10 aniversario
de Filópolis
 
 
 
 



Hegel (1770-1831), filósofo idealista alemán del romanticismo, compilación la simbologia de la lechuza ya presente a la Grecia Clásica: el lechuza era el emblema de la diosa de la sabiduría, Atena (Minerva para los romanos); la lechuza ha llegado a ser símbolo de la filosofía.
La alegoria de Hegel indica lo mismo que la conocida expresión latina"Primum vivere, deinde philosophari" (Primero vivir, después filosofar); de una manera similar, la metafísica es la actividad que se realiza después de adentrarse en la física. La filosofía es vista como reflexión sobre la realidad vivida; la lechuza de Minerva emprende el vuelo cuando se ha vivido el día. Pero la filosofía pinta al clarosbcuro aquello que la vida tiene de efervescencia. Lo mismo dice Goethe en su Fausto: "Gris, amigo mío, es toda teoría. Verde el árbol de oro de la vida".

 
 
    Comprender lo que es, ésta es la tarea de la filosofía; porque lo que es, es la razón. En cuanto al individuo, cada unol es hijo de su tiempo, y la filosofía es el tiempo mismo aprehendido en su concepto. Es insensato creer que alguna filosofía se puede anticipar al mundo presente. Cuando dice una palabra sobre la teoría que explica cómo ha de ser el mundo, la filosofía siempre llega demasiado tarde: como pensar sobre el mundo, surge en el tiempo, después de que la realidad ha cumplido su proceso de formación y se halla realizada. Cuando la filosofía pinta al clarobscuro un aspecto de la vida, ya envejecido y en la penumbra, no puede ser rejuvenecido, sino tan sólo reconocido: la lechuza de Minerva inicia su vuelo al caer el crepúsculo.
HEGEL. Filosofía del Derecho, Prólogo.

 
 
  El romántico Hegel, hijo de su tiempo, expresa ete tiempo o piensa el mundo en conceptos; de la misma manera, su coetanio Schiller lo expresa o piensa poéticamente; y Friedrich, pictóricamente; y Beethoven, musicalmente. Diferentes lenguajes expresan una misma visión de la realidad.

El vuelo de la lechuza de Minerva, cuando anochece, es el vuelo de la razón que piensa y explica conceptualmente el mundo, en la penumbra. Y en su vuelo, Hegel pinta un dinamismo universal, una filosofía que suele etiquetarse como Idealismo Absoluto: todo está en proceso de superación constante, pasando por contradicciones; un proceso o despliegue (dialéctico) que no es caótico o casual, sino racionalmente regido o guiado.