con uñas aplanadas. El hombre primitivo disponía de un elevado poder de apresami-
ento, pero el de precisión aún era bastante primitivo. Sin embargo, su capacidad de
aprehensión fue lo bastante eficaz para abrir la primera brecha en el campo de la téc-
nica iniciada por el hombre: la fabricación de elementales herramientas de piedra, que
servian para cortar la carne y desmenuzar los alimentos vegetales.
Ahora, el hombre podía idear sus propios "dientes" y "garras". Esta nueva capacidad
para elaborar útiles son tan simples que a veces resulta difícil distinguirlos de las pi-
edras modeladas por la maturaleza.
Con el transcurso de miles de años, las herramientas de piedra se fueron perfeccio-
nando cada vez más; pero le hombre continuó dependiendo en una gran medida de
los útiles de piedra, complementados únicamente con madera, hueso y otros mate-
riales fungibles. Este largo período ha recibido el nombre de Edad de Piedra, y algu-
nos pueblos primitivos, como los alborígenes de Australia, aún se sirven principalmente
de las herramientas de piedra en nuestros días.
El homo habilis, tuvieron tal vez un vecino más primitivo, un mono con apariencia hu-
mana, cuyos orígenes se remontan, como mínimo, a 2'5 millones de años y quizá
mucho más. En los estratos del desfiladero de Olduvai, en los que aparecieron los
restos del homo habilis, se encontraron también de una criatura parecida, cuyos indi-
cios han aparecido en varios sitios de África. Esta criatura recibió el nombre de Aus-
tralopitecus.
Boceto del craneo y comentario
Homo Habilis
Restos encontrados en Kenya