Descripción:
El Erecteion no se parece a una edificación religiosa típica griega, su estructura está muy condicionada por el terreno donde está edificado y por las necesidades rituales en función de las cuales se proyectó. Dispone de cuatro salas que se completan con tres pórticos exteriores muy diferentes, orientados hacia tres direcciones distintas. Sin embargo, las proporciones están tan bien calculadas que el efecto es igualmente armonioso desde cualquier punto de vista. Los dos primeros pórticos, uno principal con cuatro columnas muy altas y esbeltas y capiteles muy elaborados, y otro lateral con seis columnas, son jónicos. El
pórtico de las cariátides:
El tercer pórtico, tiene seis figuras femeninas como
korai en lugar de columnas, y un entablamento jónico,
con arquitrabe de tres bandas horizontales y un pequeño
friso de molduras que recuerda el Tesoro de Sifnos. Las
figuras de pie se conocen con el nombre de Cariátides,
en memoria de las mujeres de Caria (en Asia Menor) hechas
prisioneras por los griegos durante las guerras contra Persia.
Las figuras son tan serenas que no parece que sostengan
el poderoso entablamiento que está sobre ellas. Recuerdan
a las mujeres mediterráneas que acostumbraban a llevar
cestas y objetos sobre la cabeza. |
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El alzado del templo sigue los esquemas del estilo jónico clásico con un entablamiento compuesto por el arquitrabe, el friso de relieves contínuos, y una cornisa sobre la que se apoya el techo. Este techo es plano sobre el pórtico jónico lateral y el de las cariátides, mientras que en el cuerpo principal del templo, tiene el acostumbrado remate de frontones triangulares.
Si por algo destaca el Erecteión es por su curiosa estructura condicionada por el lugar donde está ubicado. No puede ser un edificio regular de ninguna de las maneras. Hábilmente alejado del Partenón, cumple una misión completamente diferente, además de tener una capilla dedicada a la diosa Atenea, aislada de los otros espacios y precedida por un pórtico hexástilo, con columnas de 6,58 m. de altura. Los otros espacios están dedicados a Poseidón, Cecrops y Erecteo. Numeración del plano:
1. Naos principal de Atenea. 2. Pórtico Norte consagrado a Poseidon. 3. Naos de Poseidon-Erecteo. 4. Naos del héroe Butes. 5. Naos de Hefesto. 6. Pórtico de las Cariátides. |
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Además del pórtico principal, que es el más
alto existen otros dos situados al norte y al sur del edificio.
El pórtico norte es tetrástilo, con dos columnas
más detras de las dos laterales y una puerta hacia el exterior,
donde se encontraba el patio con el famoso olivo que hizo brotar
la diosa Atenea en su competición con Poseidón por
el patronazgo de la ciudad.
El pórtico de las cariátides, es el más conocido
de este témplo y también el más representativo.
Está compuesto por seis figuras femeninas, con el mismo
esquema compositivo que las korai clásicas, salvo que están
en movimiento. No se conservan los brazos, pero se adivina un
gesto de paso tranquilo, a medias entre enérgico y resignado.
Es muy notable el trabajo del escultor o taller en los pliegues
de los vestidos, los adornos y el trenzado de los cabellos que
acaban en un ábaco almohadillado, con una hermosa transición
hacia el entablamiento jónico.
Iconografía:
Un templo con tantas estancias, tiene por objeto restaurar los
antiguos santuarios destruidos por los persas en la expedición
de Jerjes, entre los que se encuentran los dioses de la ciudad
y los héroes legendarios, Atenea, Poseidón, Cecrops
y Erecteo. La leyenda nos cuenta que hubo una competición
promovida por Zeus, para escoger el dios patrón de la ciudad,
en la que compitieron Atenea y Poseidón, cada uno realizó
un prodigio en la cima de la acrópolis, la diosa hizo crecer
un olivo en la roca, y el dios clavó su tridente para que
surgiera una fuente de agua. Cecrops, el legendario primer soberano
del la comarca del Ática donde se encuentra Atenas, hizo
de juez, dictaminando que la vencedora era la diosa, y a partir
de entonces la ciudad lleva el nombre de su patrona, mientras
que Poseidón se reservaba un lugar de privilegio, como
demuestran sus numerosos templos en la zona, entre los que destaca
el muy conocido del cabo Sunión. La historia de las cariátides
ya la hemos comentado con anterioridad.
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