3. El Marxismo es un materialismo

Marx asume de Hegel que la realidad no es estática, sino dinámica y cambiante; que la realidad se encuentra en proceso de superación constante y que son las contradicciones u oposiciones el motor del cambio o transformación. Pero, a diferencia de Hegel, que con su idealismo concebía esta superación como un proceso guiado por una racionalidad, una idea o conciencia (un Dios), Marx, con su materialismo, ve el proceso guiado y determinado por las condiciones concretas materiales y económicas.

El idealismo hegeliano establecía que las ideas gobiernan los acontecimientos del mundo. El materialismo marxiano defensa que las condiciones materiales y económicas determinan nuestras ideas. Las ideas no son entidades autónomas, esencias o verdades que descubrimos; son ideología o 'pensamiento deformado'. Mis ideas y mi consciencia son un resultado o una consecuencia del propio proceso vital. Así, Marx concibe la misma filosofía de Hegel como resultado de la realidad alemana del momento. Las condiciones de orden económico, fundamentales y determinantes, constituyen la infraestructura de una sociedad; las ideologías, instituciones, religión, normas, moral, etc., que dependen de ella, constituyen la superestructura.

«No es la conciencia (superestructura) la que determina la vida (infraestructura), sino la vida la que determina la conciencia».

'Comiendo patatas' de Van GoghEngels:
«Marx descubrió el simple hecho (hasta entonces escondido debajo recubrimientos ideológicos) de que los seres humanos tienen que tener alimento, bebida, ropa y alojamiento antes de poderse interesar por la política, la ciencia, el arte, la religión y cosas así»

También de Hegel toma Marx los tres momentos del proceso de superación o dialéctico. Un proceso hecho de oposiciones o contradicciones que se reconcilian: una afirmación (una tesis o una situación inicial), una negación (antítesis o la negación, alienación, de la situación inicial) y una negación de la negación (una síntesis o una reconciliación de los opuestos). Ahora bien, Marx rechaza el uso abstracto y alejado de la vida cotidiana del método dialéctico. Para él, las contradicciones son concretas y materiales: el capitalismo industrial -afirmación- engendra su negación concreta en el proletariado, la clase de los que no tienen, la clase negada, y esta contradicción se superará en una sociedad sin clases, la negación de la negación. Es más, toda la historia de la humanidad está llena de contradicciones concretas.

Marx introdujo la expresión materialismo histórico para referirse a su método científico de análisis de la realidad histórica, un método que aspira a descubrir causas materiales y establece el carácter dialéctico de la historia. Insistía en la necesidad de realizar una científica «anatomía de la sociedad»; a menudo repetía que para comprender los fenómenos sociales es preciso «penetración científica y un poco de amor a los hombres».

La expresión materialismo dialéctico, no es de Marx, sino que fue introducida por Engels; la acuñó recogiendo la concepción dialéctica implícita en el materialismo histórico pero extendiéndola o aplicándola a todos los ámbitos de la realidad, incluso a la naturaleza.

«La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días,
es la historia de las luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otra franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes».
Marx y Engels Manifiesto del Partido Comunista