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El Lenguaje y lo visual

Cada casa tiene televisión; muchos niños juegan con el ordenador antes de abrir su primer libro.

Los niños ven dieciseis mil horas de televisión por trecemil de clase al terminar la enseñanza secundaria.

Cuando un joven adulto pide, por primera vez, alcohol en un bar ya ha visto un millón de anuncios sobre el tema.
Ya estamos en la quinta generación de telespectadores.
En el fondo de todo esto está el cambio de un sistema dominante de signos, llamado lenguaje, y su forma reificada, la Escritura, a sistemas de signos diversos entre los que lo visual juega un papel dominante.
Hay que entender que esta tecnología es necesaria.

Lo importante no es un canal determinado, CD-ROM, video digital, Internet y su red (WWW) sino la necesidad de tratar con la complejidad, con el objetivo de alcanzar niveles de eficacia más elevados que correspondan a las actuales expectativas.

Para entender la causa de este estado de cosas, hay que ver el desarrollo de los medios de comunicación de base visual.
Algunas de las formas de comunicación actuales derivan de la Escritura, como la publicidad, el teatro o las séries de televisión, pero otras van más allá: animación, videos interactivos, multimedia interactivo, realidad virtual, redes globales, happening o poesía concreta; estos nuevos géneros requieren dinámicas diferentes de carácter hetereogéneo; muchos de ellos pretenden extender la experiencia humana o participar en la dinámica de la economía global.

¿Cuántas palabras en una Mirada?

Fred Barnard, en 1921, en una revista industrial, escribió que una imagen vale tanto como mil palabras diciendo que era un proverbio chino.
Las imágenes son más concretas que las palabras; cuando el lenguaje toma un término visual le da la concreción propia del lenguaje escrito: rojo es revolución, cardenal, peligro...; rojo ya no tienen la determinación física, una determinada longitud de onda o frecuencia de oscilación, y pasa a ser una convención cultural, integrándose en el simbolismo de la comunidad.
Los signos puramente pictóricos, como en las Escrituras china o japonesa, están en relación con el objeto al que se refieren y llevan lo vivido a la experiencia de la Escritura.
El lenguaje es analítico mientras que la imagen es sintética y sirve como herramienta para elaborar conjuntos;

el lenguaje describe, la imagen da cuerpo; el lenguaje requiere un contexto para la comprensión mientras que la imagen sugiere ese contexto.

Mirar una imagen es una experiencia que no requiere conocer una gramática ni un vocabulario, la fuerza de la imagen es su concreción. incluso la Escritura, en su configuración, es una experiencia visual que puede, Incluso, conllevar misticismo en función de su estructura.

Algunas condiciones para el uso de la imagen en nuestro nivel de desarrollo:
1. Escala global de nuestra actividad y existencia.
2. Diversidad posible por las experiencias que resultan de la globalidad.
3. Dinámica de contínua aceleración, creciente mediación e interacción humana.
4. Necesidad de optimizar la interacción humana para incrementar la eficacia.
5. Necesidad de superar los estereotipos del lenguaje.
6. Carácter no lineal, no secuencial y abierto de la experiencia humana que lleva a una nueva escala de Humanidad.

Hoy no es posible, por ejemplo, ser investigador sólo con la Escritura. Las imágenes son polivalentes, inestables y falsamente democráticas pero denotan el cambio de la concepción positiva de los hechos, basada en el lenguaje, a otra relativista de funcionamiento caótico.

Las imágenes no muestran una verdad literal sino una situación protéica, no sólo representan sino que conforman y presentan sujetos de forma polivalente: los procesos cognitivos se expresan mejor con imágenes que lenguaje.

El ojo mecánico y el ojo electrónico

La Fotografía permite dar información más directamente que la Escritura; por ejemplo: las alcantarillas de París fueron el fondo de muchas novelas del XIX pero nadie las había visto hasta la llegada de la Fotografía; antes estaba el dibujo que seleccionaba lo que representaba y buscaba una perspectiva para conseguir determinado efecto; la Fotografía intenta lo mismo pero es muy difícil decir lo que se añade, el punto de vista y el porqué; parece más real que el grabado.

Hoy las cámaras se usan con un gesto reflejo que acompaña la vida familiar o el turismo; así, la Fotografía se pone por delante de la descripción de un evento, resulta más fácil de usar que el lenguaje y lo sustituye.
La transmisión instantánea de la voz nos libera de la Escritura de forma paralela a la Fotografía que, ahora, también se transmite digitalmente.

