Base documental d'Història Contemporània de Catalunya.
Restauració 1 (1874-1898) - Fonaments de la Restauració (1874-1898)
 

Guerra de Cuba(1895-1898):Los patriotas (26-IX-1896)

Font:
Pi y Margall, Francesc: Los Patriotas. A: VALENTI, Ignasi [ et. al.].España 1898.Francesc Pi y Margall.Madrid: Edición Materiales.1968. 16-17 pp.

Comentari:
La contribució de sang era per Francesc Pi y Margall (1824-1901) una situació injusta i sobre tot quan s´argumenta des del patriotisme.Aquesta injustícia comporta les desercions i la fugida cap a l´estranger de molts joves, quan els rics poden redimir-se del servei militar obligatòri. Aquests argumenten la falta de patriotisme de les classes mitges i populars de l´Estat Espanyol.
Pi y Margall critica aquesta actitud ja que ningú va a la guerra per pròpia iniciativa, i sobre tot amb un sistema militar obligatori tan injust.
En aquest article es pot veure ben clarament la postura de Pi y Margall davant la Guerra de Cuba: Acabar amb la guerra.

Text:
¡Que escándalo!, exclaman algunos periódicos. A bandadas tramontan nuestros jóvenes la frontera o se embarcan en busca de lejanos países para no ir a Cuba y sustraerse al servicio de las armas. ¿Se ha extinguido ya en nosotros el patriotismo?
Así parece. Va siendo en los españoles general el deseo de rehuir el servicio. Para satisfacerlo recurren los pobres a la fuga, y los ricos a redimirse por 1.500 ó 2.000 pesetas. ¿Tiene el labrador un campo que vender o hipotecar y los industriales algo que dar en prenda? Lo venden o lo empeñan para que sus hijos no vayan a morir en la manigua.
La falta de patriotismo, como se ve; está en todos; está en los mismos escritores que tanto la lamentan. No irá , no, ninguno a alistarse en los batallones de voluntarios, ni, como pueda, dejará ninguno de redimirse o redimir a sus hijos para preservarse o preservarlos de todo riesgo de muerte.
Esos que tanto alardean de patriotas, ¿cómo no son los primeros en coger las armas y lanzarse a1 sacrificio? Aun los militares se resisten a entregar al hijo que no tomó las armas por carrera y no tiene graduación en el ejército. Aun al que es oficial ponen empeño en que no salga de la Península.
Por patriotismo van muy pocos hombres a la guerra, que harto sabido es que a muy otros móviles obedecen los más de los voluntarios.
No exige, por otro lado; el patriotismo, ni que demos nuestra sangre por cualquier causa, ni que vayamos a un sacrificio inmotivado o estéril. Viéramos invadida la patria por extranjeras gentes, y nos sentiríamos, de seguro, impelidos a tomar las armas.
Tratárase de emanciparnos o de emancipar pueblos esclavos, y nos llevaría el entusiasmo a los más peligrosos combates. Contra la libertad de otros pueblos ¿cómo han de arder en igual fuego los corazones?¡Basta de sacrificios!, clamarán pronto las gentes todas; que apenas hay padre que no llore por hijos que murieron en la lucha, ni madre que no llore por los que le quieren llevar a la muerte. Se hizo más de lo que se pudo, dicen todos: ¡basta de sangre!.

 
 

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