Descartes (1596/1650), con su célebre pienso, luego soy, establece que el pensar es la gran realidad gracias a la cual podemos afirmar la existencia del propio yo, un yo que es una realidad pensante, una res cogitans. Mis pensamientos constituyen mi realidad; mis pensamientos constituyen mi yo. Así nos lo explica en su conocido Discurso del Método:
|
En contraste con René Descartes, Milan Kundera plantea otra cara de la cuestión. No son los pensamientos aquello que me constituye, sino mis sentimientos: siento, luego soy. En el siguiente fragmento de La inmortalidad Kundera subraya el peso del sufrimiento en el proceso de tomar conciencia de mi yo. Su perspectiva se aproxima a la de Pascal cuando éste afirma que el corazón tiene unas razones que la razón no entiende.
Blaise Pascal (1623-1662), coetáneo de Descartes, dentro del mismo contexto cultural del Racionalismo y el Barroco, fue el primero en hablar de las razones del corazón. Después de unos años centrados en la investigación matemática, Pascal recibió un fuerte impacto emocional. Del enaltecimiento y valoración de las razones de la razón, propio de un matemático, pasó a la valoración y defensa de las razones del corazón. ¿Y a qué se refiere Pascal cuando habla de razones del corazón? Se refiere al conocimiento que aporta el corazón con sus intuiciones: el corazón me proporciona unas certezas que la razón, propiamente dicha, no me puede dar. Pascal pasa del elogio de la razón o esprit de geómétrie al elogio del corazón o esprit de finesse. El espíritu geométrico se basa en los principios racionales, en unos principios que una vez conocidos es casi imposible negar. El espíritu de finura se basa en el conocimiento inmediato, en el conocimiento de aquello vivido y experimentado por un mismo: hace referencia a las «cosas del sentimiento». |
Ciertamente, Descartes es conocido como el racionalista que ha acentuado la dicotomía entre pensamientos y sentimientos. «Cartesiano» (de Cartesius, Descartes en latín) es sinónimo de «metódico», «ordenado», «racional». Ahora bien, a menudo las dicotomías o dualismos son imprecisos tópicos o simplificaciones. Si avanzamos más en el estudio de la obra de Descartes constataremos que estos dualismo irreconciliable que se le otorga queda bastante disuelto. ¿Qué entiende Descartes por pensar? Dice: «Par le mot penser, j'entends tout ce qui se fait en nous de telle sorte que nous l'apercevons immédiatement par nous-mêmes; c'est pourquoi non seulement entendre, vouloir, imaginer, mais aussi sentir, est la même chose ici que penser.» (Les principes de la philosophie, 1, 9). Lo afirma muy claramente: sentir es aquí la misma cosa que pensar. Todas las actividades psíquicas quedan incluidas dentro de la categoría de «pensar». Cuando Daniel Goleman en su libro 'best-seller' mundial La inteligencia emocional (Barcelona: Kairós, 1996) critica y denuncia la insuficiencia de muchos planteamientos sobre la inteligencia racional proclamando y defendiendo que pensar y sentir interaccionan capacitándose o incapacitándose mutuamente, olvida buena parte de la obra de Descartes. Goleman critica una dicotomía que el mismo Descartes ya había cuestionado en algún momento. Si no hay harmonía entre cabeza y corazón —afirma Goleman— todo el individuo paga las consecuencias. Nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto de nuestros pensamientos como de nuestros sentimientos. Textualmente: «La dicotomía entre lo emocional y lo racional se asemeja a la distinción entre el 'corazón' y la 'cabeza'. Saber que algo es cierto 'en nuestro corazón' pertenece a un orden de convicción distinto -de algún modo, un tipo de certeza más profundo- que pensarlo con la mente racional..» |
Estás invitado a participar aportando tu punto de vista: | ||
¿Qué es aquello que
constituye mi yo? ¿Qué es aquello que hace que yo sea yo? - Mis pensamientos ... (Si no pienso, no soy, ... ) - Mis sentimientos ... (Si no siento, no soy, ... ) - Mis pensamientos y el mis sentimientos ... |