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Base documental
d'Història Contemporània de Catalunya.
LEOPOLDO
O'DONNELL Y JORNIS (1809-1867).
Font:
DD.AA.: Enciclopedia de Historia de España,vol IV
(Diccionario biográfico). (1991). Madrid: Alianza
Editorial. 910 pp.
Text:
Militar constitucionalista y político liberal. Nació en
Santa Cruz de Tenerife el 12 de enero de 1809. Habiendo
estallado a la muerte de Fernando VII la Primera Guerra
Carlista (1833), optó por encuadrarse siendo ya
profesional, en las filas del ejército cristino, a pesar
de tener hermanos en el bando absolutista. Sus
fulgurantes ascensos en la jerarquía militar se debieron
a los méritos contraídos en campaña a lo largo de
aquella guerra civl. Su participación en la acción de
Lumbier le valió el ascenso a coronel y, tras la jornada
de Unzá, obtuvo el grado de brigadier. En junio de 1837
contribuyó decisivamente a apaciguar la sublevación de
Hernani, lo que le valió al poco su promoción a
mariscal de campo. En 1839 se le confió el mando del
Ejército del Centro que llevaba anejo el cargo de
capitán general de Aragón, Valencia, y Murcia, cuando
apenas tenía treinta años. Desde este cargo su acción
militar se dirigió contra los carlistas establecidos en
el Maestrazgo y Bajo Aragón, obligando a Cabrera a
levantar el sitio de Lucena. Esta acción fue acompañada
de su ascenso a teniente general, otorgándosele el
título de conde de Lucena.
A raíz del Convenio de Vergara, y de acuerdo con
Espartero, toda su acción se dirigió contra el
ejército de Cabrera; pero, debido a sus inclinaciones
políticas en favor del moderantismo, se vio obligado a
emigrar a Francia, tras la revolución progresista de
septiembre de 1840 que provocó la renuncia de Maria
Cristina de Borbón a la Regencia. En 1841 figuró en la
conspiración moderada que, encabezada por el general
Diego de León, se fraguó contra la Regencia de
Espartero. En ella, O'Donnell había recibido el encargo
de propiciar la sublevación militar de Pamplona, pero
fracasado en Madrid el asalto a Palacio, intentado por
León el 7 de octubre, tuvo que volverse a refugiar en
Francia. En la primavera de 1842 presidió la Orden
Militar Española creada entonces en París, núcleo
de organización de los militares moderados exiliados que
conspiraban contra el regente y el gobierno progresista
de Madrid, y buscaban el restablecimiento de la Regencia
de la madre de Isabel II. En 1844, instalado Narváez en
el poder, fue nombrado capitán general de La Habana,
cargo en el que permaneció hasta 1848. A su regreso a la
Península fue nombrado senador y director general de
Infantería.
Su protagonismo político se inició en 1853, tras el
enfrentamiento surgido entre el Senado y el gabinete del
conde de San Luis por la cuestión de ferrocarriles, que
derivó en la suspensión de las sesiones de Cortes.
O'Donnell encabezó el pronunciamiento militar de 1854
que, en un principio, sólo buscaba propiciar el cambio
ministerial. El 29 de junio se puso al frente de la
Caballeria insurreccionada en el Campo de Guardias, Tras
el indeciso encuentro de Vicálvaro, que daría nombre a
los pronunciados, y con el fin de ganar adeptos, dio el 6
de julio el célebre Manifiesto de Manzanares,
que al ampliar y radicalizar los objetivos de la
revolución, generalizó ésta por todo el pais.
Capitalizado finalmente el movimiento por el progresismo,
y encargado Espartero de presidir el Consejo de
Ministros, O'Donnell tuvo que compartir con aquel partido
las responsabilidades de gobierno durante el Bienio
Progresista, ocupando él la cartera de Guerra. En las
Cortes Constituyentes del Bienio nació un nuevo partido
de carácter centrista, la Unión Liberal, que
quería permanecer equidistante tanto del moderantismo
doctrinario como del progresismo puro, partido que
convirtió a O'Donnell en su jefe e indiscutible líder.
Tras los sucesos del 16 y 17 de julio de 1856, que
provocaron la dimisión de Espartero, el conde de Lucena
formó el primer Gobierno unionista. Desde la presidencia
de este gobierno puso fin a las sesiones de las Cortes
Constituyentes, disolvió la Milicia Nacional e,
ignorando la Constitución non-nata de 1856, restableció
la moderada de 1845, acompañada de un Acta adicional que
reflejaba alguna preocupación por conservar ciertas
conquistas progresistas (jurados para delitos de
imprenta, permanencia de las Cortes durante cuatro meses
al menos cada año).
El 10 de octubre de 1856 se vio obligado a dimitir,
debido a la oposición de los moderados históricos a su
política. Fue sustituido en la Presidencia del Consejo
de Ministros por Narváez, lo que supuso el retorno a la
integridad del régimen politico de 1845. Sin embargo,
volvió a la Presidencia del Gobierno,ocupando además la
cartera de Guerra, en julio de 1858, iniciándose
entonces un período de gobierno ininterrumpido de la
Unión Liberal que se alargó hasta 1863. En este
período cabe destacar el boom de los
ferrocarriles y la guerra contra Marruecos. En esta
última, declarada en octubre de 1859, O'Donnell tomó el
mando personal de ejército, ocupando Tetuán (febrero de
1860). El tratado de Tetuán que puso fin a la guerra
reconoció las posiciones españolas en el Norte de
África, y amplió el dominio de Ceuta. Esta acción le
valió la grandeza con el título de duque de Tetuán.
Presentó la dimisión en febrero de 1863, ante la
presión del Partido Moderado. El malestar originado por
los sucesos de la noche de san Daniel, le llevaron
nuevamente a presidir el gobierno en 1865. En su nuevo
mandato trató inútilmente de reintegrar al progresismo
en el juego político, y reprimió la revolución de
junio de 1866 estallada en Madrid. Sustituido por
Narváez nuevamente en aquel año. se trasladó a
Biarritz por problemas de salud, falleciendo al poco
(5-XI-1867). Su desaparición permitió a los unionistas
iniciar una convergencia con los progresistas y los
demócratas que culminaría en la revolución de
1868.(JIMB) (623-624 p.).

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