4. Denuncia: la alienación humana

1. Hacer el mundo más humano

La teoría y la práctica de Marx surge, básicamente, de un impulso ético, de una crítica moral al estado de cosas de su momento histórico; pero no quiere ser un moralista sino un científico. Su anhelo no es comprender o interpretar el mundo, su anhelo es transformarlo. Transformar el mundo quiere decir hacerlo más humano, quiere decir crear un mundo en el cual el hombre pueda llegar a ser él mismo una vez superadas las alienaciones o enajenaciones que el mutilan; por todo eso su pensamiento es un humanismo.

Son muchas las alienaciones en qué se encuentra el hombre de carne y huesos, pero todas ellas son alienaciones secundarias y apoyadas en una alienación básica: la alienación o enajenación económica. Así, el impulso ético el conduce a la denuncia de la economía. Pero, ¿qué quiere decir 'alienación'?

El concepto de alienación o enajenación fue utilizado por primera vez por Hegel para referirse a la negación o alteración (devenir otro) de una realidad inicial: la idea se negaba como tal y devenía cosa. En Feuerbach, la alienación consistía en la deshumanización o negación del ser humano creando un ser sobrehumano, Dios. En Marx, acercándose a la situación del obrero concreto, la enajenación es la situación de explotación constante, en el trabajo, del hombre por parte del hombre.


2. La alienación económica

La alienación económica consiste en el hecho de que los humanos, en la realización de su trabajo, se deshumanizan, se desposeen de sí mismo, se transforman en cosa, en algo ajeno. En la sociedad capitalista, el trabajador sufre una doble enajenación. Aquello que crea no sólo no le pertenece sino que, al convertirse en capital, deviene instrumento de explotación; el obrero fabrica el medio de su explotación. Por otro lado, el acto mismo de trabajar, con sus condiciones infrahumanas, es un acto enajenante o alienante, no desarrolla sus capacidades intelectuales y espirituales sino que deviene una pieza más, totalmente substituible, del engranaje productivo.

«En la artesanía y la manufactura, el trabajador utiliza una herramienta; en la fábrica, la máquina utiliza el obrero. En el primer caso, los movimientos de los instrumentos de trabajo provienen de él; en el segundo, debe seguir el movimiento de las máquinas. En la manufactura, los trabajadores son una parte de un mecanismo vivo; en la fábrica, hay un mecanismo inerte, independiente del obrero, quién se convierte en un simple apéndice vivo».
Marx El Capital
Moderno [Times], 1935

La alienación económica genera formas derivadas de enajenación, formas que se superarán cuando se supere la forma fundamental, la económica. Una de estas formas derivadas es la alienación religiosa, ámbito en el cual Marx continúa la crítica de Feuerbach. Marx considera que las religiones han sido un medio para mantener oprimidas y resignadas las clases más desfavorecidas. La promesa de un más allá mejor debilita las ansias de transformación social, haciendo aceptables situaciones inaceptables. Por todo eso, la religión es «el opio del pueblo»: un narcótico que produce felicidad ilusoria. Pero es un opio imprescindible para una humanidad que sufre, que busca consuelo. La religión es, también, el «suspiro de la criatura oprimida, el espíritu de un mundo sin corazón, el alma de una situación sin alma», una rebelión contra las relaciones sociales inhumanas, «una protesta contra la miseria real». Más que una crítica a la religión, es preciso una denuncia de las condiciones económicas que hacen necesaria una enajenación religiosa.


3. En la plusvalía se concreta la enajenación económica

En el sistema de producción precapitalista o de intercambio, explica Marx en El capital, el productor vende sus mercancías y obtiene dinero con el cual compra lo que necesita. Se expresa con la fórmula: M - D - M. En el sistema de producción capitalista el modelo se altera. Con un determinado dinero se produce una mercancía que permite obtener una cantidad de dinero superior a la inicial. Este modelo se expresa con la fórmula: D - M - D', considerando que D'>D. En la diferencia entre D' y D es concretaría la plusvalía comercial. ¿De donde proviene este incremento de dinero, este beneficio? Según Marx es la cantidad de riqueza creada por el obrero y que no le se devuelve en forma de salario. El obrero produce mucho más que aquello que le pagan; él ha sido transformado en una mercancía y, como todas las mercancías, si la oferta es más grande que la demanda, el valor de la mercancía baja.

«El proceso D - M - D no debe, por tanto, su contenido a ninguna diferencia cualitativa de sus extremos, puesto que ambos son dinero, sino únicamente a su diferencia cuantitativa. El proceso acaba siempre sustrayendo a la circulación más dinero del que a ella se lanzó. El algodón comprado a 100 entregas esterlinas se revende por 100 + 10, o sea 110 libras esterlinas. Así, pues, la forma completa de este proceso es D - M - D', donde D' = D + DD. Este incremento o excedente sobre el valor primitivo lo llamo plusvalía (surplus value). Por tanto, el valor primeramente desembolsado no sólo se mantiene en circulación, sino que cambia su cantidad de valor, cobra una plusvalía o se valoriza. Y este movimiento el transforma en capital». Marx El Capital