Glosario


Autoafirmación:
Proceso histórico por el cual la especie humana va adquiriendo las características que le son propias, fortaleciéndose.

Centralismo:
Implica la existencia de una forma particular de jerarquía que destaca la importancia de un individuo o entidad en la administración o dirección del pensamiento y actividad del grupo humano; éste gira entorno a esta autoridad central y se refiere a ella antes de acometer acciones o formular ideas. El centralismo implica que un individuo o grupo con poder son los mejor preparados para controlar lo que ocurre en el sistema, más allá del centro. El centralismo surge de la necesidad de orden. En la evolución del centralismo se destacaron, en principio, los individuos más fuertes o eficaces. Con el tiempo, el individuo y el centro se revistieron con el poder que implicaba su lugar central aunque fueran ineficaces. Burocracias, monarquías, gobiernos e instituciones religiosas son ejemplos de centralismo.

Discontinuidad:
Se describe en la dinámica de sistemas como una fase de cambios; en ella no hay conexión evidente entre el pasado y el presente, percibiéndose inestabilidad.

Escala:
Expresión de relaciones que lleva a inferencias significativas sobre la calidad de una actividad. Es útil para determinar porque la actividad de algunas poblaciones es simple y directa mientras que otras se hacen más mediadas y complejas.

Herramienta:
Elemento de mediación que se inserta entre el Ser Humano y el objeto de su actividad para ayudarle a hacer un trabajo. Las herramientas pueden ser simples o complejas. Una piedra puede usarse para abrir nueces o romper otras piedras; su eficacia depende de sus características (medidas, peso, densidad…), de la fuerza humana que se le aplica, y de la forma en que se usa (golpe seco, golpes continuos, percusión rítmica…). Una herramienta tan simple como un martillo es algo más complejo que la piedra puesto que en él se ha dado forma a cabeza y mango, uniéndolos. El martillo eléctrico (o taladrador, como el conocido Black&Decker), resulta de unir muchas piezas, que pueden ser, cada una, una herramienta por derecho propio (cables, tornillos, brocas, mango), además de la energía eléctrica usada para reemplazar la fuerza humana. Estas herramientas son extensiones del cuerpo humano; otras lo son de la mente. Los símbolos son ejemplos de herramientas que median entre humanos en el acto de comunicar una idea, noción o método. Los sistemas de Escritura son herramientas de este tipo, como los mitos, algoritmos o programas informáticos usados para hacer ciertas tareas tan eficientemente como sea posible: un programa insertado en una máquina para practicar agujeros en un elemento introducido en ella (una plancha de madera, por ejemplo), es sólo una de las infinitas posibilidades de usar programas como herramientas.
Pero un ordenador no puede considerarse una herramienta igual a un martillo o lápiz o máquina de escribir; un programa que corrige la ortografía o que ayuda a dibujar no es una simple herramienta en la medida en que se apropia de funciones cognitivas humanas.

Heurística:
Invención y ejercicio de nuevas opciones; del griego eurisco, encontrar.

Jerarquía:
Principio de orden que dispone, con un rango, a unos elementos de un conjunto por encima de otros.

Linealidad:
Progresión de causa a efecto; describe la relación entre ambas mediante una línea recta.

Mediación:
Experiencia práctica de reducir una función para que sea controlable, mediante la inserción de un elemento entre el actor y el objeto de la acción: una herramienta, lenguaje o método (algoritmo), o una combinación de todos. Cada mediación puede ramificarse, y así, hasta el infinito. La tendencia a la mediación, y la heurística, definen la especie humana.

Reificación:
Convertir mentalmente un concepto en cosa; del latín res, cosa.

Secuencial:
Referido a una sucesión regulada de procesos para conseguir un resultado; del latín, sequor, seguir.

volver