Paleontología

El meteorito que acabó con los dinosaurios


 

Un grupo de investigadores de Canadá ha presentado nuevas pruebas en la revista científica "Nature" sobre la caída en Yucatán hace sesenta y cinco millones de años de un meteorito, al que se atribuye el cataclismo climático del Cretácico que borró de la Tierra a los dinosaurios. El trabajo de los científicos canadienses se basó en análisis químicos, efectuados con diminutos cristales de zirconio encontrados en el cráter de Chicxulub.

Paralelamente, un grupo de científicos mexicanos han anunciado que investigarán a fondo el cráter en busca de nuevas evidencias. "Los efectos secundarios del meteorito permitieron la aparición del ser humano sobre la faz de la Tierra", declaró el director del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav), Juan Luis Peña, hipótesis con la que coincide el Premio Nacional de Ciencias 1967, el mejicano Arcadio Poveda, aunque éste asegura que fue un cometa y no un meteorito el que cayó en Yucatán.

Este experto en Física del Estado Sólido comentó que es de suma importancia para los científicos mexicanos investigar un fenómeno que cambió por completo las formas de vida en la superficie terrestre, y que les compete al estar en su territorio.


Poveda piensa que el impacto del meteorito permitió las condiciones atmosféricas y físicas en la Tierra para el desarrollo de los mamíferos, lo que aceleró y desencadenó la aparición del hombre.
El meteorito se evaporó, dispersó su material y polvo en la Tierra, oscureció la atmósfera e impidió la entrada de luz solar, lo que paralizó el proceso de fotosíntesis de las plantas y produjo la extinción del 80 por 100 de las especies animales y vegetales del planeta, entre ellas los dinosaurios.

El Cinvestav de México pretende formar en los próximos años científicos para estudiar el cráter Que dejó el meteorito v loarar esclarecer todos los datos que todavía se desconocen sobre el cataclismo. Juan Luis Peña declaró que un impacto como el del meteorito estudiado sólo puede ocurrir una vez cada mil millones de años. Las investigaciones del último lustro, principalmente del Instituto Lunar y Planetario de Houston (LPI) revelan que el meteorito dejó un cráter de 300 kilómetros de diámetro. El cráter es conocido como "Chicxulub» , por el nombre del pueblo que se encuentra en su centro, a unos cinco kilómetros del puerto de Progreso, en las costas del norte de Yucatán. Los sedimentos del meteorito se encuentran sepultados a 1.200 metros de la plataforma marítima de la península.

Noticia de agencias

Javier Arrimada 2010

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