Además, la imagen digital puede ser de tres dimensiones y no estar formada por un sólo ojo sino que puede tener varios, si es preciso.

¿Quién tiene miedo a una locomotora?

El movimiento del cine aumenta el realismo de la imagen borrando la frontera entre ficción y realidad .

La experiencia de la Escritura y la del movimiento de escribir iban muy unidas en el cine; además la imagen se extiende sobre esa página blanca que es la pantalla.

El cine manifiesta el carácter sincronizador del lenguaje ya señalado antes (sonido, imagen).

La sincronización cinematográfica (raccord) es propia de nuestro actual desarrollo de civilización:

la historia del cine explica la lucha entre Escritura y estrategia de sincronización, basada en la imagen.
Primero fue mudo, acompañado de música, luego el sonido se grabó en disco y, más tarde, se incorporó a la cinta, hasta llegar a ser estereofónico; así se alcanzan nuevos recursos expresivos para sintetizar nuevas realidades.
El cine se desarrolla en el contexto propio de la Escritura y tiene un carácter industrial buscando niveles elevados de productividad y eficacia: cada film es un molde del que se hacen miles de copias, que ven millones de personas, quienes no necesitan, para comprender una película, conocer la Escritura.

Abre la ventana a experiencias que no pueden expresarse con palabras, apuntando hacia una expresión que no está basada en la Escritura, transcendiendo incluso la imagen de lo aparente y creando la imagen fantástica.

Después de una primera fase como teatro filmado, se empezó a comprimir la palabra, sintetizando, usando menos palabras.
Más adelante, los cineastas aprendieron a comprimir libros muy gordos en 90 ó 120 minutos, entrando así en una experiencia humana que sustituye lo escrito por otros medios expresivos.
El cine explota las variables de tiempo y espacio de forma variada, permitiendo que nos separemos de nuestro marco vital y que experimentemos otros nuevos; hoy la implementación de nuevas tecnologías crea una realidad virtual que es físicamente imposible mediante la síntesis digital.
El cine está en la frontera de la civilización de la Escritura y de la que no usa el texto escrito; es posible que la llegada de los nuevos medios (multimedia) haga que el cine tenga que adaptarse. Un film no transcribe un texto sino crea un complejo de imágenes consecutivas formando una unidad coherente y nueva; en este proceso, el lenguaje puede actuar como tal (en los diálogos) o como pretexto (indicaciones del guion) del "texto" cinematográfico.
El movimiento registrado en un film resulta una abstracción hecha expresión y puede usarse para educar personas y mostrarles cosas o acciones que nunca han experimentado realmente.
Por otra parte, por la gran inversión necesaria, el film no es para un indivíduo, sino para una audiencia que haga esa inversión rentable. Así, el cine busca la eficacia en nuestro mundo global y sin texto, mediante la atracción de espectadores.

Es posible que los nuevos recursos del multimedia determinen nuevas posibilidades de distribución.
Las circunstancias actuales hacen que el cine esté mejor adaptado que el libro a nuestro medio dinámico y así hechos que antes se conocían por los libros (Geografía, Literatura, Historia), ahora son accesibles en el cine y el texto pierde importancia.

Estar en dos sitios a la vez

La Televisión pertenece ya claramente a la civilización sin Escritura y ha llegado en un contexto en el que cambia la escala de la Humanidad. La Televisión deja atrás el contexto de la Mecánica y de la Física, que es el del cine, un medio fotográfico, pasando al de la Electricidad, Electrónica y tecnología digital.

La Televisión aparece cuando se necesita transmitir imágenes dinámicas instantáneamente, uniendo emisor y receptor; no sólo capta y transmite noticias sino que las hace y se convierte en un medio de masas de gran influencia.
El uso de la electrónica comporta velocidad, diversidad, muchas mediaciones y retroalimentación.
La cámara de cine podía ser como una pluma que escribía el movimiento en el film y lo mostraba en la pantalla; pero la Televisión es estructuralmente distinta: todo lo que capta lo retransmite instantáneamente para comunicarlo al espectador; la mediación electrónica es más elaborada y, por tanto, más eficiente. El film seleccionaba un mundo de movimientos en el estudio, la calle o el laboratorio para un público limitado y obligaba a la gente a estar junta la sala de proyección; pero

la televisión tiene cámaras por todo el mundo, compartiendo las imágenes y se transmite instantáneamente, dando continuidad a eventos diversos que ocurren en circunstancias muy diferentes (mientras que el cine es centralizado);

la televisión llega a los receptores que todos tienen en sus casas. El cine es secuencial y el film forma una entidad cerrada: una vez montado está terminado; en cambio la televisión comporta cambios contínuos; además, la Televisión puede llegar a todo el mundo.
La cámara de vídeo hace de nosotros no sólo receptores sino también emisores, lo que se profundizará con la televisión interactiva; destruye la Escritura: es posible mandar un video en lugar de escribir una carta.

