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El futuro interactivo: individuo, comunidad y sociedad en la Era de la Web

Algo perverso llega con el fin de la Escritura según se va manifestando en el cine y la televisión y el multimedia. Ya no nos escribimos porque podemos hablarnos por teléfono; el paso siguiente será no hablar.

Paul Virilio

 

El sistema que intentamos reparar ha servido para unas circunstancias muy distintas de las nuestras; los cambios son básicos y hemos de repensar nuestra realidad de forma radicalmente nueva.


Proyecto de la Sociedad de la Información de la Comisión Europea

 

Las respuestas a estos retos no vendrán de la tecnología o de la crítica política sino de acciones que definan nuestra identidad como individuos y sociedades: la interacción humana global, usando infinitos recursos cognitivos es el recurso del que depende el futuro de Ser Humano; es lo que podemos llamar el futuro interactivo.

 

Trascendiendo la Escritura

En nuestra actual escala global la relación entre el individuo y el grupo cambia por la expansión de prácticas que no se basan en la Escritura;

por ejemplo, los niños tienen más relación con imágenes que palabras; ellos han desarrollado una percepción del tiempo como un continuo presente, esperando una gratificación instantánea, como lo ven en la tele o cuando se conectan a alguna web divertida; son muy adaptables a nuevas circunstancias porque carecen del substrato de la tradición;

estos pilotos de las guerras Nintendo serán nuestra futura fuerza de trabajo: científicos, artistas, deportistas o informáticos; ellos participarán en un sistema económico en un estado de flujo continuo que no se adapta a la inercia y pesadez de los sistemas basados en la Escritura.

Estos individuos están menos comprometidos con la vida colectiva y con los valores éticos del pasado que nosotros; rechazan los valores absolutos y buscan la autosuficiencia; habrá que ver como se modela la relación entre el grupo social y estas personas muy eficientes que dan un gran valor a la parte personal, particular e insular, de sus vidas.

Históricamente, el individuo tuvo primero una relación relativa con los otros, luchando cada uno por su vida; después se transfirió a la comunidad atributos (como la elección) que eran antes del individuo, así se llegó a un sistema social centralizado; finalmente, vamos a un sistema descentralizado de distribución de tareas.
La moral individual afirma haz lo que sea mejor para ti, pero hoy lo mejor para ti pasa por coordinar los esfuerzos en una red global de interacciones.
Por otra parte la realidad de la civilización de las múltiples escrituras supone división de las tareas, coordinación, diversidad, cambio contínuo y relativización de la jerarquía centralizada.
Esta nueva situación no puede realizarse mediante la Escritura y no tiene precedentes.

Ser en el lenguaje

Los individuos se relacionan entre sí en contextos de conflicto y cooperación, reconociendo afinidades y diferencias que determinan cualquier dinámica.


Cuando el lenguaje falla se hacen evidentes los límites de la experiencia de comunicación, manifestando la necesidad de un cambio en la escala humana: esto se produce cuando se desea llegar a niveles de eficacia mayores, surgiendo entonces nuevos recursos expresivos.
Las disfunciones de lenguaje afectan a los diferentes niveles de comunicación, fallando las instituciones políticas, las ideologías, el mercado, la religión y las relaciones familiares. Cuando advertimos el fallo mantenemos vivo el lenguaje que lo ha provocado porque nosotros hemos constituido nuestra identidad mediante ese lenguaje y el fracaso en las experiencias manifiesta también el nuestro propio.

Hay una gran resistencia a dejar los esquemas de la Escritura; es como si hubiera un muro detrás del muro de la Escritura.

El medio es el lenguaje

El lenguaje nos permite comparar nuestras experiencias y permitir que sean eficientes, identificándolas con el conocimiento; se considera que la Escritura es el lugar en que puede producirse la auto-constitución humana, accesible mediante la lectura.

Rousseau propuso que cada ciudadano tuviera un voto para fundamentar el poder social; pero a más votos más se pierde la propia voz, llegándose a una gran concentración del poder que se ejerce mediante la Escritura; se generan conflictos e instituciones para regularlos; la burocracia es su expresión y el fruto de la relación nefasta entre Escritura e Instituciones Políticas.

Nuestra nueva escala humana reclama otros sistemas políticos distintos a la actual Democracia; así, buscamos medios de expresión distintos de los producidos con la Escritura:

ahora damos más importancia a cómo un político dice las cosas que a éstas: las reformas de Miterrand en Paris o el nuevo Berlín manifiestan una noción centralizada y antigua del poder, expresándola mediante el cemento.
El slogan de McLuhan, el medio es el mensaje, reclama que inventemos sistemas alternativos que den poder al individuo y no a esas estructuras que fueron útiles en el pasado pero que impiden la proyección del futuro.

