La polémica Desde sus inicios, la teoría de los valores o axiología (de los términos griegos axos y logos, valor y saber) ha tratado una cuestión que ha originado posiciones enfrentadas, a saber:
|
Son subjetivos
Otros consideran que los enunciados valorativos no son sino expresiones de un estado de ánimo personal y tienen la función de despertar sentimientos parecidos en los otros, que no hay ninguna posibilidad de encontrar argumentos satisfactorios para probar que una determinada cosa tenga un valor por ella misma. |
Son objetivos El objetivismo, en un extremo opuesto, argumenta que los valores son descubiertos, no atribuidos por nosotros a las cosas. El diamante siempre será más valioso que el grafito por sus propiedades objetivas de dureza, brillo y transparencia. El hombre puede descubrir la esencia de los valores del mismo modo que puede aislar un color del espectro; es indiferente a su esencia que una persona los realice en ella o los descubra ya que los valores no resultan afectados por las vicisitudes humanas: son absolutos y objetivos. Pese a nadie juzgase que el asesinato es malo, el asesinato seguiría siendo malo.
|
Subjetivos y objetivos La axiología contemporánea tiende a superar la oposición entre subjetivismo y objetivismo de los valores: los valores tienen aspectos subjetivos y aspectos objetivos. El subjetivismo nos ha mostrado la conveniencia de no olvidar la valoración, es decir, la actividad del sujeto que valora, una actividad marcada por condicionamientos psicológicos, sociológicos y culturales. Los valores son valores de una sociedad y los individuos, en su proceso de socialización, los aprenden (o los rechazan). El objetivismo nos ha mostrado la conveniencia de analizar las características de la cosa que consideremos un valor, que los valores no son arbitrarios ni gratuitos, que los valores siempre son valores compartidos.
|
¿Más elevado, más objetivo ...? Solemos aceptar que hay objetos y acciones que valen más que no otros, que hay una mínima jerarquía de valores. Todo aquello que forma parte de nuestras aspiraciones, sueños o ideales ocupa un puesto más elevado en nuestra jerarquía o escala de valores. En este contexto, son muchos los axiólogos que consideran que cuanto más bajo se encuentra un valor en una jerarquía más pesan los componentes subjetivos y que, por contra, cuanto más elevado es un valor más dominan los componentes objetivos. Las expresiones populares subjectivistas "sobre gustos no hay nada escrito" o "tantas cabezas tantos sombreros" (tants caps tants barrets) sólo son aplicables a los valores más bajos de la escalera jerárquica; nadie puede negar que unos valoran más el vino, otros la cerveza y que para unos terceros no hay nada como el agua. Pero si pasemos al ámbito de los valores estéticos, veremos que "hay mucho escrito"; si uno se adormece escuchando el Himno a la alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven porque no le gusta, se le puede decir que no ha aprendido a valorar suficientemente bien, aplicándole el dicho "¡hay gustos que merecen palos!" Y si pasamos a los valores de orden ético, aún hay más escrito y proclamado; aquí, la objetividad y la universalidad se imponen. |
Estás invitado a participar aportando
tu punto de vista. Nuestro debate se centra en la cuestión: |
||
¿Cuanto más elevado, superior o digno consideramos un valor, más componentes objetivos y universales incorpora? |