Cròniques naturalistes ... per ... Ferran J. Lloret i Sabaté

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Un paseo por el Montseny

De Sant Celoni a Santa Fe y por Sant Marçal hacia Viladrau

Una excursión realizada el día 28 de septiembre de 2004

El día es estupendo y el Sol pica fuerte, aunque hay un poco de neblina y el cielo no es claro del todo. En la falda del Montseny, los tupinambos (Heliantus tuberosus) están en flor en los herbazales húmedos. El encinar, verde oscuro, llena el horizonte de la montaña. Cogemos la carretera BV - 5114 para subir de Sant Celoni hacia Santa Fe.

Los Castaños (Castanea sativa) y los madroños (Arbutus unedo) dan diversidad al paisaje.

De Sant Celoni hasta can Pla, Fuente: ICC

Las castañas encerradas en su involucro espinoso maduran día a día. En los claros del encinar, sobre el suelo ácido, florecen las brecinas (Calluna vulgaris) y el odontides amarillo (Odontides luteus).

Las cerezas de madroño que se encuentran en plena maduración dan un toque de color.

De can Pla hasta Santa Fe, Fuente: ICC

Dejamos atrás algunas masías y entramos en la espesura de los encinares. Aunque todo parece muy seco, escondidas entre el cúmulo de hojas caídas aparecen algunas setas.

Un grupo de Macrolepiota procera, en distintos estadios fenológicos.

La luz, en el interior del encinar, que da tonos abigarrados al suelo, no es la mejor para hacer fotografías. La hojarasca del suelo tampoco favorece.

Un joven ejemplar de Macrolepiota procera

Setas de cepa Trametes versicolor sobre una encina (Quercus ilex)

Pipas sobre cepa de encina cortada, Ganoderma lucidum

Las Amanita rubescens no son nada extrañas.

Interior del encinar, hábitat de las setas de las imágenes anteriores.

Xerocomus subtomentosus (Det. Eduardo Fidalgo)

Xerocomus subtomentosus (Det. Eduardo Fidalgo)

Otras setas nada raras son los Agaricus silvicola

Estado fenológico avanzado del Agaricus silvicola

Aspectos distintos de la Amanita rubescens

Collybia fusipes, características por sus largos pies en forma de huso.

Una solitaria Amanita pantherina

Boletus aereus (Det. Eduardo Fidalgo)

Russula sp.

Todo tipo de moscas encuentran irresistibles los aromas de los Phallus caninus

Phallus caninus

Russula sp.

Un grupo de setas fasciculadas de pie largo, Collybia fusipes

En los bordes de los caminos abundan el orégano (Origanum vulgare) en flor y las zarzas en fruto (Rubus sp.)

Setas con sombrero de terciopelo, Xerocomus subtomentosus (Det. Eduardo Fidalgo)

Amanita phalloides, atemoriza sólo con verla

Russula sp.

Vista del Montseny, encinares sobre esquistos y rocas siliceas.

Vista del Montseny, las nieblas habituales en la altitud.

Los frutos de acebo empiezan a madurar (Ilex aquifolium)

Las gabarras al cenit de su coloración, frutos de rosal (Rosa sp.) con bernat pudent (Nezara viridula)

Algunos robles de hoja grande (Quercus petraea) se juntan formando pequeños bosques

Pasado el kilómetro 20 llegamos a un cruce que, hacia la izquierda, nos lleva al Turó de l'Home (1706 m.sm).

Cruce hacia el Turó de l'Home

Seguimos, sin dejar la carretera por donde subimos. A la izquierda dejamos el área de la Guardiola (picnic). Y algunos centenares de metros después llegamos al Centre d'informació de Can Casades. Cogemos el camino que pasa por la derecha de la valla y que, en 100 metros nos deja en Santa Fe. Aquí se puede dejar el coche en una explanada que se usa de párking.

Centro de información y pedagógico

Cerca, encontramos la ermita de Santa Fe y el Hotel restaurante Santa Fe. Si nos apetece, podemos dar un pequeño paseo que en pocos minutus nos acerca al embalse.

Iglesia de Santa Fe

De vuelta a la carretera giramos a la derecha hacia Sant Marçal.

Volvemos a la carretera

De Santa Fe hasta Sant Marçal, Fuente: ICC

En el kilómetro 21 encontramos el camino que lleva a can Lleonard. Pasamos el kilómetro 22 y, 200 metros después a la derecha, encontramos el área de Passavets donde podemos dejar el coche. Aquí se inicia una magnífica excursión señalizada que, pasando por el hayedo y el abetar, nos lleva al Turó de l'Home y de aquí (sin señalizar) podemos llegar, por la cresta pasando por Coll Sacarbassa, a Les Agudes (1706 m.sm). Unos metros más arriba de donde hemos dejado el coche se encuentra la Font de Passavets, de agua fresquísima.

