M. Tobey
Radiació ciutadana


Radiació ciutadana

Autor: Mark Tobey (1890 – 1976)
Tipo de obra: Óleo sobre tela

Estilo: Expresionismo abstracto

Cronología: Años 40


Descripción y análisis de la obra:

Las obras de Tobey están profundamente influenciadas por el arte oriental, como resultado del viaje a China y Japón que realizó en 1934. Su intensa preocupación por la mística zen  se concretó en lo mejor de su obra, las llamadas «escrituras blancas».


En estas obras se funden la espontaneidad gestual y el concepto del espacio oriental, de lo que resulta un conglomerado de formas menudas y laberínticas que evocan paisajes urbanos o la angustia de las megalópolis que sólo la filosofía oriental ayuda a soportar.

Tanto radiación ciudadana, como otras obras de inspiración en la forma de las grandes ciudades, están basadas en  el laberinto, en la confusión y en la complejidad estructural de las grandes urbes occidentales. Un enorme conjunto de líneas, que parecen sacadas de la fotografía aérea.

Grandes colmenas donde se mezclan los edificios, las calles, la ilusión de transeuntes paseando por las calles, en una atomización que conduce a la idea de una pintura original y a la vez compleja. Descontento con la perspectiva tradicional y el espacio que desde el Renacimiento se había vuelto represor, Tobey busca una nueva libertad que le permita abordar los temas que le interesan: esas grandes ciudades modernas bullendo de gente que va de una lado a otro, como hormigas atareadas o como símbolos chinos.

Aspectos técnicos y estilísticos:

Partiendo del conocimiento profundo del arte de Extremo Oriente que le proporcionaron estos viajes, en los años treinta se interesa por la caligrafía oriental -los signos-, a los que despoja de su significado tradicional, para quedarse sólo con ellos, como palabras que pierden el sentido y mantienen únicamente el sonido, haciéndose así repetibles hasta el infinito y dando lugar a una trama o un laberinto de signos blancos y filiformes, casi iguales.

Escrituras blancas les llamó a estas imágenes, en las que cruzó, como ha escrito Argan, las  aguas tranquilas de las tradiciones figurativas de Extremo Oriente con las agitadas corrientes europeas... (americanas ya).

Su meta era armonizar las culturas oriental y occidental y encontrar respuestas a su pintura tanto en orientales como en occidentales (americanos o europeos).

«Con la escritura blanca -ha escrito Tobey- ví que podía pintar los frenéticos ritmos de la ciudad modema, algo a lo que ni siquiera podía aproximarme con técnicas del Renacimiento.» Tobey no es un pintor de acción, sino de meditación, lo que le diferencia de la mayor parte de los pintores del momento.

Y la línea que él inaugura, de atención a las raíces profundas del arte oriental -que, por otra parte, no era radicalmente nueva- es una de las más productivas en la segunda mitad del siglo XX.

Crystallizations, 1944

 
Pàgines de batxillerat humanístic i artístic. Javier Arrimada 2010