De la Democracia a la Medio-cracia

No tienen la misma experiencia de la Democracia los ricos que los pobres; además, la participación disminuye porque bajan las expectativas que la gente tiene de la vida política: no es lo mismo una elección local en una pequeña ciudad del estado de Vermont o en un cantón suizo que la del gobierno, en las que se plantean posibilidades reales que la gente entiende;

muchos viven de espaldas a la política, la religión, el arte y otras antiguas, y controladas por la Escritura, formas de participación

y aparecen nuevas vías de participación como las ONG (por ejemplo, Médicos sin Fronteras, Green Peace y otras).
El abandono de la política ha de buscarse en el conflicto entre formas basadas en la Escritura y las expectaciones de eficacia de nuestra nueva escala humana: la productividad de los nuevos sistemas se ha emancipado de aquellas estructuras reificadas de la Democracia que han hecho de ella una Democracia comercial.

La igualdad que la democracia postula es la del acceso al mercado, la libertad permite usar de la abundancia; democratizar es hacer que la gente llegue al consumo y a la cultura superficial de la diversión, incluyendo el Deporte espectáculo de competición; lo fundamental para un gobierno es que se garantice el derecho a la riqueza y al consumo.

Así, cuando la institución de la Democracia falla, ajena a su verdadero fin, lo que hace es fortalecer su papel como burocracia, mediante el uso del lenguaje.

Los medios de comunicación (la Prensa, la Televisión…) participan en el ejercicio del poder (decimos que son el cuarto poder), usando recursos propios de la nueva civilización de las múltiples escrituras, jugando un papel de mediación entre representantes del poder y la gente; su actividad se produce en el mercado, como una mercancía más; los medios apoyan causas y personas, según convenga, convirtiendo la Democracia en otro elemento más de compraventa ; así, la gente compra su gobierno entre otras muchas cosas.Los medios informan la vida política, usando los mecanismos del mercado para convencer con sus mensajes, como otra forma de publicidad, a los ciudadanos.

Y así llegamos a la Medio-cracia que nos quiere convencer que la mediocridad es la forma más adecuada de manifestar la igualdad.

Los medios, basados en la Escritura o en los nuevos sistemas de comunicación, que se usan para defender el sistema político, hacen evidente que

la Democracia, hija del lenguaje, no es una respuesta eterna y universal, la cima de nuestra evolución histórica.

Hay que encontrar formas de participación alternativas a la Democracia, a partir de nuestro sistema de vida, en la nueva escala humana que ahora tenemos: habrán de tener en cuenta el carácter del trabajo, que se divide en partes, encargadas a personas distintas y que pueden estar en lugares distintos, coordinadas en la red, aceptación del nuevo nivel de relación entre el individuo y el grupo, conciencia de que lo único permanente es el cambio, estrategias de evolución, de la persona y el grupo, y condiciones de la naturaleza en la que se arraigan los seres humanos.


La Democracia es una experiencia humana basada en la noción de igualdad. Las alternativas derivan de la idea de diferencia.

Auto-organización

La capacidad de adaptación, que se da en un contexto de diversidad, es una de las claves de la Civilización de las múltiples Escrituras.

Las personas participarán en varios grupos, compartiendo recursos; la antigua noción de comunidad situada en un espacio determinado dará paso a otra basada en intereses y objetivos y no en la posición geográfica. Será fundamental comprender que los aspectos sociales de la persona van cambiando en función de las relaciones que tiene con el grupo.

La economía global no debe llevar a un gobierno mundial, sino a

la formación de varios mundos;

la alternativa reclama descentralización, mucha interacción asociada con una gran distribución de las tareas que se integrarían en un conjunto.

En términos concretos significa que las personas constituirán su identidad mediante experiencias con las que contribuirán a la elaboración conjunta de diversas acciones o productos; compartirán recursos y sistemas de comunicación para mejorar su rendimiento; y el acceso al conocimiento permitiría usarlo de muchas maneras en función de los diferentes intereses que se vayan suscitando. Esta organización humana nuclear permitirá el uso de muchos lenguajes, independencia de la burocracia y una más directa participación en la vida del grupo social.

Hoy el conocimiento especializado usa lenguajes muy complejos y minoritarios que aíslan al experto del mundo; hay que superar esta situación impulsando, a la vez, fragmentación y coordinación:

sabemos crear especialidades pero no sabemos establecer síntesis; el reto ahora es la integración.

La actividad humana manifiesta la pluralidad de nuestras experiencias; en los futuros núcleos sociales habrá proyectos que se relacionarán estrechamente con otros, manifestando las diferentes perspectivas y posibilidades que unos mismos hechos, o datos, pueden permitir; y los resultados de unos procesos serán el punto de partida de otros.

