Article aparegut a “La Vanguardia” el 24/03/02 per Marta Forn

El adiós de Cinc d'Oros


En el último mes Barcelona ha sido testigo de la inmediata desaparición dos de las librerías de referencia de la cultura catalana. Primero informó de su próximo cierre la centenaria Librería Francesa, situada en el paseo de Gràcia,y ahora se despide Cinc d'Oros en la Diagonal.
La librería que abrieron el 15 de marzo de 1969 Carmen Aizpitarte y su marido, Jaume Ferràs, pronto se consagró en la ciudad como centro de referencia antifranquista. "Fuimos capaces de sobrevivir a la represión de la dictadura y no hemos sido capaces de resistir la atomización del mercado", se lamenta Carmen Aizpitarte. "La ley de Arrendamientos Urbanos ha subido mucho, pagamos un alquiler de cerca de 4.200 euros unas 700.000 pesetas- por un local de 192 metros cuadrados. No hemos podido conseguir respaldo y llevamos dos años buscando mecenas y editoriales, pero no ha sido posible." Carmen Aizpitarte asegura que la aparición de la Fnac, la Casa del Llibre y el nuevo Corte Inglés les ha perjudicado. "¿Qué somos? Somos pigmeos", comenta.
El primer director de Cinc d'Oros, Pablo Bordonaba, recuerda que allí se crió la generación de Ernest Lluch y que algunos de los habituales eran Narcís Serra, Isidre Molas, Jordi Solé Tura... "También han pasado por aquí Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa. Teníamos acceso a títulos prohibidos de Edicions Catalanes de París y de Ruedo Ibérico a través de trampas legales. Estos libros los escondía en un armario con doble fondo de mi despacho y que sólo se podía abrir manipulando una palanca."
Uno de los episodios más desagradables fue el incendio que sufrió la librería en 1972. "Estábamos molestos por los constantes comentarios en los medios de comunicación acerca de los tres ‘Pablitos’ en referencia a Pau Casals, a Picasso y a Neruda y como respuesta a una campaña lamentable hicimos un escaparate con libros de Neruda, Pau Casals y litografías de Picasso. Nos atacaron los guerrilleros de Cristo Rey, con cócteles molotov y se quemó la librería." "En otra ocasión -relata con malicia Bordonaba-, durante una lectura de poemas de Álvaro Mutis, el delegado gubernativo encargado de controlar el acto y de hacer un informe me pidió permiso para llamar a su jefe: ‘Esto es una porquería, hablan de poesía’, oí que comentaba el policía. Su jefe, por supuesto, le dio permiso para largarse."

 

[index] [obres en català][obres en castellà][obres autors estrangers][links][articles][correu]