2.1
Del signo al lenguaje
El lenguaje es lo que define al Ser Humano: somos nuestro lenguaje.
Los animales organizan su vida en base al instinto que se transmite
genéticamente; en cambio los humanos fundamentan su existencia
en la herencia cultural que se transmite mediante la Palabra.
La Cultura es la naturaleza humana que se plasma en lenguaje,
ideas, organización y artefactos.
La Escritura progresa a partir de unas notaciones hechas sobre
elementos naturales (por ejemplo, piedras marcadas); así,
sonidos y gestos se convierten en gráficos, convirtiéndose
en signos que llevan a la Escritura.
La Gramática, en principio, era la circunstancia determinante
por la que nuevos signos iban apareciendo, preservando su valor
de experiencia (pragmática).
El lenguaje se constituía como un intermediario entre una experiencia estabilizada (por ejemplo, métodos de trabajo, o interacciones diversas) y el futuro.
Por el lenguaje, que es comunicación, el Ser Humano abandona
buena parte de su proyección personal.
La Escritura es un elemento de mediación; también
generaliza más que la expresión verbal, independiente
del tiempo y del espacio; lo que se proyecta en signos tiene un
significado que se entiende mediante el lenguaje. En cada lengua
lo biológico y lo artificial chocan: cuando domina el elemento
biológico el signo se produce como reacción, cuando
domina el cultural la experiencia se hace interpretación.
Los ciclos de consolidación y expansión humanos, diferentemente de los naturales, son cada vez más cortos, implicando el uso de recursos culturales y no genéticos.
Escala
y umbral
Algunas culturas no han desarrollado Escritura,
dependiendo de las circunstancias.
La escala explica porque aparece (o no) la Escritura y porqué
hoy ya no es importante.
La escala implica un cambio en la complejidad e intensidad de relaciones entre los individuos del grupo y entre los grupos.
Los grupos humanos pequeños y primitivos usan habilidades naturales (carrera, plegar, romper ); en cambio los grupos humanos numerosos usan habilidades culturales (cantar, cocinar, plantar ): actúan así porque precisan un mayor nivel de eficacia que los primeros.
El lenguaje se consolida con la invención de la Agricultura y la Escritura con la aparición de una producción más compleja: la notación es necesaria cuando la información ha de ser conservada de un modo que la transmisión oral no puede garantizar (inventarios, mitos, genealogías ).
Las herramientas (o útiles) son extensiones de nuestro cuerpo, haciendo una función; en cambio los signos son elementos de reflexión y medios de comunicación que resultan de observar los hechos y contrastarlos.