La identidad personal se formará en una situación que permita la eficacia y la diversidad manifestada por el uso de diferentes escrituras; las destrezas llevarán a la evolución conjunta de todos los miembros del grupo y no a la formación de una estructura dominante, aunque los conflictos seguirán existiendo, y son propios de nuestra naturaleza.

Esta dinámica social alternativa se basa en la diversidad, considerada como un elemento positivo, permitiendo diferencias de cantidad y calidad entre sus integrantes y su eficiencia se expresa en esa diversidad que pueda generar.

 

La solución es el problema, o ¿es el problema la solución?

El principal rasgo del Ser Humano es el lenguaje.

Hoy, una situación muy compleja requiere que nuestro lenguaje, nuestros recursos expresivos, se renueven y que la Escritura haga lugar a otras posibilidades de decir las cosas, porque ella sola ya no puede hacer frente a todas las necesidades expresivas que necesitamos.

De hecho, ya desde siempre ha habido algo más que la Escritura, como la persuasión o la relación personal….
Ya ahora, la gente aprende sistemas de comunicación que no están basados en el lenguaje, interviniendo en ámbitos que, hasta hace poco, estaban dominados por la Escritura: ya no se describe una imagen mediante un texto sino que se manipula mediante un sistema gráfico; así se desarrollan nuevas capacidades, de orden visual, de tratamiento de la información, trabajo en redes y formas alternativas de integrar el trabajo humano; estas formas de relación son menos rígidas que las del lenguaje verbal.
No se trata de eliminar la Escritura pero no hay que reducirlo todo a la Escritura: donde se pueda aplicar, seguirá siendo útil. La Red nos da un ejemplo del camino a seguir, combinando la palabra con otros recursos de comunicación e interacción propios de nuestro estadio tecnológico. La Red permite comunicación entre dos personas y entre una y muchas, a la vez, esto es, multiplica los procesos de relación.
Esta diversidad requiere auto-organización con la capacidad de poder pensar mediante otros medios distintos del lenguaje natural.

Con la Escritura era posible dejar de participar en diferentes formas de relación humana, sin mayor dificultad; en la nueva escala es necesario poner en relación más elementos; la integración de recursos diversos es difícil de conseguir usando sólo de la Escritura puesto que sólo capta los aspectos lineales y generales de una relación; en nuestro nivel de elevada productividad es necesario disponer de elementos adaptados a los fenómenos no lineales que condicionan la vida de individuos y sociedades.

De posibilidades a opciones: el sistema legal

El funcionamiento de la Justicia manifiesta la perversión del Lenguaje.


El asesinato, por ejemplo, es una acción definida en las leyes. Pero la ley, ahogada en la Escritura, arranca este hecho de la realidad y crea la suya propia; entonces la administración de la Justicia se convierte en una interpretación de textos y manipulación del lenguaje basados en la entelequia y no la realidad.

El lenguaje legal crea sus propias normas, corrompiendo el proceso de la Justicia; se trata de un ejemplo del mal uso del Lenguaje, parecido al que hacen los políticos, sólo interesados en mantener sus posiciones, alejados de los problemas reales.

Tratando con opciones

En el mundo global las opciones aumentan pero las posibilidades de elección del individuo disminuyen y es difícil elegir. La Escritura no es el medio más adecuado para este contexto.

En la Civilización de las múltiples escrituras las opciones y compromisos son cortos y limitados, y van apareciendo conforme los anteriores se terminan, dejando muy poca capacidad de opción a la persona; así, la existencia está segmentada en muchas porciones.

A menudo, las diferentes opciones (por ejemplo: eutanasia, reconocimiento de las parejas homosexuales, etc) no son consideradas en un contexto razonable sino sometidas a los mecanismos de la medio-cracia, más como si fueran un elemento del mercado que un ejercicio de responsabilidad cívica, teniendo en cuenta más el índice de audiencia que los argumentos.

En una situación que permite tantas opciones la coordinación es crítica y se convertirá en nuestro mayor problema: es posible ir segmentando las tareas, hacerlas más simples, pero luego hay que coordinarlas y cuanto más se ha simplificado más compleja resulta la coordinación; la complejidad existe, desplazándose desde la tarea especializada al momento de la integración compleja.

Intercambio

El lenguaje no ha traído la conciencia al mundo y ha creado una prisión en la que estamos encerrados.

