CICLO BRONWYN

 

 


 

BRONWYN

Las ruinas de las runas en la roca
hablan de que yo estuve en este mundo,
donde el mar y la tierra de las nieblas
se funden y confunden.

Los demonios me buscan por los campos,
se disputan mi espada, mi armadura,
mis manos, mi cabeza, mis entrañas.
Mis hogueras de hierro se amontonan
y mis restos oscuros aún humean.

Mensajera del más allá, tu vienes
con forma de mujer, pero el abismo
se cierne junto a ti tan dulcemente.

 

 

 

BRONWYN II

Ola sola
desolada

 

 

 

BRONWYN III

Las estellas huyeron de la tierra.
Eran ojos humanos, eran flores nocturnas
y diurnas. Pero alguien, de pronto, supo
que existían los abismos superiores. Y todo
cayó hacia arriba, huyendo de no se sabe qué,
hacia no se sabe dónde.

 

 

 

BRONWYN IV

Más allá de las galaxias y más allá de este espacio, finito
o infinito, hay un jardín. No sé si tiene estrellas o flores
o solamente hierbas. Ven allá, Bronwyn. Un día este universo
morirá como nosotros hubimos de morir. Entonces.


Más allá de lo humano, he renacido.
He visto lo que fuimos un instante.
Sé lo que ya no somos, cristalina,
celeste mensajera del diamante
incendiario.
De dolor inmortal
las puertas de tu voz abren la noche
donde la eternidad se refugiara
cuando el tiempo cesó de contenerte
Bronwyn, qué claridad.

Un solo movimiento en el vacío,
una raya de luz contra lo negro.
Juntos los dos en una lanza ígnea
en una línea eternamente recta.

 

 

 

BRONWYN V

Sol, solo.
Vid, vida.
Ir, ira.

***

Cadáver da
cada verdad.

***


Soledad.
Sol,
edad.

 

 

 

BRONWYN VI

Órbitas de ceniza en la mirada:
negaré siempre un mundo en que no está
tu eternamente cuerpo.

***
Las aves son palabras de agonía.

***

Bosques que ya no existen atravieso.

La dispersión de un campo que no fue
me indica sus caminos de extravío,
sus horizontes otros en los que

***

Entre lo negro, Bronwyn, soy lo negro.

 

 

 

BRONWYN VII


Envuelto en la luz negra de lo blanco,
envuelto entre las rocas de las nubes,
envuelto en la luz blanca de lo gris.

Envuelto entre las nubes de los mares,
entre los mares de las rocas blancas;
cuando te contemplé, Bronwyn, entre las hierbas.

Las hierbas lo son todo y el no ser,
las hierbas son lo blanco y son la roca,
las hierbas son la nada en crecimiento.

Las hierbas son los mares de lo negro,
las hierbas son la torre y el pantano,
las hierbas son yo muerto, Bronwyn, Bronwyn.

****

SECRETAMENTE ETERNOS EN LO NO

 

 

 

BRONWYN VIII

En lo perdido late la verdad
de la vida en milenios.
La eternidad, oblicua, sufre dentro,
y abre las dimensiones de lo no
tangible.

Nunca seré del tiempo aunque en el tiempo
viva.

 

 

 

BRONWYN N

Yrb
row
nwb

Rwynyr nyrwybyr byrwynyr
Wyn Yrw

Yrwyr nynyr
Ow
Ow wyr ownyr ow nynyr
Yr nynow rynwnynwyr

Nynwy nywny nywny
Ynnn rynw

 

 

 

BRONWYN X

¿Qué son dos cuerpos fijamente vivos,
o muertos?

¿Qué son dos cuerpos separados, juntos?
¿Y qué son dos espíritus perdidos
hacia lo gris insomne? ¿Y qué lo gris?

¿Y qué lo sonrosado? ¿Y qué lo negro?
¿Y qué es ser y no ser al mismo tiempo?

 

 

 

BRONWYN Y

Y de los despedazamientos descendiera
el oro inmaculado.

 

 

 

BRONWYN Z

La Nada es una rosa y se parece
a tu ser intocable.

Lo Nunca es un fulgor que, suspendido,
sin producirse existe en los inmensos
conjuntos superiores.

Donde nada lo nunca ni
es siempre junto a ti;
no en imaginación ni en realidad:
en esencia.

 

 

Juan Eduardo Cirlot