Introducción
Aunque la cuestión cada vez parece
haber sido más una polémica entre defensores y detractores de ambas corrientes,
es decir, entre admiradores, más que de una disputa personal en la que se
implicaran Góngora y Quevedo con la misma pasión, lo cierto es que en ningún
otro momento de nuestra historia literaria hubo tanta virulencia en la defensa
de dos posturas enfrentadas (o no tan enfrentadas, como veréis), las conocidas
como conceptismo y culteranismo.
Imagen: retrato de Góngora procedente
de una edición manuscrita de sus obras.