10 aniversario
de Filópolis
 
 
 
 



Bertrand Russell (1872-1970) es uno de los pensadors más fecundos y universales del siglo XX: matemático, lógico, autor polifacético, premio Nobel de Literatura e influyente filósofo. Un pensador nada convencional que recomendaba "no renunciar nunca a mirar las cosas desde más de un punto de vista".

Siguiendo los pasos de su predecesor David Hume, cuestiona el valor epistemológico del método inductivo. Los procedimientos o métodos deductivos otorgan garantías a las conclusiones obtenidas, es decir, lo que es válido para todos, también lo es para una parte. Pero los procedimientos o argumentaciones inductivas extraen conclusiones universales a partir de datos u observaciones particulares, es decir, del válido para una parte, más o menos representativa, se salta a válido paral todo. Cuando argumentamos inductivamente, insinúa la alegoría, ¿nos comportamos como los pollos?

 
 
   
Es obvio que si se nos pregunta por qué creemos que el sol saldrá mañana contestaremos naturalmente: "Porque ha salido invariablemente todos los días". Tenemos la firme creencia de que saldrá en el futuro porque ha salido en el pasado. Si se nos interroga sobre el motivo por el cual creemos que continuará saliendo como hasta aquí, apelaremos a las leyes del movimiento […]

La experiencia nos ha mostrado que, hasta aquí, la frecuente repetición de una serie uniforme o de una coexistencia ha sido la causa de que esperáramos la misma serie o coexistencia en la próxima ocasión. Un alimento que tiene una determinada apariencia tiene, generalmente, un determinado sabor y resulta un rudo golpe para nuestra esperanza cuando el aspecto habitual se halla asociado con un sabor inusitado. […]


Un caballo que ha corrido con frecuencia a lo largo de un camino se resiste a andar en otra dirección. Los animales domésticos esperan su alimento cuando ven la persona que habitualmente se lo da. Sabemos que todas estas expectativas, más bien burdas, de uniformidad, están sujetas a error. El hombre que daba de comer todos los días al pollo, a la postre le tuerce el cuello, demostrando con ello que hubiesen sido útiles al pollo opiniones más afinadas sobre la uniformidad de la naturaleza.



Pero, a pesar de los errores de estas expectativas, no cabe duda de su existencia. El mero hecho de que algo haya ocurrido un cierto número de veces produce en los animales y en los hombres la esperanza de que ocurrirá de nuevo. Así, nuestro instinto nos proporciona ciertamente la creencia de que el sol saldrá mañana, pero es posible que no nos hallemos en mejor posición que el pollo, al cual, sin que lo esperara, le han retorcido el cuello. Por consiguiente, debemos distinguir el hecho de que las uniformidades pasadas sean causa en nosotros de esperanzas para lo futuro, del problema de saber si hay algún fundamento razonable para conferir un valor a estas esperanzas desde el momento en que se suscita el problema de su validez.
RUSSELL. Los problemas de la filosofía
 
 
  En nuestra vida cotidiana todos hacemos uso de la inducción; los animales, también. La inducción nos da seguridad psicológica; pero no seguridad lógica. El pollo inductivista iba incrementando su seguridad: cada vez que se le daba de comer, obtenía una nueva confirmación de su convicción.

La inducción suele fundamentarse en la uniformidad o regularidad de la naturaleza: la naturaleza no es caprichosa comportándose ahora de una manera ahora de otra. Pero, ¿como se sostiene esta uniformidad? Constatando que en el pasado o en un número finito de casos ha sido uniforme o regular y que, por lo tanto (inducimos), lo será siempre. Así, pues, se justifica el procedimiento inductivo haciendo uso de un procedimiento inductivo; esta falacia lógica se denomina petición de principio.

A pesar de todo, la inducción ayuda a adelantar en nuestro conocimiento de la naturaleza. Las afirmaciones universales que no podemos mantener inductivamente, las podemos proponer en términos de probabilidad. Si habiendo observado diez cisnes tenemos que abandonar nuestra afirmación "todos los cisnes son blancos" puesto que hemos encontrado uno negro, podemos afirmar que la probabilidad de que un futuro cisne sea blanco es de 0,9.