Font de Passavets en medio del hayedo

Hayedo de Passavets

En el hayedo, aunque sea un año poco lluvioso, el ambiento es húmedo gracias a las nieblas que abundan incluso en verano. Siempre se puede encontrar alguna seta.

Peu de rata en el hayedo, Ramatia sp.

Cortinarius sp.

Un escarabajo parece estar comiendo una seta; al contacto humano se deja caer quedándose boca arriba y haciéndose el muerto. Una buena estrategia.

Geotrupes stercorarius ... se hace el muerto

La molinera, (Clitopillus prunulus) es una seta con un fuerte olor a harina, de aquí su nombre

Boletus rhodoxanthus (Det. Eduardo Fidalgo)

Boletus rhodoxanthus (Det. Eduardo Fidalgo)

Esta humedad ambiental hace que se pueda desarrollar un frondoso abetar. Como ahora ya no se cortan los abetos para hacer de ellos mástiles para los barcos, pueden crecer a su aire. Algunos (abetos) son bastante gruesos. El característico clima subatlántico del Montseny hace que haya unos ecosistemas muy característicos que a veces nos pueden recordar a la Val d'Aran.

Un "buscador de setas" forzudo a punto de abatir un abeto.

El abetar de Passavets, al fondo el hayedo con algún abeto en la parte más alta.

Les Agudes al fondo desde el abetar.

Algunos Lactarius encontrados son típicos en este hábitat tan peculiar de este clima subatlántico, no son nada raros entre la hojarasca del abetar.

El Lactarius intermedius (Det. Pérez de Gregorio) tiene un látex de color amarillo azufre.

El Lactarius salmonicolor de látex de color naranja subido es bastante apreciado por la gente del país.

De Passavets volvemos a la carretera en dirección a Sant Marçal y, a unos cientos de metros, encontramos a la derecha El Convent y la pista en buen estado que en poco más de 3 kilómetros nos va a llevar al Coll de Tè. Empezamos a bajar por la pista y, en adentrarnos en el hayedo, la niebla se vuelve muy densa y parece que anochezca de repente: no vemos absolutamente nada, el ambiente es fantasmagórico y escalofriante. Paramos varias veces para respirar el silencio y el ambiente oscuro, húmedo y frío.

Por el Convent hacia el Coll de Tè

El hayedo se vuelve menos espeso y cruzamos un bosque con coníferas foráneas y algunos grupos más densos de pino silvestre (Pinus sylvestris). Aquí llega más la luz, aunque la niebla sigue siendo muy densa. Llegamos al coll de Tè.

El Coll de Tè

Volvemos a subir por la pista hacia la carretera. La densa niebla y la hora baja no dan opciones a seguir buscando más setas. Es hora de fotografiar la cesta. ¡Ep! Tendrá que ser con flash.

La cesta

En la carretera vamos hacia la derecha. La niebla aclara a ratos y cae la noche cuando, pasado el kilómetro 28, llegamos al Coll de Sant Marçal.

Hacia Sant Marçal

Poco después llegamos al área de las Ferreres, a la derecha de la carretera, donde podemos dejar el coche y admirar el bonito paisage (si no es de noche).

Área de las Ferreres

Seguimos hasta el área de Sant Marçal cerca de la carretera y por encima, el Hotel Monestir de una belleza natural. Los sonidos de los grillos se mezclan con los cantos cercanos de los búos (Athene noctua) y autillos (Otus scop) y los chillidos lejanos de algún cárabo común (Strix aluco), mientras la oscuridad y la niebla lo cubren todo. La temperatura ha bjado considerablemente.

Sant Marçal

Al otro lado de la carretera una peculiar mesa con peculiares sillas, en la base de la colina culminada por la cruz.

Sant Marçal

Ya en Viladrau tuvimos que detenernos para retratar la llamativa luna naciente. Tantas veces vista y tantas que nos deja boquiabiertos.

La luna llena desde Viladrau.

Llegados a casa ya de noche es la hora de la cena. Hoy toca setas. Ha habido suerte, además de todo lo que hemos visto, hemos encontrado precisamente las setas (una de ellas) que más nos gustan. Las lepiotas pasadas por huevo y luego por harina y en una sartén con aceite de oliva muy caliente, para que quede un crosta exterior y no se llenen de aceite. ¡Ojo! si quedan muy tostadas, porque se vuelven amargas.

¡Que aproveche!

Para cenar las preciadas lepiotas.

De la determinación de muchas setas son culpables los compañeros de la MICOLIST, gracias a todos ellos. Esta Web es fase de Prueba está dedicada a todos los miembros de la citada MICOLIST y a todos los participantes del MICOENCUENTRO 2004 que tendrá lugar en el Montnegre - Corredor y Montseny los días 8, 9 y10 de octubre.

Agradeceré mucho a todos aquellos que queráis comunicarme los muchos errores que podáis encontrar y también la posibles determinaciones incorrectas o bien las que les falta la especie.

 

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Disseny del Web: Mar Irida Lloret i Bernat Lloret

Traducción al castellano: Mar Irida Lloret