Erasmo de Rotterdam
El humanista Erasmo de Rotterdam (1467-1536) critica las injusticias, la inmoralidad y las supersticiones de su tiempo. Por el hecho de denunciar los abusos de la Iglesia y el negocio de les indulgencias, Lutero le pidió (1519) que se pronunciase abiertamente a favor de la Reforma protestante y le apoyase. Erasmo se negó fundamentando su no con el libro Del libre albedrío. Lutero, ofendido, respondió con otro libro Del siervo arbitrio. Los dos libros revelan dos visiones -contradictorias- del ser humano y la famosa polémica sobre libertad.

Erasmo exaltaba el valor del ser humano, libre y con una naturaleza capaz de acercarse a Dios con sus obras. Opuestamente, el reformista Lutero concibe negativamente la naturaleza humana: corrompida, atada al mal y sin libertad; todo lo bueno que puedan tener los humanos no viene de ellos mismos, sino de Dios.

La polémica Erasmo-Lutero se centra en la posibilidad o no de la libertad considerando el papel de la gracia divina en relación a la naturaleza. Erasmo, a diferencia de Lutero, defiende que la fe o la gracia divina complementa, no anula, la naturaleza humana. Así, la vida humana es una cooperación entre Dios, que da la fe, y la persona libre: gracia divina y libertad humana posibilitan hacer buenas obras