POR ELCAMINO DE LOS MESES DEL AÑO 
           (fragmento)
        Parto, pues, otra vez 
          y de nuevo me encuentro recorriendo los andurriales que me guían 
          a mis bosques. ¡Benditos encinares! ¡queridos robledales! 
          ¡Laberintos por donde se hilaban mis sueños! Julio, Agosto, 
          dioses leñadores, golpean, aun hoy, como siempre, árboles 
          altos, inmortales, y yo escucho y me maravillo, siempre de la pureza 
          de sus hachazos invisibles. Entre golpe y golpe solo escucho el crepitar 
          indómito del silencio mientras camino las ramas de fuego verde. 
          ¿Sabré aún encontrar el sendero hacia el cristal 
          que serpentea por el fondo inextricable? Por la raigambre que baja desde 
          la quebrada a la boca de la hoya, el verano, lentamente se deshilvana. 
          ¡Lianas, selva de gozo, mis quietudes!
        (versió de Sebastià Goday)