Durante mucho tiempo hemos pensado que el lenguaje nos ayudaba a resolver nuestros problemas pero hoy, ante los avances científicos y tecnológicos, cambios políticos, etc…, vemos que el lenguaje no ofrece la posibilidad de expresar eficazmente esas nuevas posibilidades.
Pero nosotros no nos desprendemos de nuestro lenguaje, como si fuera una herramienta, porque somos nuestro lenguaje; lo que se pierde en el lenguaje es una parte de nuestra dimensión humana,

de nuestra capacidad de conocer la realidad, de producir e intercambiar bienes, de reconocer una experiencia y compartirla con otros.
Enseñamos el lenguaje a los niños esperando les dé libertad para expresarse pero, a la vez, limita sus posibilidades (hacer y decir de forma determinada). Nuestro lenguaje no tiene en cuenta los cambios de nuestra escala y se hace necesario aceptar que este mundo nuestro muy diversificado (porque hay gran diversidad de seres humanos) requiere más de una Escritura.

Todos hemos de poseer un lenguaje pero no necesariamente el mismo.

Aprendiendo de las Interficies

Los lenguajes de programación sirven como entidades de mediación de las que el usuario se sirve, usando un lenguaje que entiende, para comunicar instrucciones de modo que sean procesables por la máquina.
La evolución de las interficies nos puede ayudar a entender los cambios en nuestro modo de vida, que harán desaparecer el ordenador de nuestras mesas; ocurrirá como con la electricidad que está pero no necesita aparatos generadores cerca de nosotros; así, también podremos tener acceso a sistemas digitales sin estar en contacto físico con la máquina.
Pero el lenguaje natural ya actuaba como interficie antes de la Informática, siendo un factor de relación entre el individuo y el grupo. Este lenguaje alcanza el clímax de su poder comunicativo cuando el mundo que lo ha hecho posible agota sus posibilidades para ser un elemento de productividad; a partir de entonces el lenguaje escrito no impulsa la actividad humana sino que la limita.

Si la Escritura hubiera sido una entidad neutral se hubiera adaptado a la nueva escala humana, permitiendo el incremento de la productividad pero no ha sido así.

Se puede comparar el rito que expresa la relación religiosa, entre el creyente y Dios, con la del usuario de interficie y su ordenador: ambas empiezan como experiencias de unos pocos iniciados que van desarrollando un sistema de signos (el rito), primero muy austero y luego cada vez más rico, usando múltiples recursos expresivos (palabra, música, imagen…); también, cada vez, más individuos pueden implicarse en la experiencia.
La Escritura limita la relación entre individuo y grupo, configurándola en una especie de test de elección múltiple, con unas opciones predeterminadas y sólo esas; así,

los sistemas de interacción, o comunicación, basados en la Escritura, requieren de normalización para ser eficientes, marginando gran variedad de experiencias que no entran en el estándar; entonces, el individuo es racionalizado y la sociedad se convierte en el lugar para el tratamiento de datos y no para la relación humana. Este proceso ilustra lo que ocurre cuando la interficie domina y se limita a ser interactiva consigo misma.

Los Seres Humanos se van constituyendo a sí mismos mediante experiencias que hoy no pueden expresarse en la Escritura: la notación matemática, diagramas, técnicas de visualización, realidad virtual, sistemas no lineales.., todos ellos constituyen

alternativas al lenguaje.

La gente y su lenguaje evolucionan a la vez: la práctica vital remodela el lenguaje y crea la necesidad de nuevos recursos expresivos. Hemos de romper el binomio de expresión y representación puesto que el elemento dominante es representación, el hecho más importante de la actividad humana.
Hay experiencias que no pueden representarse y que todos los humanos comparten, especialmente las más profundas, como dolor, odio o alegría; también está el ámbito de lo no-verbal, magia y parapsicología, cuyas manifestaciones pueden observarse pero no se explican mediante el lenguaje.

El nivel más interesante del lenguaje no es el de referenciar lo que hay sino de crear nuevos mundos que pueden no ser una extensión de éste.

Por ejemplo, el trabajo cooperativo es más que la suma de unas contribuciones individuales; una comunidad virtual es una experiencia nueva y antes no era posible porque no poseemos ubicuidad, que es la capacidad de estar en más de un lugar a la vez; también la manipulación atómica es un dominio radicalmente nuevo.
Estos ejemplos pertenecen a una situación diferente de la que permitió la Escritura y deja de lado el centralismo (euro-, tecno- o del tipo que sea), el dualismo y la jerarquía, principios que fueron tan útiles en otros contextos.

En la Civilización de la Escritura las cosas son reales porque están en el lenguaje y pueden nombrarse; muchos no pueden superar esta noción y darse cuenta de que

emerge una nueva situación en el que las experiencias se dividen para integrarse, cooperativamente, en una globalidad; y el Ser Humano se auto-constituye mediante variedad de recursos expresivos.

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