DE RANA A RANA
INICI

 

De rana a rana y tiro porque...
La biblioteca escolar y su implicación
en la creación de contextos de aprendizaje

Pero lo más importante es que el niño vea a sus padres leer. Discretamente, sin ostentación, pero de una forma arrebatada y absurda. El rubor en las mejillas de una madre joven, mientras permanece absorta en el libro que tiene delante, es la mejor iniciación que ésta puede ofrecer a su niño al mundo de la lectura.

GUSTAVO MARTÍN GARZO1

El aprendizaje de la lectura es una actividad mental que requiere un esfuerzo considerable -puede resultar agotador- pero también apasionante. La vida escolar se mueve en esta dicotomía entre la presión y la pasión y es función de los maestros y de las maestras hacer comprender la utilidad de la lectura, la diversidad de sus formas, de sus soportes y de sus objetivos. Es tarea del profesorado usar todas las estrategias para desvelar el interés, el deseo de saber leer. Una de las mejores herramientas de las que dispone es, sin duda, la biblioteca.
Las opiniones que presentamos a continuación son fruto de las reflexiones del equipo de biblioteca del CEIP Sant Josep - El Pi, un centro público que tiene unas connotaciones similares a muchas otras escuelas y, por tanto, buenas parte de lo que explicamos puede extrapolarse a otras realidades docentes.
La biblioteca de la escuela, situada en un espacio amplio y acogedor, permite experimentar múltiples sensaciones, como un poliedro que irradia luz y calor por cada una de sus caras, es el centro gravitatorio sobre el cual descansan numerosos materiales que ayudan al crecimiento intelectual de nuestros alumnos y se ha convertido en un elemento fundamental del quehacer diario y de las relaciones del centro educativo.
Esta parte de la vida escolar necesita una implicación directa, una complicidad, una proximidad. Nuestro Programa de Invitación a la Lectura (P.I.L) enfatiza la palabra invitación. Invitar significa hacer partícipe a alguien de aquello que nos gusta. Si invitamos un amigo al cine se presupone que iremos juntos, si invitamos a leer queremos indicar que seremos cómplices de un viaje maravilloso. Para ello se precisa una pedagogía basada en los sentimientos y es necesario un maestro o maestra capaz de emocionarse con las lecturas, que tenga interés por conocer. Es la única manera, lectura de distancias cortas, de cercanías. Es el gozo de leer libros que nos ayuden a encontrar respuestas, a resolver enigmas, que nos permitan explorar nuevos caminos, crecer, transformarnos..., en definitiva, libros con todas sus sugerencias. En este sentido, los Claustros de maestros deben esforzarse en desarrollar proyectos de biblioteca que conviertan este espacio en uno de los ejes pedagógicos del centro, un lugar de encuentro cultural y recreativo, un punto de ampliación de los conocimientos autónomos del alumnado.
Tres ejemplos de invitación a la lectura son: la hora del cuento, las acciones a partir de juegos y la interacción con las familias.

La hora del cuento.

"El cuento necesita del reposo, de un detenimiento en el trabajo, un oído grupal, un narrador. La palabra se despoja del cuerpo-espacio-ritmo, se desnuda en el oído-agrupado. Lo oral se esparce, se difumina; lo oral, como lo recuerda el diccionario, también es viento fresco y suave"
Ana Pelegrín

Los niños y las niñas de ciclo infantil viven una tarde a la semana este momento mágico. Es la hora de la ensoñación, la hora en que la cálida presencia de los otros nos tranquiliza, la hora en que vamos a vivir, codo con codo, una misma emoción. Esta esperada tarde hacemos el viaje que nos lleva desde nuestra aula hasta la biblioteca. Cruzamos la puerta y entramos en un mundo maravilloso donde todo es posible. Nos sentamos en las sillas o en los cojines y, alrededor del maestro, el tiempo se detiene, se hace presente el silencio, dulcemente las persianas se cierran, los ojos chisporrotean, las primeras palabras -había una vez, cuando los árboles hablaban y las piedras caminaban…- nos extrapolan en el tiempo y en el espacio. La atmósfera única de calma, de vida interior intensa, nos conduce a la reflexión, a formas de expresión que deben liberarse, a la satisfacción de reaccionar como los demás y de multiplicar las emociones en contacto con los compañeros.
Al terminar la narración siempre disponemos de unos momentos para mirar y remirar libremente los materiales de la biblioteca. Es el instante de escoger un cuento y sentarse cerca del maestro o de la maestra que va leyendo el libro que hemos elegido. Y más tarde, antes de volver a clase, el "duende de la biblioteca" nos ofrece un cromo(2) para nuestro álbum de "cromocuentos" y un regalo(3) que llevaremos a casa y será el vínculo afectivo, el nexo entre nosotros, la biblioteca y los padres y madres.

Hasta (casi) 100 bichos

El maestro ha de leer cada día, ha de procurar que su grupo tenga unos momentos para la lectura silenciosa individual, ha de organizar el rincón de la lectura en el aula y ha de sistematizar y potenciar el descubrimiento de los buenos libros, favoreciendo las actividades creativas del alumnado.
En las visitas semanales a la biblioteca con los chicos y chicas de educación primaria se organizan sesiones que tiene el juego como hilo conductor de la actividad lectora. Tomamos como base las normas de juegos conocidos por todos -rompecabezas, jeroglíficos, dominó, naipes, etc.- sobre los cuales hacemos las adaptaciones correspondientes. Algunos libros lo posibilitan especialmente. Por ejemplo hasta (casi) 100 bichos (4) de Daniel Nesquens.
Hasta (casi) 100 bichos es un bestiario muy bien editado. Presenta los animales ordenados alfabéticamente, desde Abeja hasta Zorro. Está escrito en clave humorística y son constantes la parodia, las alusiones absurdas y las comparaciones delirantes. Todo el libro es un constante ir y venir de las palabras a los significados que evocan; hay referencias a la lógica de las palabras, a las normas de ortografía, a la trasgresión lingüística y a las metáforas. Se puede leer siguiendo la numeración natural o ir saltando por los capítulos de manera desordenada.

