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Base documental
d'Història Contemporània de Catalunya.
Restauració 2 (1898-1931) - Crisi de la Restauració
(1898-1923)
Exposició
dirigida per la "Unió Catalanista" a S.M. La
Reina Regent d´Espanya (1899)
Font:
ROMANI PUIGDENGOLAS,
Francisco:Exposició dirigida per la "Unió
Catalanista" a S.M. La Reina Regent d´Espanya.
Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona."Fulls
volanters"; vol.1898-1902; n.48. 1p.
Comentari:
La pèrdua de les colònies va
generar un moviment polític molt ampli a Catalunya,
buscant solucions a les causes de la crisi colonial de
1898.
La "Unió Catalanista" (1891-1936) era un
moviment d´àmplia difusió geogràfica i popular,de
caràcter conservador i hereva del nacionalisme
romàntic.
L´exposició era una protesta a la Reina Regent per uns
fets que passaren a Bordils. A més de protestar pel fet
en concret, el text insisteix en que el centralisme com
la causa dels mals d´Espanya i es queixa de les
campanyes anticatalanistes que fan alguns diaris i
personalitats de la resta de l´Estat.
Text:
SEÑORA:
Las " Unió Catalanista" reverentemente acude
á V.M. para exponer su amarga queja por la comisión de
un atropello incalificable y para reclamar una
satisfacción debida al reciente agravio inferido a
Cataluña.
El día 1 del corriente mes se verificó en Bordils
(provincia de Gerona) un mitin al que concurrieron
numerosísimas personas respondiendo á los fines
patrióticos que la "Unió Catalanista"
persigue.
Estos fines, Señora, claros como la luz del día, son
bien conocidos ya de todo el mundo. Expuestos en parte á
S.M. el Rey don Alfonso XII y en presencia de vuestra, en
el año de 1885, por comisión que manifestó la
necesidad de dotar a Cataluña del régimen jurídico
autonómico junto con otras disposiciones que de momento
aseguraran el desarrollo franco y libre de su genio
industrial y mercantil merecieron de Vuestro Augusto
Esposo palabras tan lisonjeras que alcanzaron el
privilegio de ser para nosotros inolvidables y de llevar
la turbación y el asombro al ánimo de los constantes
monopolizadores de la gobernación del Estado español,
poco afectos á un lenguaje tan expansivo y tan sincero.
Reproducidos más tarde dichos fines y ya con mayor
amplitud ante V.M. en Vuestra visita á Barcelona con
motivo de las fiestas de la Exposición Universal de
1888, la "Lliga de Catalunya", hoy uno de los
miembros de la corporación recurrente, tuvo la honra de
hacerlos de nuevo presentes á V.M. esperando verlos en
no lejano día felizmente realizados. Y la esperanza no
podía ser más justa, porque recordando la época en que
los catalanes peleaban por sus libertades bajo la
protección de la Imperial Casa de Austria, reconocía en
V.M. su descendiente ilustre escogida por la Providencia
para encaminar los destinos de la España actual; y
porque, educada en una Corte que reúne en lazo
federativo las distintas naciones constitutivas del
Imperio, bien podía confiar que, en cuanto de V.M.
dependiera sería acogido con simpatía el ideal
catalanista aplicable á España, que es análogo al
austriaco y el único medio ya posible de libertar
nuestro país de un centralismo absorbente y atrofiador,
padre de un enjambre de especuladores políticos de
oficio que, al repartirse los distritos cuyas necesidades
desconocen por completo, dejan desnaturalizada y
desvirtuada la verdadera representación de la tierra y
causa original, sin duda, de nuestras cada día
crecientes desventuras.
Finalmente, desarrollados los mismos propósitos con
entera plenitud en las memorables Bases aprobadas por la
Asamblea de Manresa del año 1892 en las que
explícitamente se declara el alcance de la autonomía
pedida para Cataluña, la " Unió Catalanista"
no ha cesado de propagarlos y de verlos admitidos con sin
igual entusiasmo por un pueblo que reconoce en su
aplicación los recursos naturales para recobrar los
alientos necesarios con que salirse del actual estado de
postración y abatimiento generales.
