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Base documental
d'Història Contemporània de Catalunya.
FRANCISCO
PI Y MARGALL (1824-1901).
Font:
DD.AA.: Enciclopedia de Historia de España,vol IV
(Diccionario biográfico). (1991). Madrid: Alianza
Editorial. 910 pp.
Text:
Hijo de obrero textil, nace en Barcelona el 29 de abril
de 1824. Ingresa en 1831 en el seminario, donde adquiere
su afición por las humanidades y, de modo especial, por
las lenguas clásicas, abandonándolo en 1837 para
matricularse en la Facultad de Derecho. Diez años más
tarde traslada su residencia a Madrid, doctorándose en
leyes. En esta etapa comienza a colaborar en la prensa
escribiendo para la revista El Renacimiento, y
la crítica teatral en el diario El Correo,
periódico que sufre el cierre coincidiendo con la
inserción del primer artículo político de Pi. Esta
circunstancia le obliga a buscar una nueva fuente de
ingresos, entrando a trabajar en una sucursal de la banca
catalana Martí. Entre tanto (1848), ultima la inconclusa
obra de Piferrer Recuerdos y bellezas de España,
en la que finaliza el volumen dedicado a Cataluña,
realiza la parte de Granada y algunos apartados sobre la
de Sevilla. Recién llegado a Madrid se adhiere al
Partido Demócrata, destacando durante los hechos
revolucionarios de julio de 1854. Ese mismo año publica La
reacción y la revolución, obra en la que expone su
pensamiento político, y donde se aprecian ya elementos
de Herder, Proudhon y Hegel, entre otros. Tras los
sucesos del cuartel de San Gil ( 1866), se refugia en
París, donde sigue algunos cursos en su universidad, y
traduce las obras básicas de Proudhon.
Desarrolla su creencia en la revolución forzosa,
ineludible y permanente, movimiento que, inspirado en el
principio federalista, se asentaría sobre la libertad de
los pactos como sustitutos del concepto de autoridad, En
1856 funda la revista La Razón que, al triunfar
el golpe moderado de O'Donnell (julio), es clausurada,
marchando a Vergara (Guipúzcoa) hasta mediados de 1857,
en que, a instancias de Nicolás María Rivero, regresa a
Madrid para entrar en la redacción del periódico
demócrata La Discusión, del que, con un
intervalo para colaborar en el bufete de Estanislao
Figueras, llega en 1864 a ser su director. Triunfante la
"Gloriosa", (septiembre de ] 868) vuelve de su
exilio parisino iniciado tras los acontecimientos de
junio de 1866. Es elegido diputado por Barcelona, y forma
parte de las Cortes que redactan la Constitución de l
869. Paulatinamente se perfila como el líder del Partido
Republicano Federalista, del que alcanza la jefatura en
marzo de 1870, dirección que pierde por disensiones
internas acerca de la Comuna de París, por su política
conciliadora con la oposición, y por los descalabros
electorales sufridos, Desde su escaño destacó por la
defensa a ultranza de los derechos individuales, que,
según entendía, no podían constituir materia
legislable; por el derrocamiento de la monarquía, por
medios políticos, y el establecimiento en su lugar de la
república federal.
Cuando, en febrero de 1873, se constituye el primer
gobierno de la 1 República, su presidente, Estanislao
Figueras, lo llama para que se encargue de la cartera de
Gobernación, ministerio desde el que tuvo que contener
el movimiento cantonalista. Dimitido Figueras, accede, el
11 de junio, a la presidencia de la República, con un
amplio plan de reformas que contemplaba, entre otros
proyectos, la redacción de una nueva ley fundamental,
formalizar la separación entre la Iglesia y el Estado,
reorganizar el ejército, reducir la jornada laboral a
nueve horas, regular el trabajo de los menores, fijar un
salario mínimo, potenciar los circuitos de entendimiento
y negociación entre obreros y patronos, ordenar las
autonomías, asegurar una enseñanza obligatoria y
gratuita, etc. Sus medidas de gobierno ni siquiera
llegaron a esbozarse, pues el 18 de julio dimitía, no
sólo desbordado por los acontecimientos que el país
vivía sino también fustigado por el ala más
intransigente de su partido (abandono de los escaños
parlamentarios de los federalistas más radicales, 1 de
julio; insurrección en Alcoy y Cartagena, 7 al 12 de
julio). Cercenada la República en enero de 1874, se
retira de la vida política, a la que no regresa hasta
diez años después, en que obtiene acta de diputado por
Figueras, escaño que renueva en 1886, 1891 y 1893.
En esa década, además de ofrecer al lector La
República de l873 (1874) y Las Nacionalidades (1876),
su obra más renombrada, escribe joyas literarias (1876),
el primer volumen de una Historia General de América
(1878), La Federación (1880), Las luchas de
nuestros días (1884), y Observaciones sobre el
carácter de don Juan Tenorio (1884): asiste a la
fragmentación del partido (Figueras, Ruiz Zorrilla,
Castelar, Almirall), cuyos restos a duras penas consigue
mantener fiel a su pensamiento federalista, ideario que
se renueva en el proyecto de constitución federal
aprobado en el Congreso de Zaragoza de 1883 y, más
explícitamente, en 1894 con la publicación del Programa
del Partido Federal. Toda su vida, hasta su muerte,
acaecida en Madrid el 29de noviembre de 1901, Pi se
desenvuelve entre la política más transparente, sin
hacer dejación, bajo ninguna circunstancia, de su
ideario federal, y el difícil arte de escribir, en el
que, por sus interpretaciones, sufre repetidas veces los
efectos de la censura (Historia dela Pintura en
España -1851- o Estudios sobre la Edad Media,
1852). En 1890 había fundado en Madrid un semanario, El
Nuevo Régimen, muy molesto para el poder, al
constituirse en tribuna favorecedora del independentismo
cubano. (RFM) (684-685 pp.)

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