La Televisión será plenamente interactiva en el futuro constituyendo un sistema artificial del que Internet es la expresión embrionaria para la comunicación, el ocio y el trabajo.

La parte mala es la pasividad que produce: los niños atontados por la televisión y los juegos de ordenador, la sumisión a las reglas y valores que la Televisión comunica y el uso de un lenguaje de formas estereotipadas que ha llegado a uniformar países enteros.

Esta tecnología permite contínuamente posibilidades expresivas nuevas que no se han dado en la Escritura.
Las personas podrán acceder a nuevos niveles de conocimiento mediante un sistema expresivo basado en lo visual.
El lenguaje de la Televisión no implica conocimiento de la Escritura ni del lenguaje verbal para entender y participar de la comunicación televisiva.
La Televisión implica un cambio en nuestras circunstancias prácticas: nos hace pasivos, fáciles de manipular y prestos a liberarnos de nuestras relaciones interpersonales (como lo ha hecho siempre la Literatura o el Arte).
Se dice que la palabra es supuestamente democratizante pero no es verdad: lo visual es más accesible, incluso para los que no tienen cultura; así, un flujo muy importante de comunicación se transfiere de la palabra escrita al audiovisual y a la imagen.
La Televisión digital permite integrar la actividad de indivíduos sin el recurso a la Escritura mediante el acceso y compilación de información; vamos a un lenguaje de imágenes: podemos, por ejemplo, diseñar ropa (o nuevos productos) colaborando gente que trabaja en lugares diversos, transformando un prototipo hasta estar dispuestos al lanzamiento de un producto, con un gran nivel de eficacia. El lenguaje es el del producto, una realidad visual en transformación.

Así, en este sistema, los ciclos son más cortos, más eficaces y más productivos que los que la Escritura puede soportar.

Visualización

A menudo, hablando, para constatar comprensión, decimos "ya veo", viendo mediante el lenguaje, superando sus limitaciones.

La forma de hablar es también una forma de hacer:

esto resume una de las mayores premisas de este libro.
La racionalidad asociada al lenguaje sólo permite desarrollar una pequeña parte de la racionalidad humana.
Hay un cambio a formas de comunicación basadas en la imagen, dejando de lado la Escritura: las mediaciones requeridas se corresponden a complejidades para las que nuevos lenguajes están estructuralmente mejor adaptados y permiten niveles de eficacia más altos. Pero para usar de las máquinas es necesario situar al Ser Humano en un contexto que le permita explotarlas a fondo para alcanzar un uso universal.
El ordenador permite una "lingua adamica" o lenguaje universal, basado en un sistema binario (el del 0 y el 1), fundado por Leibniz.
La visualización desea establecer herramientas para generar imágenes informativas y permitr su uso: un texto en la pantalla del ordenador es, de hecho, una imagen creada por el ordenador que ha traducido nuestro lenguaje en el suyo y luego lo vuelve a expresar en el nuestro. Cuando escribimos visualizamos y cuando dibujamos hacemos planes para diseñar nuevos artefactos y planes.
El trabajo científico ha tratado de superar las limitaciones de la Escritura con nuevas formas expresivas. El cambio a lo visual implica también dejar el énfasis en lo cuantitativo para ponerlo en lo cualitativo; las nuevas técnicas de visualización, en la Medicina, por ejemplo, permiten superar las limitaciones de la palabra.
Por la visualización es posible experimentar dimensiones, conceptos y posibilidades que quedan más allá de la percepción normal.
Todo un lenguaje visual se proyecta sobre nosotros en forma de cómics, anuncios, mapas del tiempo, gráficas económicas y otras representaciones visuales. La imagen se usa cada vez más, incluso en el ámbito legal.

La alfabetidad visual, posiblemente, resulta de conjugar varios lenguajes, volátiles, parciales y poco articulados, pero necesarios para incrementar nuestra anticipación mediante las imágenes y también nuestra productividad.

Pasamos de un solo canal, el escrito, a otro que conjuga pluralidad de recursos expresivos, requiriendo de nosotros nuevas competencias.

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