Tortuga
Se tiene la creencia de que la tortuga es lenta. Mentira. Claro que si comparamos una tortuga con un leopardo, o si la comparamos con un coche de fórmula 1, la tortuga es lenta, lentísima. Pero comparemos una tortuga con un libro. ¿Quién es más rápido? Lo que les decía. (...)
La tortuga es muy fácil de dibujar por tres razones: tiene una forma sencilla y se mueve muy despacio.

Una actividad que realizamos con los alumnos del ciclo superior está basada en el popular Juego de la Oca. Se han substituido los cuadros por algunos de los animales que aparecen en el libro. Se juega en pequeño grupo y cada alumno dispone de una ficha y un dado. El primer jugador avanza tantos espacios como indica el dado y busca en el libro el animal que aparece. Lo lee en voz alta a los compañeros. A continuación el siguiente jugador lanza su dado y repite la operación de lectura con el "bicho" que le ha tocado.
La rana permite avanzar más deprisa. Cuando se cae en una casilla de este tipo se salta hasta la siguiente diciendo: "de rana a rana y tiro porque..."
El objetivo de la actividad es leer algunos capítulos. Se termina la partida cuando se alcanza la última casilla, el sapo.
Algunos párrafos requieren una explicación y, por eso, es conveniente que el maestro participe jugando o aclarando los conceptos. Por ejemplo si en araña se lee "la araña y el gato se llevan de maravilla en el país de Alicia" quizá haya que aclarar y recordar el fragmento de la novela Alicia en el país de las maravillas donde aparece el famoso gato de Cheshire.

Café y libros

En la escuela se organizan unas reuniones para padres y madres, de participación libre, informales, que llamamos café y libros.
Son unas tertulias(5) en las que se tratan temas relacionados con la lectura como por ejemplo, los álbumes ilustrados, la narración de cuentos, las bibliotecas de la ciudad, leer ¿para qué?, las novedades editoriales, etc.
El equipo de biblioteca convoca a los padres y madres de alumnos y se encarga de tener a punto el espacio y crear un ambiente cordial y amistoso dónde todos se sientan bien, acogidos y respetados. También se encarga de preparar el café y el acompañamiento. Dos maestros son los encargados de conducir las sesiones, moderar los debates, recoger las informaciones aportadas y levantar las actas de cada sesión. Los padres y las madres, a su vez, se comprometen a leer los documentos y comentarlos en la siguiente tertulia.
Estas reuniones sirven para apuntar caminos, para encontrar criterios y para discutir libros. Cada cual puede expresar sus preocupaciones y sus ideas.

Escuela, familia y niño son los tres vértices de un triángulo equilátero que gira alrededor de su ortocentro, allí donde está la biblioteca, allí donde viven los libros. Hemos comentado el momento mágico de la narración de cuentos, la visita semanal a la biblioteca escolar para ser transportados a lugares misteriosos y lejanos -"el lector era quien más lejos había ido, el que más había viajado, el conocedor de los mundos más exóticos" (6)- y creemos en el beneficio que representa para los niños y las niñas entrar en contacto con los buenos libros que les ayuden a encontrar respuestas, a conocer y a viajar.
La escuela -y la familia- ha de ofrecer todas las posibilidades al niño que pueda ser, si quiere, como el Bastian de Ende(7), capaz de estar tardes enteras frente a un libro, con las orejas hirviendo y el pelo caído sobre la cara, leyendo y leyendo. Un muchacho que leía de noche, en la cama, bajo la manta y con una linterna que le era compañera de aventuras, un muchacho que lloraba cuando una historia terminaba y había que decir adiós a los héroes a los que amaba y admiraba. Porque de lo que se trata es de poner en contacto un libro y un niño o una niña. Sólo de eso, ni más ni menos.

"Y, de repente, se sintió invadido por un estado de ánimo casi fastuoso. Irguió el cuerpo, cogió el libro, lo abrió por la primera página y empezó a leer"
(de "La historia interminable")

Jaume Centelles Pastor
Maestro de Educación Infantil
CEIP Sant Josep - El Pi
L'Hospitalet
jcentell@xtec.net

NOTAS:

1. MARIN GARZO, Gustavo. "Instrucciones para enseñar a un niño a leer". Publicado el 17 de abril de 2003 y galardonado con el premio al mejor artículo de fomento a la lectura.
2. Un cromo es la fotocopia en color reducida de la portada de uno de los libros que se han ido narrando durante toda la sesión. Estos cromos se pegarán en las páginas del álbum que cada alumno tiene en clase y cuando esté lleno, hacia final de trimestre -doce cromos- se lo llevarán a casa (enlace afectivo e informativo).
3. El regalo suele ser un folio -doblado, pintado, troquelado…- en el que hay un dibujo del cuento narrado y una breve explicación, así como unas indicaciones de cara a las familias por si lo quieren consultar.
4. NESQUENS, Daniel. Hasta (casi) 100 bichos. Madrid. Anaya, 2001.
5. Tertulias periódicas a la cual asisten alrededor de veinticinco personas, un día determinado por la tarde -de tres a cuatro y media.
6. MATEO DÍEZ, Luís. Lunas del Caribe. Madrid: Anaya, 2000.
7. ENDE, Michael. La historia interminable. Madrid: Alfaguara, 1998.

 

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