Pues bien, Señora; en una de esas patrióticas
manifestaciones organizadas en Bordils por la Agrupación
de este pueblo, adherida á la "Unió
Catalanista", cometióse por parte de los agentes de
Vuestro gobierno, sin respeto ni miramiento alguno á su
alta representación, el inaudito abuso de prohibir la
pública exhibición de toda enseña, atributo ó bandera
de Cataluña, sin que tan arbitraria medida haya
alcanzado hasta ahora la reparación ó correctivo que
merece.
No hay que ponderar lo que para nosotros esta vejación y
desafuero significan. Empeño inútil y al mismo tiempo
contraproducente es el de pretender ahogar las
expansiones legítimas de un pueblo que tiene confianza
en sus destinos, y cuyas aspiraciones responden á los
latidos de su conciencia y á las tradiciones de su
historia, humillando los símbolos de su pasada grandeza
y condenando los timbres de sus preclaras hazañas, cuyo
recuerdo se conserva todavía con orgullo.
Pero si ante este injusto menosprecio á duras penas es
creible que haya un pueblo en el mundo capaz de resistir
tamaña ofensa sin protesta, en el caso presente, cuando
se considera que los blasones y escudos perseguidos
constituyen como una sagrada herencia de aquellos condes
soberanos que cimentaron las bases de nuestra historia, y
de cuyas inmortales empresas proceden vuestros títulos
de Reina y condesa del Principado, y que las banderas y
trofeos ultrajados son aquellos mismos que con tanta
gloria y concurso de naciones aportaron nuestros
antepasados al Estado español, el ánimo apenado no sabe
ni remotamente hacerse cargo de las causas á que ha
podido obedecer una disposición tan absurda , y la
"Unió Catalanista" que ha sabido devorar en
silencio otros agravios recibidos de vuestros
gobernantes, no puede callar el ahora sufrido, y aunque
no fuera más que por lo que afecta a la dignidad de
vuestra soberania en nuestro territorio, entiende que no
debiera alguna manera tolerarse.
Bien podría la "Unió Catalanista" quejarse de
la influencia que en vuestro gobierno ejerce el espíritu
de injuria y de calumnia de determinadas personalidades y
de ciertos periódicos, cuyas agentes son más capaces de
soportar los más rudos ataques á los fundamentos de la
sociedad y á las leyes del orden moral, que el tributo
que la gente catalana sabe rendir á los símbolos de sus
antiguas libertades . Aquella misma prensa que tanto ha
colaborado en la pérdida de nuestras posesiones de
Ultramar es la que se dedica con fruición diabólica y
por medio de acusaciones gratuitas é irritantes insultos
á desnaturalizar el movimiento salvador del catalanismo.
Pero el catalanismo, Señora, no ha de cejar en su noble
empeño de librar á la patria catalana del yugo del
centralismo dispertando sus energías y que, sin
menoscabo que las iniciativas de las demás regiones
españolas, lograrán sobreponerse al monopolio de los
gobernantes ejercen en la representación del país por
medios reprobables.
La "Unió Catalanista", Señora, cree servir
con su conducta á la robustez y dignidad de la patria
catalana, mejorando con ello los títulos de su unión al
Estado español que en V.M. tienen actualmente su más
firme arraigo. Confía en la sabiduría y recto sentido
que en V.M. resplandecen, para salvarnos de la opresión
de los partidos políticos centralistas, cuyo núcleo
radica en el Parlamento, de donde proceden los Gobiernos
hostiles á nuestras legítimas reivindicaciones.
Por esta razón la "Unió Catalanista" se
dirige a V.M. confiada en Vuestro supremo é imparcial
juicio para hacerle clara manifestación de nuestros
sentimientos y aspiraciones y para que os digneis
encomendar á VuestroGobierno que haga respetar por sus
agentes la funciones legales de esta Corporación y la
libre ostentación de los escudos y trofeos peculiares de
Cataluña.Guarde Dios la vida de V.M. muchos años.
Barcelona, 14 de octubre de 1899.- A. L.R.P. de V.M..- El
presidente de la "Unió Catalanista", Francisco
Romaní y Puigdengolas.
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