Marx básico. Una primera lectura

1. Sentido general de su obra

Tal y como afirmaba Hegel, todo está en proceso de superación constante. Karl Marx (1818-1883), arraigado en el pensamiento de Hegel, puede ser visto como la superación de éste. Una superación que se concretaría en una inversión o vuelco del Idealismo Absoluto de Hegel: las propiedades que Hegel atribuía a la Idea, Marx las atribuye a la Materia. Su filosofía no será un idealismo sino un materialismo, un Materialismo Histórico en el cual las condiciones materiales o económicas, siguiendo unas leyes dialécticas, son el motor de la historia; no la Idea como decía Hegel. Las Ideas, las ideologías son vistas como un resultado, una consecuencia, una superestructura generada por la estructura económica.

Su siglo, es el siglo de las revoluciones liberales contra los intentos de restauración y el de la Revolución Industrial, de la transformación social ya iniciada en el siglo XVIII que comportó el afianzamiento del capitalismo. En diferentes escritos, especialmente en la grandiosa síntesis, El capital, Marx desarrollará la más completa denuncia a un sistema económico que justifica el enriquecimiento de unos pocos en base al empobrecimiento y explotación de muchos. Una denuncia y una sospecha que, en su siglo, se ha transformado en una actitud generalizada. Se sospecha que el orden social y económico no es propiamente humano (Marx); se sospecha que la religión no acaba de emancipar al hombre (Feuerbach); se sospecha, incluso, que el individuo contemporáneo está psíquicamente enfermo (Freud); se sospecha, en fin, que los valores existentes ya no son válidos (Nietzsche).

Toda la obra de Marx -teoría y práctica- surge de un impulso ético, de una crítica moral al estado de cosas de su momento histórico; pero no quiere ser un moralista sino un científico. Su anhelo no es comprender o interpretar el mundo, su anhelo es transformarlo. Transformar el mundo quiere decir hacerlo más humano, quiere decir crear un mundo en el cual el hombre pueda llegar a ser él mismo una vez superadas las alienaciones que le mutilan; por todo eso su pensamiento es un humanismo. ¿Qué alineaciones? Son muchas las alienaciones en qué se encuentra el hombre de carne y huesos de su tiempo, pero todas ellas son alienaciones secundarias y apoyadas en una alienación básica: la alienación económica.



   

2. Aspectos

El camino de Hegel a Marx fue largo y rico en pensamiento. De entrada, hay la «izquierda hegeliana»; uno de sus miembros, Feuerbach, será el eslabón que unirá Hegel y Marx. Marx estará influenciado, también, por una serie de intentos de reforma de la sociedad: tanto por los intentos de los «socialistas utópicos» como por los intentos radicales de los anarquistas. Y en el trasfondo de su momento se va formando una nueva ciencia emparentada con las preocupaciones de Marx, la «Sociología», el padre fundador de la cual es Auguste Comte.

En París, a los 26 años, conoce Friedrich Engels. La amistad y la intensa colaboración con Engels perdurará toda su vida; el marxismo, en realidad, es una creación conjunta de Karl Marx y Friedrich Engels. Engels, hijo de un rico industrial alemán que poseía en Inglaterra una fábrica de tejidos, conocía directamente las duras condiciones de vida de los proletarios de la sociedad industrial y tenía buenos conocimientos de economía. Engels le introdujo en el estudio y análisis de la estructura del capitalismo.

Marxismo, socialismo y comunismo son concepciones afines pero diferenciadas. Marxismo hace referencia al materialismo, tanto histórico como dialéctico, de Marx y Engels; a la denuncia de la estructura económica capitalista; a las alternativas salvadoras, primer socialista, después, comunista. Socialismo, en el marxismo, hace referencia a la fase de negación del sistema de producción capitalista; ahora bien, se encuentran modelos socialistas no marxistas. Comunismo, en el marxismo, hace referencia a la fase final del proceso de superación de las sociedades divididas en clases, fase en la cual se gozará de igualdad y libertad.