otros, sin embargo, se sienten atraídos por un romanticismo más intimista y menos retórico, inspirado en el alemán Heine. Esta tendencia tardía del Romanticismo abre el camino a la poesía de Bécquer y Rosalía de Castro.
La gran obra poética de Bécquer son las Rimas, pero no hay que olvidar el talento de Bécquer como prosista. Su gran obra en prosa son las Leyendas, un total de veintiocho relatos repletos de tópicos románticos: el misterio, lo sobrenatural, lo exótico, el milagro, el costumbrismo...
Su otra gran obra en prosa es Cartas desde mi celda, compuesta durante su estancia de reposo en un monasterio.
A estas dos obras hay que añadirles un buen número de artículos periodísticos.
Las Rimas: es su gran obra poética. Las fue componiendo a lo largo de su vida. Se trata de composiciones breves, en su mayoría de rima asonante y de metros variados, de acuerdo con la polimetría romántica.
Bécquer fue publicando sus rimas en varias revistas entre 1859 y 1871, aunque no conocemos la fecha exacta de publicación de ninguna de ellas. En 1868 Bécquer las recopiló en un manuscrito, pero este manuscrito desapareció durante la Revolución de 1868. Posteriormente Bécquer reconstruyó sus rimas y las incluyó en un cuaderno en el que figuraban otros textos. Dicho cuaderno, con el título de Libro de los gorriones, se conserva en la Biblioteca Nacional.
Las Rimas de Bécquer se pueden clasificar en cuatro grupos temáticos:
Rimas sobre la poesía misma
Rimas sobre el amor exaltado
Rimas sobre el desengaño amoroso y la angustia en el amor
Rimas sobre la muerte
Se trata, no obstante, de una clasificación aproximada, ya que hay algunas rimas difíciles de encajar en alguno de estos cuatro grupos.